Las ciencias sociales han crecido un seis por ciento
En 18 años, el área que más ha crecido en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), son las ciencias sociales, con un cinco por ciento. Mientras que el área de físico-matemáticas y el de ciencias de la tierra han decaído en su tasa de crecimiento un seis por ciento.
Aunado a esto, las becas para estas mismas áreas son de 34.4 por ciento, es decir, poco más de la tercera parte del total. Cifra que ha crecido en 20 años entre un 6 y 7 por ciento. Mientras que las otras áreas han caído en 20 por ciento, reveló Enrique Cabrero, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
"Creo que ya se nos acabó el pretexto de que las ciencias sociales somos ciencias marginadas y que no tenemos el apoyo. Y sobre los argumentos de que el CONACYT ha despreciado a las ciencias sociales, los números mostrados no soportan esa afirmación", dijo Cabrero.
En el marco de la presentación del libro Las ciencias sociales y el Estado nacional en México, celebrada este 16 de octubre, distintos investigadores sociales se dieron a la tarea de investigar si era cierta la marginación de las ciencias sociales frente a las ciencias naturales y las disciplinas tecnológicas; sin embargo, lo que muestra los estudios recopilados en este libro es todo lo contrario.
"En las últimas 3 décadas la presencia de las ciencias sociales ha sido casi ubicua en temas estratégicos del desarrollo nacional y en el desarrollo de las políticas públicas en temas como la desigualdad, la política y económica, la democratización del país y la conformación de las políticas de ciencia y tecnología; es decir las ciencias sociales están por todas partes y ejercen una vigorosa influencia la vida pública y en las políticas públicas de este país", reveló el doctor Óscar Contreras.
Comprender, interpretar, explicar, observar, e incluso describir, son los propósitos generales de las ciencias sociales y ello ha generado una contribución al conocimiento en sí mismo. “La realidad cobra relevancia y le damos sentido a los fenómenos y a las dinámicas en las que estamos involucrados. Sin darle sentido a la acción humana perdemos la capacidad de entender lo que ha ocurrido, y nos impide adquirir conciencia sobre nuestros entornos”, dijo Miguel Armando López Leyva director del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
López Leyva, hizo hincapié en que se necesita sensibilizar a los tomadores de decisiones de que la ciencia no es un aparato superfluo. “Si logramos atajar cualquier duda sobre su importancia para el desarrollo económico y social, estaremos del otro lado”.
Además, comentó que los coordinadores del libro plantean dos desafíos: por un lado lograr una Independencia intelectual a través de la consolidación de una agenda de trabajo propia y por otro una mayor influencia en la construcción de la agenda pública.
“Hay un desafío interno que nos toca asumir dentro de estos dos desafíos construir nuestra agenda en un campo de conocimiento plural en el que las ciencias sociales se encuentran espacios de asentamiento y debate, articulación de intereses comunes que nos conduzcan a incluir en las políticas públicas. En esta convergencia nos toca trabajar los siguientes años”.
Finalmente, el doctor José Franco, coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico mencionó que “desde el Foro la participación de las ciencias sociales en la definición de políticas públicas y los senderos que debe tener el país para el futuro deben jugar un papel primordial y la presentación de este libro da cuenta de cuál es el papel de las Ciencias Sociales en el estado mexicano y cuál es el que debe de jugar”, dijo.