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Las Enfermeras entre el miedo y la discriminación


Ante la crisis que hoy estamos viviendo del COVID 19, la individualidad y egoísmo de las personas sale a flote, lo podemos percibir claramente cuando agreden al personal de la salud, esto es lo que viven las enfermeras mexicanas, qué atienden la emergencia sanitaria por el coronavirus, quienes tienen que experimentar diversos procesos contradictorios uno de ellos es el temor de contagiarse de la enfermedad y en la convivencia cotidiana con sus seres queridos, contagiar a la familia; ellas y ellos tienen que llevar a cuestas sus otros roles en su familia como: nietas, nietos, hijas, hijos, padres, madres.

Las enfermeras y enfermeros mexicanos tienen que enfrentar aislamiento, rechazo, son tratadas despectivamente, sufren agresiones e insultos de una sociedad que vive de la sorpresa que ha implicado la presencia de una enfermedad agresiva que muy pocos salen victoriosos; se podría decir que ellas han experimentado la violencia en la comunidad.

Los medios de comunicación y el discurso oficial promueven al personal de salud como: “son abnegados héroes”, “súper humanos”, “hombres y mujeres que no duermen”, pero en el caso de las enfermeras saben que han sido construidas para cuidar al otro, una labor que no cualquiera esta dispuesto a realizar.

El espacio Hospitalario espacio de terror. El personal de enfermería al igual que los médicos, administrativos, personal de limpieza viven una tremenda angustia en los hospitales de gobierno o particulares; saben que muchos profesionales de la salud en su servicio de cuidado han perdido la vida.

Pareciendo no suficiente el estrés de la carga entre cumplir con su misión profesional y la incertidumbre del contagio y muerte, se sufre de violencia institucional cuando en situaciones de emergencia el Estado no provee con lo mínimo indispensable para preservar la vida del personal capacitado, pareciera que son considerados como parte del ejercito de reserva, como señalara Carlos Marx cuando se refería los miles y miles de obreros que estaban esperando un espacio laboral; el gobierno se vuelve un ente incapaz de pugnar por la protección del personal al no cotizar en la compra de pruebas para la detección del virus, mascarillas, ropa y zapatos adecuados; este mismo gobierno se ve lento en la adquisición de respiradores o medicamentos para atender a los pacientes; digo lento cuando en enero China ya estaba informando al mundo lo que estaba pasando.

Así los profesionales de salud ha tenido que vivir esta emergencia como el soldado que llega a la primera línea sin fusil, sin armas; el personal de salud llega a dar la atención, sin protocolos claros y definidos, ni máscaras o goggles adecuados, equipos de protección, material de curación, cubre bocas, medicamentos, reactivos para detectar enfermedades; se imaginan un soldado que no llega con el mínimo entrenamiento o acondicionamiento que no sabe tomar o disparar un fusil, no lleva ni el fusil, ni la granada, ni un cuchillo, ni la mascara de gas; la pregunta en este caso sería para que lo envían si no tiene el equipo necesario para cumplir el objetivo, llegan bajo la visión y logística de “carne de cañón”; nos recuerdan el día “D”, el desembarco en Normandía, donde miles de vidas se perdieron por la soberbia y necedad de los mandos, que minimizaron a un enemigo que sobradamente había dado pruebas de su capacidad de fuego destructiva, así, así llega el personal de enfermería bajo una dirección omisa, negligente y connivente.

La propuesta es que la Administración Pública tiene que implementar políticas públicas en donde:

  • La Salud sea valorada como un bien imprescindible.

  • Se Inyecten recurso al sector por lo menos garantizando las recomendaciones de los organismos de salud que por lo menos es el 6 % del Producto Interno Bruto.

  • Que se dignifique el trabajo del personal de salud y se le deje de ver cómo, filantrópicos, abnegados o “héroes” y que se deje de malbaratar la profesión ante las compañías aseguradoras, hospitales y administradoras de salud.

  • Que tengan un salario digno, justo y compatible con la importancia de la profesión de su trabajo.

  • Se le deben de respetar sus derechos laborales que garanticen la protección de los riesgos de trabajo, porque no es posible que la formación profesional de personal tiene un costo en las universidades y se pierda en unos cuantos meses porque se dio el servicio sin la protección adecuada.

  • Se les debe de hacer pruebas al personal de salud porque puede existir personal infectado asintómatico que potencialmente podría contagiar a pacientes, compañeros o familiares.

  • Se les debe prácticar Pruebas Covid-19 a personal que trabaja en clínicas y hospitales del Sector Salud y a sus familias de quienes resulten positivas, atención médica oportuna y seguimiento.

  • Sanitización y desinfección permanente de instalaciones, mobiliario y equipo destinado a la atención de pacientes con Covid-19.

  • Entrega constante de equipos completos de protección personal y de atención médica segura.



DIRECTORIO

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Director General

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Directora

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Subdirector

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Jefa de Redacción

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