Las contrataciones de SEDATU
La ex titular de Sedesol y actual secretaria de la Sedatu romperá los récords de escándalo sobre presuntos desvíos de fondos públicos a través de una compleja red de 126 empresas fantasmas creadas con el acuerdo de su propio equipo.
Supimos de esta estrategia de peculado gracias al reportaje “la estafa maestra” que documentó el presunto desvío por dos mil 224 millones de pesos.
Ahora, la Auditoría Superior de la Federación confirmó que este mecanismo se realizó también en Sedatu, al revisar las cuentas públicas 2014 y 2016, el monto calculado es escandaloso: dos mil 130 millones de pesos, según las seis auditorías practicadas.
La red de corrupción creada desde la Sedesol y la Sedatu con Rosario Robles a la cabeza, incluyó también a los Sistemas de Radio y Televisión Públicos de Hidalgo y de Quintana Roo a través de los cuales se firmaron contratos para triangulan recursos a empresas fantasmas por cerca de 601 y 311 millones de pesos respectivamente, según el reciente informe de la Auditoría Superior de la Federación.
El caso más grotesco es el del Sistema de Radio y Televisión de Hidalgo, cuyo extitular Sergio Islas Olvera fue condenado el pasado 18 de diciembre a dos años y seis meses de prisión o a pagar 77 millones de pesos para reparar el daño provocado por desviar 601 millones de pesos provenientes de tres convenios firmados con Sedesol.
El auditor estatal de Hidalgo, Rodolfo Picasso Molina envió a la Auditoría Superior de la Federación mil 108 fojas con documentación fiscalizada donde se documenta cómo, a través de distintos contratos, en uno con 34 proveedores y el otro con 27 proveedores, se concretó un esquema de desvío de al menos 601 millones de pesos.
El nivel de robo en la instancia de Hidalgo llegó a niveles de descaro, por ejemplo, gastaron dos millones 971 mil pesos en la compra de un equipo para la transición digital, la auditoría superior de Hidalgo nunca encontró físicamente ese equipo.
En la red de corrupción también firmó convenios millonarios en julio, septiembre y octubre de 2015 con el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social en la época del gobierno de Roberto Borge para desviar también decenas de millones de pesos, lo grave es que mientras se conocía la investigación de la Auditoria Superior de la Federación, los trabajadores del Sistema Quintanarroense se vieron obligados a aceptar una reducción de sus sueldos de entre el 20 y 25 por ciento.
Más grave aún es que a pesar de que se documentó el modus operandi desde Sedesol, el jefe de Rosario Robles, es decir, el presidente Enrique Peña Nieto la defendió y la ratificó como titular en la Sedatu y ahí cometieron las mismas estafas que en la dependencia responsable de combatir la pobreza y la ya olvidada Cruzada Nacional contra el Hambre.
El sucesor de Robles en la Sedesol, José Antonio Meade ha insistido en que no le correspondía a él investigar estos desfalcos, ni como titular de Desarrollo Social, ni como secretario de Hacienda.
Nadie cree que no se dieron cuenta de esta magna operación de desvío de recursos públicos, más bien estamos ante una gran estafa con muchos más cómplices de los que se han señalado.