CHISPAS…
DE MI COSECHA
La semana anterior abordé mi correspondiente vagón en la Estación Metro Barranca del Muerto, con dirección al Teatro de la Ciudad (Donceles 36, Centro Histórico), para asistir a una conferencia referente a la presentación de una puesta en escena; concluyendo me dirigí por el mismo medio para retornar a casa. Sucede que en la estación Allende descendía dificultosamente un hombre por las escaleras (las eléctricas se encontraban en reparación); acercándome le ofrecí apoyo, en virtud que su pierna derecha se encontraba cubierta con una férula recientemente enyesada, por tal motivo sus pasos, obvio, eran bastante lentos, por fin arribamos al espacio reservado para mujeres y niños dejándolo descansar, de espaldas a la pared, en espera del vagón, saliendo del sitio democráticamente (como la pregonan nuestro recientes funcionarios), me uní al tumulto del Sector de la Construcción, e intenté formarme ante una extensa fila de espera, quienes como estampida de ganado reñían cuerpo a cuerpo entre sus compañeros de profesión para ocupar un sitio privilegiado
¡Cuál sería mi sorpresa al mirar que las persona que ubiqué en la sección de mujeres se encontraba a mi lado aguardando, igual que su servidor, el acceso para regresar al hogar; ante mi interrogante me respondió que el “cancerbero” (uniformado), le prohibió el paso citando los reglamentos referentes, ¡e indicándole que el espacio únicamente se reservaba para mujeres, niños y embarazadas! ¡Imagínese en qué situación se encuentra nuestra sufrida Ciudad de México! Fuente: De mi Cosecha.