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Degradación política; “un mil usos” podría ser presidente


Parafraseando a un inculto costeño de la plutocracia, “cayó como anillo al dedo”, Marcelo Luis Ebrard Casaubón se ha consolidado como la figura central de la 4T, por su experiencia en la política, al suplantar las tareas de otros miembros del gabinete, como la secretaria de Gobernación, de Economía, y de Salud, además de otras dependencias de Estado donde aleatoriamente “ha metido su cuchara” para salvar la imagen de su ordinario jefe Andrés Manuel López Obrador.

De facto, el “Chucky” Ebrard se transformó en un auténtico Jefe de Gabinete, en el consentido del “señor presidente” Andrés Manuel López Obrador, quien lastimosamente ha llevado su régimen por la calle de la amargura, a un callejón sin salida, en el hazmerreír que a nivel mundial, donde la prensa internacional lo ha criticado a raíz de la pandemia del Covid 19, contagio que ha provocado la muerte de miles de personas en todo el planeta, más cuando Sky News le presentó un video que aparenta el renacimiento de los Hornos de Hitler en México.

Uno de sus más recientes acuerdos fue el haber logrado un convenio con la Asociación de Hospitales privados a fin de que éste organismo apoye al gobierno de la República en la lucha contra el coronavirus, lo que viene a representar que Marcelo, dentro de sus mutaciones, se ha vestido hasta en el “bombero” emergente para apagar los fuegos innecesario que el pirómano político Andrés Manuel López Obrador, ha generado de forma irresponsable y que ha puesto entredicho su carrera política, surgiendo la auto-culpabilidad de la sociedad por haber elegido al pésimo presidente en la historia de México.

Un dicho popular del medio reporteril, acertadamente sentencia: “¿Cómo se matan las moscas?, ¡a periodicazos!”, cuando un agende en el poder muestra su intolerancia y le incomoda la benévola crítica de los periodistas a través de sus escritos plasmados en radio, prensa, televisión y ahora en redes sociales, donde la noticia vuela por todo el mundo, y gracias a esa dinámica, se conoce la desgracia y absurdo radicalismo que viven hoy los mexicanos.

Las ininteligibles e picarescas respuestas de López Obrador ahora con la desatada y diabólica enfermedad del Covid 19, le ha faltado el talento y ética política, toda vez que se ha enfrentado no solo con los periodistas mexicanos, sino que en su pecaminosa postura, lo ha hecho hasta con la prensa internacional, buscando la intentona que huyan de México porque aquí las cosas se van a poner mucho más difíciles.

Andrés Manuel López Obrador, otrora ídolo preferido de los desvalidos, a quienes con perspectiva sistémica, fenomenológica y hermenéuticamente siempre ha engañado a la sociedad con su frase “primero de los pobres”, al grado de hasta matarlos. De algún modo la pandemia del Covid 19 descobijó a su mal gobierno.

El “señor licenciado” López Obrador prácticamente y de forma por demás criminal, ha olvidado dotar de insumos a los hospitales que lo requieren y pareciera que no le agrada nada lo que está ocurriendo en su mandato constitucional, que no hay día que lo critiquen.

Si bien también se puede observar que Andrés Manuel López Obrador es un político moralmente derrotado, sistemáticamente ha sido denunciado por la prensa en general.

Dicen que se le enchina la piel de gallina cuando no recibe las alabanzas por parte de comentaristas de radio y televisión, y ordena a los Editores despedirlos de sus empresas, en actos sumamente bochornosos y de evidente traición, mostrando el rosto de un dictador.

En este contexto, la capacidad y experiencia de maniobra ha colocado al “Chucky” a la cabeza en la lucha por la muy adelantada sucesión, que si fueran en este momento las elecciones por el partido Morena, para elegir a su candidato presidencial, se vería la cargada a favor del “güerito” Ebrard, ya que siempre ha tenido la insana obsesión de ser presidente de los Estados Unidos Mexicanos, consolidando su carrera ahora que como canciller, ha lidiado con Estados Unidos, convirtiéndose en el segundo poderoso al mando del pueblo de México.

Ambición, que también la tuvo su mentor, Manuel Camacho Solís, que no fue bendecido con la candidatura, porque políticamente eran otros tiempos donde el llamado Jefe de la Mafia del Poder neoliberal, Carlos Salinas de Gortari, ordenaba lo que se tenía que hacer en favor de la cofradía plutocrática del Revolucionario Institucional, clan que siempre ha encabezado en toda época.

El “carnal” Marcelo arrastra esa cruel idea desde el escandaloso sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando desde esa época era secretario de Gobierno del entonces Departamento del Distrito Federal (DDF).

