LUNA NUEVA
Jóvenes médicos, blanco de Inseguridad en IMSS e ISSSTE.
Lo que no se cuenta, se oculta. Tras las cortinas de la noche, universitarios de medicina cumpliendo jornadas de 36 horas sin descanso y sin derecho a dormir, ahogan su voz tras el silencio de sus verdugos.
La Luna eterna es testigo mudo de noches en vela, de tantos escritos, de tantas palabras, de miles de promesas.
Silenciosa cómplice de gritos ahogados, lastimosa sombra de jóvenes de blanco; de rostros marchitos, pálidos sin brillo deambulando como zombis por los largos pasillos de hospital.
No les permiten reparar en la escalofriante presencia de Eulalia, la enfermera fantasma conocida como la “Planchada” que pasea en las noches, vestida con uniforme blanco impecable, almidonado y asistiendo a los enfermos.
Jóvenes médicos. Arrastrando modernas cadenas de esclavitud. Con la promesa de un futuro blanco al servicio de la salud de los pacientes.
Al entrar a la carrera de medicina nadie les dice a los alumnos lo que de verdad les espera en el internado médico de pregrado.
Antes de concluir la carrera de medicina deben acudir a un hospital donde tendrán que pasar encerrados un año, para cumplir una jornada laboral de 36 horas sin descanso ni derecho a dormir.
El joven aspirante a médico será quien estará a cargo de los pacientes de su área, donde tendrá que responder por cualquier negligencia que se presente y las responsabilidades jurídicas que se les obliga tener cuando llega a suceder alguna anomalía.
Un hospital donde los doctores de base y los directivos tienen a los médicos internos, como esclavos, conejillos de indias, chivos expiatorios y como carne de cañón, para si alguien hace algo mal tener a quien culpar.
Ya este problema no es un secreto, en muchos hospitales esto es lo que sufren los internos, quien realizan su servicio.
Está comprobado que se aprovechan de su situación de estos jóvenes quienes tienen que acreditar su internado para concluir sus estudios.
De esta manera son explotados, les exprimen cada gota de su energía haciendo el trabajo de los médicos de base, mientras ellos ganan dinero y los internos son los que trabajan por una miseria de beca de 38 pesos diarios.
Un ejemplo tácito del abuso es la atención de partos la cual es una gran responsabilidad y ésta se les deja a los alumnos donde muchas veces sin la ayuda o compañía de los médicos titulados.
El internado de pregrado es de un año, de períodos prolongados de ayuno, de interminables guardias, de trabajos forzados, de privación del sueño y de constante aplanamiento del ego y la moral.
Para la doctora Pisanty las humillaciones, malos tratos, hostigamiento sexual, denigración, los desvelos constantes, la falta de dinero, e insultos no tienen el objetivo de formar médicos con carácter, sino reproducir nuevas generaciones acostumbradas al maltrato y a ser obedientes a lo que dictan las empresas farmacéuticas y de que sigan trabajando a bajo costo para el Estado, sin protestar y sin organizarse para exigir derechos.
Es una pena que al comentar este tipo de situaciones con médicos de dependencias como Secretaría de Salud, IMSS o ISSSTE su respuesta sea tan patética y mediocre que dicen: “Eso todos los médicos lo pasamos y no hay por qué quejarse”.
Pero eso no es todo, en los hospitales de zonas rurales los y las aspirantes a médicos han sido víctimas de violación.
En Nayarit, una pasante de médico fue violada y golpeada hasta dejarla inconsciente, al punto en que los agresores la dieron por muerta; cerraron la habitación y huyeron del lugar.
Sujetos desconocidos atacaron a una joven pediatra del Hospital General de Santa María del Oro, a quien golpearon despiadadamente para despojarla de sus pertenencias e incurrir en abuso sexual. Las A lo largo y ancho del territorio Nacional estas personas han sidoacosadas y hostigadas verbal o sexualmente por los médicos trabajadores y hombres de la zona, lugares peligrosos que el sistema de Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (CFRHS), envía a las doctoras y alumnas a realizar sus labores, sin tomar en cuenta el nivel de marginación, inseguridad y violencia que en ese lugar existe, quien responde por este tipo de conductas que atentan contra la integridad de las médicos Nadie, ni Secretaría de Salud y mucho menos CFRHS que sólo se preocupan por tener mano de obra barata a disposición servil”.
Un tema también de importancia es la alimentación y los lugares para descansar, se sabe también que los alumnos llegan hasta a dormir en el piso, por tener que cuidar pacientes o porque el hospital no cuenta con las instalaciones óptimas para tener médicos internos, es también triste y doloso la alimentación que se les provee ya que durante todo el día hacen su trabajo sólo para recibir.
Urgen algunas modificaciones a la Ley General de Salud y a la Ley Federal del Trabajo, adicionar a los artículos 87 y 95 de la Ley General de Salud
reformar el artículo 353-E de la Ley Federal del Trabajo, para garantizar “jornadas médicas dignas” en el proceso de formación de profesionales de la salud, con lo cual sus turnos laborales no deberán exceder de ocho horas en la mañana y siete por la noche. Limitando a ocho horas las guardias de estudiantes de Medicina.
Urgen algunas modificaciones a la Ley General de Salud y a la Ley Federal del Trabajo, adicionar a los artículos 87 y 95 de la Ley General de Salud y reformar el 353-E de la Ley Federal del Trabajo, para garantizar “jornadas médicas dignas” en el proceso de formación de profesionales de la salud, con lo cual sus turnos laborales no deberán exceder de ocho horas en la mañana y siete por la noche.
Los jóvenes tienen derecho a cuatro flautas frías y un vaso de agua para cenar y que además de raquítica la comida en ocasiones esté en mal estado.
Existe la suficiente evidencia científica que establece que trabajar veinticuatro horas o como trabajan actualmente 36 horas continuas origina una des-sincronización de las funciones corporales, ya que los seres humanos somos seres diurnos que estamos programados para desarrollar actividades durante el día y recuperarnos de la fatiga durante la noche.
Lo cual se traduce en afectación a su salud y desempeño y les provoca hipertensión, daños cognitivos, cerebrales, cardiacos, depresión por el grado de estrés en que están sometidos.
Para la doctora Pisanty las humillaciones e insultos no tienen el objetivo de formar médicos con carácter, sino reproducir nuevas generaciones acostumbradas al maltrato y a ser obedientes a lo que dictan las empresas farmacéuticas y de que sigan trabajando a bajo costo para el Estado, sin protestar y sin organizarse para exigir derechos.
Las autoridades y los que se encargan de las leyes deben comprometerse a la brevedad con los jóvenes universitarios.
Urgen algunas modificaciones a la Ley General de Salud y a la Ley Federal del Trabajo, para garantizar “jornadas médicas dignas” en el proceso de formación de profesionales de la salud.
Los turnos laborales no deberán exceder de ocho horas en la mañana y siete por la noche.
“Las violaciones a los Derechos Humanos dentro del internado médico de pregrado es lo que más afecta a los alumnos y alumnas esa práctica de humillación de represión de quebrarles el espíritu es lo que más duele, ya que el punto es hacerlos estallar a no tener los médicos de base una competencia y así seguir con su puesto y su comodidad, de igual manera Leyes Federales del país que se violan.