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Ratifican a Augusto Pérez Presidente del TSJCDMX


La designación que 46 de sus pares magistrados ratifican en la víspera al mexiquense Álvaro Augusto Pérez Juárez como presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, traerá una serie de controversias constitucionales y consignas que se en marcarán en discretas convulsiones políticas que impactarán el ejercicio de impartición de justicia capitalina.

Entre abogados y empleados de este Órgano Jurisdiccional, se escucha la advertencia que “se impuso el Poder de la Mafia de la Toga y el Birrete”.

}Lo cierto es que se le puede dar una serie de interpretaciones o lecturas con tendencias no muy generosas porque está en juego su autonomía e independencia bajo un entreguismo y sometimiento ipso facto pero de facto, el yugo del Poder Legislativo federal, para que Jueces y Magistrados inclinen la cabeza ante su similar de “poder a poder”, en aras de la “democracia”.

El miércoles 17 de octubre, los distinguidos huéspedes de la Casa de Justicia de Niños Héroes, sometieron a votación la posibilidad de que Pérez Juárez se amplié como presidente para el trienio 2019-2021, en un acto de elección protocolario programada para el mes de noviembre de este 2018

Fueron 46 votos a favor y 33 en contra, lo que denota que en cada elección se acorta el número de entre los pares para elegir al grupo que conducirá a este Tribunal que en su época, el guerrerense Édgar Elías Azar, hizo época.

Ha sido el único político-jurista más audaz que haya tenido este Órgano Jurisdiccional en toda su historia, ya que estuvo por espacio de nueve años hasta luego que fuera designado como Embajador de México en Holanda por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto, ante las presiones internas del TSJCDMX.

El embajador de México en los Países Bajos, Edgar Elías Azar -también se dice- la ampliación de Pérez Juárez se debe no solo a una arrogancia de los poderosos togados, sino que a más de nueve mil kilómetros de distancia entre México y Holanda, el diplomático guerrerense aún sigue operando los destinos de lo que será la Corte de la Ciudad de México.

De 72 años de edad, Édgar Elías Azar fue presidente de dicho Tribunal de 2008 hasta el 21 de marzo de 2017, reeligiéndose en tres ocasiones.

Entre los togados se marcaba el malestar por su sentido reeleccionista, contrapunteándose con Magistrados, entre ellos, la magistrada Petra Quesada Guzmán quien pese de ser una luminaria del Derecho, le contrasta ampliamente un enconado carácter que –afirman- “da miedo y terror acercarse a ella”, porque expulsa a quienes presumen ser sus “enemigos” vociferando a grito abierto sonoras mentadas de madre desde el escritorio de su oficina.

Si bien el magistrado mexiquense Pérez Juárez podrá inscribirse al procedimiento de renovación en noviembre, desde ahora se puede apreciar que quedó superada esa ambición del Poder Legislativo federal de “meter sus manos” en un Órgano de Jurisprudencia que goza de plena autonomía tanto en lo político-jurídico, pero acotado en la esfera presupuestaria y financiera para su desarrollo en beneficio de la colectividad.

El personaje que se ha convertido en un abierto y pasmoso peligro para el Poder Judicial de la Ciudad de México, al igual que para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es el senador zacatecano Ricardo Monreal Ávila, quien goza de un grisáceo pasado cuando fue ideólogo del Partid Revolucionario Institucional (PRI).

Su afán es entrometerse en lo que no le importa, busca a como dé lugar poner un dique a la autonomía independentista del TSJCDMX.

Como autor intelectual, lo que busca es ser el artífice de la caída de la Mafia del Poder de los Togados de Niños Héroes, cuyo poder presidencialista lo sigue manipulando su ex presidente Édgar Elías Azar, a pesar de estar tan alejado entre México y Holanda, es decir, más de nueve mil kilómetros de distancia.

En la víspera, Álvaro Augusto Pérez Juárez fue inscrito como candidato para la próxima presidencia basándose en el artículo 33 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

Con ese procedimiento, el presidente del Tribunal Superior de Justicia podría estar al frente del organismo hasta por tres años más, solo que hay que esperar la primera semana de noviembre a fin de que al momento de convocar a un Pleno de Magistrados, sea ratificado en dicho cargo, toda vez que la presidencia que ocupa, forma parte de un interinato que cubre luego que Édgar Elías Azar fuera designado representante diplomático mexicano en los Países Bajos.

