La discriminación de género se convierte en institucional
En un centro laboral había 3 compañeras (A con 25 años, B con 20 años, y la compañera C, con 6 años de antigüedad laboral respectivamente), ambas deseaban hacer una maestría, y por consiguiente iniciaron tramites, requisitos, entrevistas, exámenes, etcetera. Para ingresar a realizar este posgrado. Cabe mencionar que A y B no contaban con especialidad alguna ni contaban con otra experiencia laboral. Sin embargo la persona C tenía 30 años de experiencia profesional y contaba con dos especialidades
En el transcurso de estos trámites desertaron las compañeras A y B. La persona C (de 56 años de edad y ya jubilada por otra institución) continuo su gestión, logrando ingresar a esta maestría. Este caso lo tuvo que revisar el departamento encargado de la asignación de becas, los cuales comentaban que se le autorizará la beca a la persona C, de menor antigüedad laboral, mencionando “Si quiere estudiar que estudie”, porque en caso contrario se perdería la beca para próximas generaciones.
La Persona C continuo y termino su maestría, sintiendo la fortaleza de con esta nueva preparación contaba con más herramientas para su mejor desempeño personal y profesional.
Después de dos años de este posgrado regresa a laborar y su jefe inmediato (masculino) le indica que los espacios de preparación son para gente joven, que no debe quitarles la oportunidad de laborar en ese centro. Que ella ya cuenta con una jubilación por otra institución, y que debe dedicarse a actividades correspondientes a la tercera edad.
Podemos concluir señalando que el ambiente laboral se torna hostil y violento por comentarios discriminatorios y a pesar de esta experiencia negativa que vivió esta maestra, cuatro años después hace su tercera especialidad, fortaleciendo así su espíritu por aprender y sus deseos de superarse.
Vivimos en un mundo patriarcal donde la mujer es observada juzgada en todos los espacios. Es importante trabajar en la elaboración de variables para tener indicadores de género que permitan observar como estan construidas las instituciones y fortalecerlas; casos como estos, nos permiten observar como las mujeres nos desarrollamos intelectualmente y con posibilidades de amplíar nuestras intervenciones, nos transformamos y procuramos destruir nuestros cautiverios, construyendo así nuestra propia identidad y luchando contra el Techo de Cristal.