PESQUISA POLÍTICA

La tragedia de Tlahuelilpan, Hidalgo donde hasta el momento, el robo de combustible. ha cobrado 85 muertes, ha sido aprovechada por los verdaderos responsables de la explosión, los hauachicoleros y los pillos de cuello blanco, quienes ahora culpan al gobierno federal.

Los políticos, diputados y senadores del PRI y PAN, aprovechan el momento para tratar de lavarse las manos y hacer creer a la ciudadanía que los expresidentes de ambos partidos, Vicente Fox, Calderón y Nieto, si combatieron el robo de combustible, y que ellos no permitieron tantas anomalías.

Ahora, piden a Fiscalía General de la República (FGR), realizar una investigación detallada, imparcial y profunda sobre las causas del incidente para determinar y castigar a los responsables del lamentable suceso.

Acción Nacional, en su oportunidad pidió que la investigación debe considerar, incluso, la posible negligencia e incompetencia del propio Gobierno federal en el combate al robo de gasolinas, que lamentablemente ya comenzó a costar vidas.

Afortunadamente la ciudadanía está consciente que este flagelo se debería de haber combatido desde años atrás, no permitir que los altos funcionarios se beneficiarán del robo de combustible, pero fue todo lo contrario.

Ahora los culpables, aprovechan la tragedia para manchar la imagen de López Obrador al decir, por medio de terceras personas, que “es culpa del presidente y tiene que dar la cara”; también responsabilizan al ejército por no impedirlo, y dejó que se hiciera este problema.

Todas estas tonterías sólo nos distraen de lo que en realidad pasó y porque no se culpa a los ardidos huachicoleros quienes, posiblemente, sabotearon el ducto, y su finalidad, provocar algún escándalo para que el Ejército o cualquier cuerpo de seguridad pública federal, interviniera y registrará un zafarrancho para culparlos por represores.

Está muy claro que el objetivo sólo era sabotear, porque no se desplazaron con muchos vehículos como normalmente lo hacen cuando van a robar combustible, destruir el ducto y agitar a la gente para que se fuera a surtir de gasolina.

Una vez roto el ducto se retiraron, las personas que viven cerca se dieron cuenta porque salía con mucha presión, como una fuente de más de dos metros. “La voz de la muerte”, agitó a la gente para que acudiera a llenar sus galones con gasolina.

Hay vídeos donde gente graba muy cerca de donde está la fuga, el combustible no es agua, leche u otra tontería, debe de tratarse con respeto, hasta en las gasolineras te prohíben el uso de celular.

Es cierto que ya había militares en el lugar, pero no podían detener a la gente porque eran superados en número, sin embargo se les pedía se alejaran por su seguridad, pero la gente hizo caso omiso, vean los vídeos que ya están en todas las redes sociales y los militares están a un distancia prudente.

Al final pasó lo que tenía que pasar, porque los únicos que ahorita están felices, los que celebran, son los que sabotearon del ducto, cumplieron su cometido.