Otro de los agentes que solo están al asecho desde la palestra política que llegó por suerte, sin tener conocimiento del significado de la Carrera Judicial, es Alejandro Encinas Rodríguez, quien en una forma de revanchismo político también sigue en su afán de entrometerse irracionalmente en la vida interna del TSJCDMX.

Si bien para Encinas -postulado para subsecretario de Derechos Humanos por el Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador- considera que Augusto Pérez Juárez debería recular a su pretensión para participar en la elección de noviembre, este tipo de acciones solo conciernen a “gritos de desesperación” que nadie le hará caso por su clara intromisión en la vida autónoma y democrática de un ente que está por encima de otros poderes de la Unión, y porque es garante de la paz social a través de sus fallos judiciales.

Encinas, que al igual que Monreal, buscan pulverizar la trilogía funcional primaria que es la División de Poderes en México, partiendo de la primicia del Poder Judicial para establecer nuevas castas y familias de Jueces y Magistrados, el próximo gobierno federal pretende conllevarlo para establecer impartidores de consigna y modo.

Alejandro Encinas ha censurado a todas horas el devenir autónomo del Tribunal capitalino, pese a que da cuenta aun que jurídicamente no le asiste la razón por varias cuestiones elementales.

Primero, porque si bien fue uno de los cien constitucionalistas que le dieron conceptualizaciones e imagen a la Constitución Política para la Ciudad de México, éste libelo no podrá estar por encima del espíritu de la Carta Magna de 1917, que es la Rectora que le da sustento como nación a la República mexicana.

En su cuenta de Twitter, Encinas escribió que "el Tribunal de Justicia viola la Constitución de la Ciudad de México al pretender la reelección del actual presidente. Es una vergüenza que el principal responsable de cuidar la ley sea quien la viole".

Del total de magistrados, 46 votos a favor y 33 en contra –el Pleno lo integran 80 Magistrados-, fue que Pérez Juárez quedó inscrito para participar en el procedimiento de evolución renovadora. Con ello, el presidente del Tribunal Superior de Justicia podría estar al frente del organismo hasta por tres años más, salvaguardando la TRI-FUN-PRI. La elección se realizará en el mes de noviembre.

Otro de los posibles participantes en la contienda será el magistrado penalista Rafael Guerra Álvarez, quien formó parte del equipo de abogados encabezado por Xavier Quijano que defendió a López Obrador en la crisis por su desafuero.

Es esposo de Verónica de Gyves, ampliamente mencionada como posible futura fiscal general. Se le identifica con Claudia Sheinbaum, la segunda mujer que será Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; y en particular, con su futura secretaria de Gobierno, Rosa Icela Rodríguez, quien en el pasado fue reportera del periódico La Jornada cubriendo sectores de bajo nivel e imagen.

Otro aspirante es el entreguista y aun priista Manuel Díaz Infante, especialmente ligado con Emilio Gamboa Patrón. Su lugar en esta contienda se lo debe a Juan Luis González Alcántara Carrancá -hombre cercano a Morena y a López Obrador-, al grado de que se le ha presentado también como posible Fiscal General e incluso hasta futuro Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pero González Alcántara también tiene una ficha negra, afirman sus detractores.

Entre los aspirantes también se incluye a la magistrada Rosalba Guerrero quien es muy cercana a su par, el hidalguense Élfego Bautista Pardo quien, sin duda alguna, la ha venido impulsado entre los agentes de poder, como son senadores de la República, diputados federales, pero particularmente con Magistrados quienes tienen el amplio poder para elegir o reelegir a su próximo presidente para el trienio 2019-2021.

Previamente, en su columna Así es el Derecho que publica la Cadena García Valceca, el magistrado Élfego Bautista Pardo se refirió a la independencia del Poder Judicial y recordó que la sucesión del presidente del TSJCDMX “es inminente”.

Mencionó que el Tribunal es el depositario del Poder Judicial en esta metrópoli y el órgano principal del mismo es el Pleno de magistrados, el cual elegirá mediante escrutinio secreto a quien lo presida, y esto sucederá en noviembre.

Indicó que la independencia y libertad del Poder Judicial es parte de los principios constitucionales básicos que dan vida al Estado mexicano; en consecuencia, es de suma importancia que la elección del futuro presidente del Tribunal se efectúe lejos de intereses económicos, políticos o partidistas, y sin intervención del Ejecutivo ni del Legislativo.

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