Pero el señor canciller Ebrard siempre ha estado sometido a Andrés Manuel López Obrador. Ese intercambio de apoyos entre ambos data desde el año 2000, cuando el mismísimo costeñito se convirtió en el dolor de callos del ex presidente Salinas, a quien lo extorsionaba mensualmente con miles de millones de pesos y cuyos sobornos le eran entregados por el mismo Camacho.

Sin embargo, la relación se fortaleció en 2012, fecha en que Ebrard le cedió su candidatura al Peje, al competir por el Partido de la Revolución Democrática, partido al que traicionó y dejó en bancarrota el cual tuvo que ser rescatado por Rosario Robles Berlanga –entonces amante del empresario argentino Carlos Ahumada-, pidiéndole dinero “prestado” al ex presidente Salinas, así como al “amor de su vida”.

La chayo, como se le conoce desde su niñez, ahora es “presa política” del presidente Andrés Manuel López Obrador, hombre rencoroso y vengativo, que tuvo que actuar con el hígado para “saldar cuentas” como resultado de los video-escándalos donde varios políticos con suficiente poder, establecieron una quirúrgica intriga para derrumbar el lema de “honestidad valiente” y desprestigiar al PejeLagarto.

Marcelo entonces Jefe del Gobierno de la ciudad fue candidato por el partido Verde. Una encuesta entre el PejeLagarto y Chelito, se resolvió a favor de Marcelo. Pero éste le entregó su triunfo al tabasqueño, bajo la primicia de llegar a ser candidato presidencial a lo largo de sus carreras políticas, tiempos que están por favorecer al canciller.

Su “amistad” data en que Ebrard tenía el cargo de Secretario de Gobierno del entonces DDF, y en esa condición le correspondió entregar un portafolio con poco más de 35 millones de pesos al Peje, como recompensa por “por desgaste físico”, para “despejar” la Plaza de la Constitución. Esa componenda corrupta fue en 2006. Además de contratar 200 autobuses de lujo para transportar a los tabasqueños acampados en la plancha del Zócalo, a su lugar de origen, es decir hasta la ciudad de Villahermosa, Tabasco.

El líder de la “honestidad valiente” entendió que esa era la fórmula para hacerse de millonarios recursos, con sus presiones al Gobierno federal: bloqueos a pozos petroleros, de carreteras, o plantones en Paseo de la Reforma, convirtiéndose en un “caudillo de papel” que solo amedrentaba, poco actuaba, y poco eran efectivas sus amenazas con el desbordamiento social, pero detrás de todo esto, figuraban los millones de dólares que se le entregaron a López Obrador, como una fórmula de saldo a favor de sus extorsiones al salinismo.

Marcelo Luis Ebrard tiene mucha experiencia en las lides de Gobierno; se disfrazó de “guerrillero” para apoyar a Camacho Solís en su tarea de “pacificador” del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, en Chiapas. Su paso por la Jefatura de GDF, fue gracias a la “generosidad del PejeLagarto”, su labor no fue del todo eficiente.

Permitió la instalación de cientos de vendedores ambulantes, sobre todo de piratería; es un consumado demagogo; desde entonces, transformó a la capital de la República en un verdadero cochinero, la ciudad fue de las más contaminadas y en una de las más peligrosas de México, hasta hoy en día. Han proliferado los robos y asaltos a mano armada, secuestros exprés, multiplicación de tienditas de narcomenudeo, y trabajó con funcionarios corruptos bajo su mando.

Como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, fue cesado de ese importante y jugoso cargo debido a su forma pusilánime de comportarse. Su falta de decisión permitió el linchamiento de tres agentes federales en la delegación de Tláhuac. El entonces su jefe, el presidente Vicente Fox lo cesó en forma fulminante.

Como si fuera un pacto de entre “apaches”, el PejeLagarto como titular de Gobierno de la ciudad, lo acogió de inmediato y lo nombró secretario de Desarrollo Social. En esa condición promovió el matrimonio entre personas del mismo sexo. Fernando, uno de sus hermanos, murió de una penosa y larga enfermedad, se dice que fue de VIH, Sida.

Otro de sus hermanos, Enrique Camilo, fue acusado ante el ministerio público por diversos delitos -entre ellos, fraude- para no ser detenido por la entonces Procuraduría General de la República, tramitó y obtuvo la protección de la justicia, por medio de un amparo. La carpeta de investigación tiene el folio SEIDF/CGI/013/2015, el hermano del ahora poderoso funcionario en esta era del PejeLagarto. También la carpeta de investigación duerme el sueño de los justos o de los injustos, es decir, la impunidad en todo su esplendor.

