Rescatar “Pensil Mexicano” Último jardín Barroco País
El “Pensil Mexicano” es el último jardín barroco con el que se cuenta en todo México, pero sus condiciones de deterioro y fragilidad podrían llevar a su pérdida total, por lo que es necesario y urgente que se realicen de manera urgente las acciones jurídicas necesarias para su expropiación, compra o donación.
El diputadoFernando Aboitiz Saro, del Partido Encuentro Social, presentó un punto de acuerdo, turnado para su análisis y dictamen a la Comisión de Derechos Culturales, mediante el cual propone exhortar a las autoridades de la Ciudad de México y de la alcaldía de Miguel Hidalgo a que ejecuten de manera urgente las medidas que garanticen la recuperación del jardín “Pensil Mexicano”, para después rehabilitarlo y realizar las gestiones necesarias para que sea considerado como Patrimonio Cultural de la Ciudad de México
El Pensil Mexicano es una muestra de la arquitectura novohispana de l Ciudad de México (ubicado en la calle Lago Chiem 84, colonia Anáhuac, alcaldía de Miguel Hidalgo), es considerado el último jardín barroco en México y fue declarado monumento histórico en 1932, incluyendo la capilla y el jardín, además de que en 1982 quedó inscrito en el Registro Público de Monumentos.
Sin embargo, a pesar de ser un monumento histórico, alertó el legislador, el Pensil Mexicano “está cerca de perderse porque se encuentra en un total abandono”. Ya desde 1940, explicó, se empezaba a señalar que dicha construcción se encontraba en deterioro y hasta la fecha no se ha podido evitar.
Tanto vecinos de la alcaldía Miguel Hidalgo, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, han intentado impedir su deterioro, incluso el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM ha dado asesoría para su rehabilitación, “pero estas acciones no han prosperado”.
Aboitiz señaló que administraciones anteriores de la entonces Delegación Miguel Hidalgo buscaron expropiar o comprar el inmueble para su rehabilitación, en tanto que el Gobierno de la Ciudad proponía crear una Casa de la Cultura en sus 800 metros cuadrados construidos, pero nada ha ocurrido.
Es una “riqueza frágil que puede ser perdida” para siempre.
El patrimonio cultural encierra el potencial de promover el acceso a la diversidad cultural y su disfrute, tal y como lo indica la UNESCO, además de que puede también enriquecer el capital social, conformando un sentido de pertenencia, individual y colectivo, que ayuda a mantener la cohesión social y territorial en esa demarcación.
El estilo arquitectónico del Pensil Mexicano tuvo influencia de los jardines europeos y en él se alojaron los virreyes Bernardo de Gálvez y José de Iturrigaray.
En el siglo XX la propiedad pasó a manos del embajador alemán Agathon Gosch Mack y después a su hijo, el ingeniero José Paz Gosch, quien fraccionó el inmueble en 1967 y con ello se redujo el tamaño original.