POLÍTICAS A LARGO PLAZO
William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que en la actualidad el director general del Conacyt cambia con los ciclos sexenales , a veces de manera más frecuente, lo que para el sector de ciencia , tecnología e innovación “es muy grave porque para lograr avanzar hacia la sociedad del conocimiento hacen falta políticas científicas de largo plazo, de décadas, por ello es necesario definir políticas y prioridades para que tengan mayor alcance, de por lo menos 10 años, con un horizonte de planeación de dos o tres décadas”.
El integrante de la AMC no dudó en reconocer que las políticas deben ser evaluadas, así como contar con planes que incluyan metas de largo, mediano y corto plazo. Y para que esto ocurra se requiere de una fuerza estructural, jurídica y presupuestal de largo aliento “porque si no, no va a consolidarse lo que se ha logrado hasta ahora, y aunque en los últimos dos años ha habido fuertes recortes presupuestales a CTI, también es cierto que en el balance del sexenio la inversión ha sido grande, tanto en recursos como en personal, y eso no se puede perder”.
Lee Alardín expuso que es el andamiaje jurídico-administrativo lo que se necesita para que esa visión académica, tecnológica y de innovación tenga en donde pararse y funcionar correctamente para beneficio de la sociedad. “Por lo tanto, lo que indicó el presidente (de la República) es una idea excelente y sería fantástico que antes de que concluya su administración se prepare, autorice y legisle”.
Sobre el mismo tema se manifestó el expresidente de la AMC, Francisco Bolívar Zapata, quien comentó que la transexenalidad es uno de los temas que se ha estado discutiendo en el sector para dar mayor continuidad a los trabajos, a los fondos multianuales y proyectos de largo aliento.
Apuntó que ya hay comisiones de CTI trabajando con el propio Conacyt, donde también colaboran instituciones como la Academia Mexicana de Ciencias, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, las universidades públicas, en particular la UNAM, entre otras, que buscan los mecanismos que se podrían mover en la Ley de Ciencia y Tecnología para que el país avance y presente en su momento un proyecto a nivel de Cámaras, porque sin duda “es una buena idea la de dar mayor estabilidad al Conacyt y a las investigaciones”, subrayó.