4T, enfermiza peste bubónica antidemocrática
El embarazo del neo-dictador, engendro del Diablo, la reencarnación del anti Cristo , el que afecta la armonía interior de los mexicanos, un presidente nazi, el manipulador del alma misma de toda la nación, rompiendo los eslabones de la justicia que caerán como relámpagos sobre el Caín de Macuspana, un insulto ético, un furioso sicópata inmensamente y peligroso para México y América Latina, el lambe botas de Donald Trump, el hazmerreír de payasos propios y extraños, el nuevo jefe de la mafia dictatorial de la inestable y recalcitrante izquierda, que ha transformado y degenerado el timón de desarrollo, junto con su 4T, en una enfermiza peste bubónica antidemocrática.
Y como lo predijera el filósofo Samuel P. Huttingtown: "El principal eje del conflicto mundial después de la guerra fría, sería entre la cultura y la religión. Es lo que sucede en la política mundial".
En síntesis, un astuto enfermizo que ejerce el poder despiadadamente provocando -como auténtico genocida- la inducción narcisista de la muerte al cancelar el presupuesto del sector salud, y una copia de la chachalaca foxiana, dejando sin escuelas a millones de niños, jóvenes, apartando de apoyos económicos a hombres y mujeres de la tercera edad.
López Obrador sigue siendo un gran peligro para México, y para el mundo entero.
México, al dejar de ser un país confiable para invertir, en los próximos 20 años detonará en la debacle como nación.
México será otra Cuba, otra Venezuela, donde antes de que cristalice sus cambios transformadores inclinadas al comunismo, cientos o miles de mexicanos agraviados, uno de tanto de ellos, estarán listos a convertirse en histórico magnicida.
Podría ser al muy estilo de José de León Toral, quien el 17 de julio de 1928 a las 14:20 de la tarde, hora del centro de México, asesinó a balazos al presidente electo Álvaro Obregón, sucesos ocurridos en el restaurante La Bombilla, ubicado en el barrio de San Ángel de la Ciudad de México. Obregón pretendía adueñarse de la Presidencia de la República, tal y como ahora ocurre con las ambiciones de Andrés Manuel López Obrador.
O la otra historia que protagonizó Mario Aburto Martínez, el hombre en que participó materialmente en un crimen de Estado anunciado con el asesinato de Luis Donaldo Colosio (1950-1994), candidato a Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional, ocurrió el miércoles 23 de marzo de 1994 a las 17:12 horas, hora del Pacífico, 19:12 horas, hora de la Ciudad de México, en un paupérrimo suburbio de la fronteriza ciudad de Tijuana, Baja California.
En la primera y tal vez única visita que realizara el izquierdista presidente Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos, para reunirse con su homólogo Donald Trump y firmar el Acuerdo de Libre Comercio, diversos sectores de la sociedad lamentan que EU y la justicia norteamericana “hayan tenido en sus propias narices a un narco presidente y no lo hayan detenido”. Incluso –coinciden jocosos- los gringos debieron aplicarle a la fast track la pena de muerte por inyección letal, por traicionar los principios de la democracia.
Lástima -afirman- México seguirá bajo "la lupa ciega" de un pueblo que no ve más allá de sus narices, la desesperanza de un tirano que solo ofrece a ser el peor y más peligroso de los sujetos que hayan llegado al poder legítimo, como Andrés Manuel López Obrador, asesino confeso de su hermano José Ramón López Obrador, consumado el 9 de junio de 1969.
¡Y de qué manera!
¡Vaya…, habilidad… para destrozar a México!
La vox populi dicta su sentencia: “El tabasqueño que bien parece más a un resentido salvadoreño, es un farsante presidente desequilibrado mental, con abyectas posturas cínicas y frivolidades para seguir engañando a los pobres de México, a quienes tiene hambreados –con tendencias socialcomunistoides-, para que obedezcan fanáticamente las ideas de un divergido y orate malévolo, protagonizado por Andrés Manuel López Obrador”.
Pero además, extraña evolución masoquista de supuestos seguidores de Andrés Manuel, se ha recrudecido en el resentimiento, la frustración y la impotencia, donde ya no hay abrazos ni besos, sino narco-balazos e indiferencia presidencial al su paso de sus giras presidenciales por todo el país, en momentos de la pandemia del Coronavirus.
No obstante de ello, a nivel internacional, se vislumbró a raíz de su visita a Washington, la complicidad de otros presidentes de corte izquierdista, es decir, de última hora, a López Obrador fue designado como un mandatario del Foro de San Paulo, delegando la responsabilidad a López Obrador de MORENA, para hacer lo que en su momento hizo Chávez de Venezuela: destruir a México, y acrecentar la tendencias socialcomunistoides en toda América, incluyendo al país más poderoso del mundo, Estados Unidos.