Otro caso relacionado con el fraterno es lo relacionado con la compra de la residencia ahora presuntamente propiedad del canciller, ubicada en la Plaza Río de Janeiro. Al respecto, Marcelo como regente, no desaprovechó su cargo, y compró a precio de venta de garaje la casona en cuestión en Plaza Río de Janeiro 46, colonia Roma. Fue el motivo de la investigación de su fraterno Enrique. Al asunto se le dio carpetazo. ¡Qué bonita familia!, decían diputados locales y federales.

Con todas esas “recomendaciones”, Marcelo Ebrard obtuvo el título de “El Mejor Alcalde del Mundo”, no se tomó en cuenta el asunto del desvió de por lo menos 17 mil millones de pesos, en la construcción de la línea 12 del Metro, ahora conocida como la Línea de Oro, o la Línea Dorada, de donde el funcionario salió multimillonario ya que la desaparecida politóloga priista María de los Ángeles Moreno Uriegas, confesó a este reportero que “Marcelo es un raterote”, así con esas palabras.

En su momento, Andrés Manuel López Obrador, le tendió la mano a Marcelo para unirse a su equipo, a pesar de que en 2015 los legisladores lo acusaron de peculado, pagos indebidos, ejercicio indebido del servicio público, uso indebido de atribuciones y facultades y ejercicio abusivo de funciones, todo en torno a la Línea 12 del Metro.

López Obrador, compinche de Marcelo Ebrard, creyó que era una buena idea que regresara pues al fin y al cabo, nadie acusó al ahora canciller de México de “haberle robado formalmente a la Ciudad de México”; eso no ocurrió ni fue requerido para ninguna investigación y ahora sin pena, ni vergüenza pertenece al Gabinete del presidente mexicano que lo salvó del exilio.

De todo esto, como Jefe del Gobierno de la ciudad, de la concesión de las grúas, de anuncios en el Metrobús, y de sus “ganancias”, al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard Casaubón, señaló que “no tiene ni un peso”. No ha revelado de qué vivió en su largo exilio en la ciudad Luz, una de las ciudades más caras del mundo, como es París.

Ahora, en el sexenio de la ignominia cuyo estandarte es la Cuarta Transformación, al actual secretario de Relaciones Exteriores, ya se le conoce -y parece que le gusta el título-, como el vicepresidente de México.

El presidente de México y de la 4T, es decir el PejeLagarto, debe estar atento, tiene que vigilar y evitar que Marcelo siga creciendo y lo rebase. Si bien al canciller se le ha estigmatizado como “un lastre de corrupción”, paradójicamente combina su carrera política gracias a su experiencia, su inteligencia, su habilidad, su presencia políglota, y un arrastre de antecedentes negros que dan vergüenza.

Pese a todo esa pandémica carrera, en los pasillos y en centros de reunión de políticos, a Marcelo ya se le menciona como uno de los sucesores a la “Silla del Águila” a pesar de que AMLO todavía no cumple dos años en el cargo, pero que pareciera que ya les urge que termine el tabasqueño por la ruindad de su sexenio.

Tal vez, también, porque millones de ciudadanos rechazan la forma de “gobernar” del zafio tabasqueño, es decir, con Puño de Hierro, y porque la muerte de miles por Covid 19, para el PejeLagarto “es como un juego”. El lema mil veces repetido en esta etapa, y que es una de las mentiras más frecuentes, del “No Mentir. No Robar. No Traicionar”, tanto Andrés Manuel como Marcelo las practican con una consumada maestría.

Es la transformación que pretende Andrés Manuel tener a toda la Nación en la destrucción total, enferma y arrepentida de haberlo llevado al cargo más importante de México, la Presidencia de México, cargo que le quedó demasiado grande y que ha causado el furor del odio y el desencanto, que de forma contundente, se augura coyunturalmente que “un mil usos” podría ser también Presidente de México.

Un filósofo de la Casa de Justicia de la Ciudad de México, lamenta que “ya no haya políticos que dignifiquen el nombre de México” tanto interna como externamente, sino por el contrario, los improvisados situados en el fenómeno de la Oclocracia y su reacia necedad, han destruido la unión de toda la República.

Se ha sobrellevado a la degradación y al desamparo a millones de jóvenes presas del desempleo, el alcoholismo y la drogadicción, víctimas de sus políticos y de sus enclenques gobiernos que no fincaron esperanzas para encaminarlos en el andamiaje del desarrollo para consolidar un futuro mejor.

México está condenado a seguir siendo un país de pobres y miserables, predominando la clase reinante, contrastando la riqueza gracias a la desconfiguración que un perturbado ahora lo quiere transformar en socialista con tendencias criminalmente comunistas. ¿Seguirían votando por Morena con estas tendenciosas amenazas? ¡Ni qué pensarlo!



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