Movimiento estudiantil del 68 Muro de Honor en Cámara

La diputada Maricela Contreras aseguró que es pertinente retomar la experiencia de ese oscuro suceso histórico para combatir la militarización del país.

Asimismo, aseveró que las víctimas y los defensores del 2 de octubre deben ser recordados porque el Congreso de la Unión y el pueblo de México están en deuda de justicia con ellos.

El Congreso de la Unión no debe olvidar la deuda de justicia que tiene el pueblo de México con las víctimas y los jóvenes defensores del Movimiento Estudiantil del 68, aseveró Maricela Contreras Julián diputada federal de Morena, quien propone que sean recordados en el muro de honor del Palacio de San Lázaro.

La legisladora anunció que presentará en el Segundo Periodo Ordinario del tercer año de ejercicio legislativo un proyecto de decreto para que en el muro de honor se plasme la leyenda “Al Movimiento Estudiantil del 68” y quede listo antes del 2 de octubre del 2018, previo a la conmemoración del 50 aniversario de los hechos.

“Hoy más que nunca es pertinente esta propuesta para retomar la experiencia de este oscuro suceso histórico para decir ‘¡no a la militarización!’, pues conocemos los alcances que puede tener el ejercicio del poder en manos de una figura autoritaria”, sentenció.

“Nadie pondría en duda el aporte que tuvo este movimiento en la historia de México. Fue un parteaguas que marcó el inicio de un largo proceso democrático para este país, en la que prefiguraba la crisis del Gobierno del partido único, el PRI de siempre”, aseguró.

La diputada federal refiere que aquella fue una época de muchos cambios a nivel mundial, de modernización en muchos sentidos. “Las libertades conquistadas a partir del 68 tienen una gran trascendencia: se debilitó y comenzó a desaparecer el autoritarismo, el despotismo del marido sobre su mujer, del profesor sobre los estudiantes, del jefe sobre sus empleados, del empresario sobre sus obreros, del dirigente político o sindical sobre sus subordinados”, puntualizó la integrante del Comité del Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género.

Asimismo, recordó que se hizo presente la lucha de la mujer por el libre uso de su cuerpo: se planteó la despenalización del aborto y el uso de anticonceptivos; inició el debate sobre los derechos de las niñas y los niños; se generó la lucha de las lesbianas y los

homosexuales por el reconocimiento de sus derechos; se planteó la necesidad de contar con una política a favor de los que menos tienen.

“Todos estos cambios demandaron en México redoblar esfuerzos para la modificación institucional que permitiera transitar de un sistema político rígido hacia un sistema más incluyente, que permitiera recibir opiniones disconformes al discurso oficial y establecer las reformas electorales que dan lugar a la nueva composición democrática que se expresa en esta Soberanía”, concluyó.