Sindicato de Espino está lleno de corrupción

Este, como muchos otros, no dejará de ser calificados actos de simulación, traición y corrupción. Lo que debería de hacer la gobernadora Claudia Sheinbaum, a quien apodan "La Lagartija" Sheinbaum, es meter en control a la mafia del Sindicato "Nacional" de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo-Metro.

Su líder charro y ex diputado (hoy sin fuero) el camaleónico ex priista traidor Fernando Espino Arévalo, se ha apoderado de todo el sistema para su beneficio personal y su camarilla, cuando los trabajadores en general piden a gritos que haya una Auditoría sindical por el notable e inexplicable enriquecimiento de la caterva espinista.

Además de que muchos trabajadores han presentado quejas en la Junta de Conciliación y Arbitraje en contra de este “sindicato”, porque ya no defiende la causa de sus agremiados quienes se ven explotados a través de sus cuotas sindicales cuando el cacique se ha dado el lujo de abrir bares y cantinas para envenenar a miles de jóvenes que se “revientan” donde les caiga la tarde-noche, y uno de ellos es el llamado cantina-bar El Bariloche…, desde, incluso, despacha y atiende la problemática de los trabajadores del Metro.

Trasciende que el “político” michoacano que ha sido diputado federal y asambleísta por el PRI y otros partidos, sumó de manera condicionada su apoyo a la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, fundador de Morena, partido con el lema de “honestidad valiente”, y de entrada, el camaleón traicionó los supuestos principios morenistas de “no robar, no mentir y no traicionar” (https://www.razon.com.mx/mexico/espino-tiene-en-nomina-del-metro-a-tres-exesposas/), en cuya liga de enlace, refiere que “Espino tiene en nómina del Metro a tres ex esposas”.

La base trabajadora está sorprendida ya que corre la voz con sentido enfático: “¡Vaya familia legionaria de políticos ladrones al amparo de un sindicato que ni sindicato ya es, sino una caterva de cleptómanos!”

Por eso, al llamado “capo Fer”, le han nacido tantos “enanos” a su alrededor porque ya le piden a las autoridades locales y federales, la cabeza del “padrino” quien en cualquier momento renunciará a la secretaría general que ha ocupado por más de 40 años.

Porque entre la Familia-Metro –alertan- “su jefe” está muy metido en el crimen organizado que ya fue amenazado y que debido a ello, tuvo que “vender” sus millonarias propiedades que “poseía” en el estado de Michoacán. Un caso fortuito fue el asesinato, en octubre de 2018, de uno de sus dirigentes sindicales, Horacio Pereznegrón, cuyo móvil fue una advertencia en contra del líder del Metro.

Se presume que con la Familia Michoacana no se juega, y Fernando Espino tuvo que huir y contratar a un séquito de 25 pelafustanes para su custodia, porque se negó a pagar derecho de piso por sumas millonarias. Las investigaciones fueron truncadas a petición de Espino, y no hacer mayor escándalo de este ominoso crimen.

Afirman que así ha se der el tamaño del miedo que se carga en sus espaldas el líder del Metro, de quien también se presume, la llegada de Claudia Sheinbaum al GCDMX, fue una “gran fortuna” porque la doctora se convirtió automáticamente en la subordinada de Espino.

Al igual que la directora del STC, Florencia Serranía Soto, quien en apariencia son funcionarias de alto nivel, aunque tienen que respetar al capo Fer, cueste lo que cueste para evitar cualquier sabotaje que pudiera dañar la funcionalidad del “gusano naranja”, como lo hizo en el 2001 cuando Andrés Manuel López Obrador era el jefe de gobierno del Distrito Federal, hoy Ciudad de México.

Es tal el malestar de los trabajadores que en las últimas semanas carecen de medicamentos porque las farmacias que surten los productos de primera necesidad para salvaguardar la salud, fue cancelada porque “el Metro no paga”, más aun que en el plan de austeridad del gobierno federal, ha impacto en todos los sectores gubernamentales.

Pese a ello, el sindicato propiedad del señor Fernando Espino Arévalo encabezará un acto de simulación más al convocar para este martes 23 de abril (2019), a una marcha-mitin que se iniciará desde las oficinas centrales del STC, en la calle de Delicias, para luego obstruir la circulación vehicular hacia la sede del gobierno central que se ubica en Plaza de la Constitución.

En torno a todo este desajuste laboral, la voz del trabajador ya se dejó escuchar: “¡Ya basta de tener a millones de usuarios como rehenes del arrogante corrupto y líder charro del Metro!”

Sin embargo, a pesar de esta sentencia conjugada entre usuarios y trabajadores honestos, éstos hacen hasta lo imposible para poner en marcha todos los días, la endeble funcionabilidad del STC, mejor conocido como el Metro de la Ciudad de México, mismo que se ha convertido en el modus operandi de infinidad de bandas que asaltan a los usuarios todos los días.

Fernando Espino se ha eternizado como líder sindical del Metro porque corrompe conciencias de sus delegados sindicales, otorgándoles millonarias prebendas y quienes antidemocráticamente, llevan el voto inducido y amañado a favor del michoacano en época de elecciones internas de este gremio, que ni el mismo gobierno local o federal, han podido desbaratar por los oscuros intereses políticos, económicos, financieros y laborales.

Se traduce que entre los intereses de facto, Fernando Espino ha sido muy hábil para adueñarse y controlar todos los concursos de licitación dejando a proveedores en “línea de espera” porque son más poderosos sus “acuerdos” que ponen a temblar a los gobernantes de la izquierda quienes se han visto rebasados por el amplio poder que tiene este líder