El Gobierno de la CDMX Persecuciones facciosas

Ante la violencia ejercida por agresores manejados por el PRD, el Gobierno de la Ciudad de México (GCDMX), se mantiene al margen y en vez de sancionar a responsables del ataque a ciudadanos en Coyoacán, persigue por consigna a sus opositores.

El grupo parlamentario de Morena en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), denuncia, una vez más, la política represiva y persecutoria del gobierno capitalino en contra de sus opositores y de la ciudadanía en general.

Así mismo las autoridades correspondientes deben actuar en agravio de quienes alzan la voz para oponerse a las arbitrariedades de un régimen que intenta quebrantar los derechos sociales y políticos de la gente.

Mientras la administración central convoca a firmar supuestos “pactos de civilidad” electoral, en los hechos atenta de manera cotidiana contra los derechos humanos de sus gobernados y conculca las prerrogativas cívicas que con esfuerzos sin límite, durante largas décadas de lucha, consiguieron imponer los capitalinos.

Presenciamos una intentona por regresar a las pasadas épocas del autoritarismo, como lo comprueban las innumerables denuncias de las demarcaciones que han visto cómo se les niega el acceso equitativo a recursos y se les restringen las prerrogativas a que por ley tienen derecho. Y cuya única respuesta ha sido el silencio despótico de las autoridades.

Una prueba, entre tantas otras, de la operación facciosa de la Procuraduría local, es su negativa a proceder en contra de los responsables del atentado del 3 de enero en Coyoacán contra ciudadanos y militantes de Morena, quienes continúan impunes pese a estar plenamente identificados.

En el marco de esta política persecutoria y represiva, sobresalen los ataques al diputado local Víctor Hugo Romo Guerra, quien a raíz de haber renunciado al PRD para respaldar a Morena, ha sido objeto de múltiples amagos provenientes de la Procuraduría local.

Hoy, en contra del legislador Romo Guerra se endereza una campaña orquestada desde los sótanos del PRD-PAN y la Procuraduría para desacreditar su actuación política.

Pero no es éste el único caso de persecución facciosa. Desde que el diputado Carlos Candelaria López --quien también respalda las posiciones de Morena-- manifestó una postura crítica ante el jefe de Gobierno en el Pleno de la Asamblea, fue objeto de una campaña de denuestos y amenazas.

Destacan, asimismo, las asechanzas con claros tintes políticos de Alejandro Robles Gómez, militante de Morena, a quien se le acusa, sin pruebas de por medio, de un presunto robo agravado. Acusación atrás de la cual se evidencia la manipulación con fines de propaganda electoral del encargado de la delegación Coyoacán.

El grupo parlamentario de Morena manifiesta su solidaridad con los compañeros Víctor Hugo Romo Guerra, Carlos Candelaria López y Alejandro Robles Gómez ante la guerra sucia desatada en su contra por el régimen local.

Nos oponemos con firmeza a las difamaciones y a la represión ordenada por la cúpula del poder de la administración capitalina y avalada por los legisladores a su servicio.

La estrategia represiva del régimen local evidencia que los “pactos de civilidad” electoral impulsados por el jefe de Gobierno no son sino una careta para encubrir los empeños represivos de su administración.