Enemigas número uno Se convirtieron “Saras”
Las Saras, la hija y esposa ausentes en el homenaje a José José en México donde se despide a 'El Príncipe de la Canción', fueron calificadas como “las enemigas número uno de los Latinos, y otros ciudades del mundo, principalmente por los mexicanos.
Antes y después del homenaje que se le hiciera a José José, sus millones de fans, despreciaron y mostraron su odio a Sara Sosa, hija menor y a Sara, grande la viuda, por las acciones diabólicas que hicieron después de la muerte del internacional interprete de la “La Nave del Olvido”.
La gente calificó de hienas a ambas mujeres, por haber actuado desde el principio, con odio, desprecio a José Joel y Marisol, y lo peor de todo con el pueblo mexicano, quienes trataron de impedir que la gente se despidiera de “El Principe de la Canción”.
“Sara Sosa busca triunfar en el medio artístico, en México estará vetada y quién sabe si en otros países le perdonen, lo que hizo con su padre, esconderlo e incinerarlo y mandar la mitad de sus cenizas para que rendirle un merecido homenaje, no tiene perdón de Dios”, dijeron las fans.
Indicaron que no solo mantuvo de rodillas a José Joel y Marisol, sino también al pueblo mexicano quien deseaba despedirse del interprete mundial de la canción romántica.
La gente dio muestras de cariño al paso de la carroza donde iba el féretro que custodiaban los restos de José José. En Bellas Artes, Basílica de Guadalupe, Azcapotzalco y en el mismo panteón donde fue sepultado, México logró demostrar cuánto quería al “Principe de la Canción”.
Ante el repudió que le mostraron los fans de José José a las Sara su hija menor, no viajó para darle el último adiós a su padre, sabía de ante mano que no iba a ser bien recibida.
La joven de 25 años, estuvo presente en el homenaje a José José en Miami, sin embargo, donde el cantante fue cremado y allá permanecen la mitad de sus cenizas.
"Él va a ir, pero va a ir la mitad de él", dijo Sara Sosa el domingo cuando dio a conocer la decisión de su madre, Sara Salazar, de que José José fuera cremado.