Arcángel Caído, “caído del Dedo del Señor”

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador tiene un gran resentimiento en el alma, luego de casi 20 años de luchar por llegar a la Primera Magistratura, demuestra su rencor y animadversión a los mexicanos, en especial contra las personas de la tercera edad, cuando la vox populi lo considera un patético anciano que no ha sabido gobernar a México, pese a seguir siendo un extraordinario país en el vaivén del concierto internacional de todas las naciones.

De acuerdo con sus recientes y estultas y diarias declaraciones, el arribo del Covid19, le cayó “como anillo al dedo” para incrementar su obsesión de eso que llama la Cuarta Transformación, y apoyado en su presencia matutina en sus monólogos transformadores en simplonas conferencia de prensa que diariamente, desestima la gravedad del letal virus.

Su obsesión genocida de demostrar su gran poder, ordenó diezmar con un recorte presupuestal al sector salud de casi un 70 por ciento, originando escasez de medicamentos, de equipo para el personal de salud, de saturación en hospitales y de miles de fallecimientos por el contagio del Coronavirus, cuando él, vestido de gorra e informal, durante unas vacaciones de fin de semana en Huatulco, Oaxaca, ni siquiera le preocupó ni la pandemia, ni el paso destructor del huracán Hanna, que flageló el noroeste de México, dejando una estela de desastres materiales y muertes.

Pareciera que Andrés Manuel es el ala más radical de su propio gobierno -El Arcángel Caído, “caído del Dedo del Señor”-; su enemigo es propiamente él, y por consiguiente continuamente se demanda su renuncia al cargo de la cartera del Ejecutivo federal en múltiples atrayentes y hechiceros memes que irremediablemente le han dado la vuelta al mundo.

Si bien el Estado es una maquinaria que no se detiene aunque mate a todos los hombres y mujeres que giran a su alrededor, en pocas palabras, es la defensa de su Estado que nunca terminará, donde halla a su favor el entreguismo de sus fieles chairos y zombis, incurriendo en colectivos pecados mortales como el robo, el saqueo, la mentira y la corrupción.

Filósofos universales dejaron testimonio que “la traición de los pueblos está en los genes de cada Nación”. Así se encuentra México, en un mosaico que paulatina y lastimosamente, el propio Caín de Macuspana se ha encargado de crispar a la sociedad en una coyuntura totalmente desorganizada –salvo algunos sectores conservadores-.

Imagen integrada. A pesar de ello, el presidente en repetidas ocasiones ha manifestado que la pandemia del Covid19, “no es peligrosa”, que “el letal virus ha sido domado”, que pueden salir a la calle con la familia, a comer en restaurantes, que el problema “no es grave”, que “ya se ve la luz el final del túnel”, y otras satíricas sandeces por el mismo corte.

El resultado es fatal, con gran indiferencia, y en plena emergencia sanitaria existen más de 44 mil muertos a consecuencia del mortal virus. El zafio tabasqueño, acude a comederos fifís en compañía de la auto-mal calificada “no Primera Dama de la Nación”, la dramaturga (de su desbarajustada vida) Beatriz Gutiérrez Müller.

La idea de aplicar una supuesta Austeridad Republicana, ha recortado recursos sin medida en todas las dependencias del gobierno federal, entre las más perjudicadas, son los relacionados con la salud.

Esa mala táctica ha originado la muerte de miles de víctimas, entre ellos al personal de salud, convirtiendo en automático a López Obrador en un auténtico genocida, que no le importa ni la vida de heroicos médicos, enfermeras, camilleros, y demás personal de salud, quienes navegan contracorriente al carecer de insumos para trabajar, careciendo asimismo de los más elementales equipos, sumándose la no distribución de medicamentos y espacio para recibir a nuevos contagiados.

En consecuencia, entre los fallecidos por el letal Covid19, están los mexicanos de escasos recursos que acuden a los hospitales dependientes de la Secretaría de Salud.

El personal médico no ha dejado de atender la emergencia sanitaria a los miles de enfermos, a pesar de las carencias y del peligro de contagio, y de la falta de equipo adecuado.

Las protestas del personal de bata blanca no han sido escuchadas por el secretario de Salud, doctor Jorge Alcocer, quien juega el infame papel de florero. Es decir, no está tomado en cuenta en el gabinete del Peje, en esta etapa de emergencia médica nacional.

AMLO comisionó al subsecretario de salud, el doctor Hugo López Gatell, como vocero oficial de la pandemia, que se mimetizó con la conducta del presidente: tiene una alta dosis de estulticia, es mendaz, y tiene la costumbre de falsificar los número de contagiados, y de víctimas fatales.

Con la especialidad de epidemiólogo, el científico sacrificó su prestigio por su docilidad ante el tabasqueño y por su ya adicción a los micrófonos y a la efímera fama.

Y opacó con su presencia diaria ante las cámaras de televisión en red nacional, al titular de la SSA que –se insiste entre los organismos gubernamentales-, no es tomado en cuenta por Andrés Manuel López Obrador.

Por sus males acciones, el veredicto popular para el tabasqueño es dramático, porque ahora es comparado con el führer Adolfo Hitler, en tanto que Gatell, como el doctor Josef Mengele, el Ángel de la Muerte, quien hacía experimentos con los judíos que ya estaban destinados a ser exterminados en los campos nazis de Auschwitz. López Obrador es comparado por esos dos personajes del pasado por su estulticia, al negar sistémicamente recursos económicos al sector salud de México.

Frente a sus turbadoras acciones, también sobresale la idea de que AMLO tiene el afán de eliminar a los enfermos de la tercera edad, y a los mexicanos que sufren enfermedades crónicas degenerativas, a los menores con cáncer, a las personas que padecen del VIH y en general, personas que luchan contra un problema grave de salud.

Su plan de austeridad se refleja al no proporcionarles la atención médica necesaria, ni entregarles los medicamentos adecuados, ni atenderlos en los hospitales oficiales o institucionales.

En solo dos años de haber llegado a la Presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador refleja su verdadera personalidad y ese rostro simbiótico del mesianismo: “Jamás ha dejado de ser un ente resentido, vengativo, mentiroso, ambicioso, y lo más grave, ignorante”, advierte el pueblo inteligente, más no “sabio” que está controlado por la mente obtusa del tabasqueño.

Su obsesión por concluir con sus tres caprichos: la construcción del Tren Maya, que de acuerdo con su diminuto criterio, sería para detonar la economía de la Península, sin considerar los daños que provocará a decenas de zonas arqueológicas en Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

La construcción de la refinería Dos Bocas, en una zona pantanosa y sin entender que, en unos años, el petróleo que es un combustible fósil no renovable, será sustituido por otras fuentes de energía.

De la reconstrucción del aeropuerto de Santa Lucia, en la que participan cientos de militares, se enfrenta a varios obstáculos, la presencia de un cerro (que no previeron antes), la propiedad de predios que reclaman los lugareños y la inviabilidad para las conexiones con el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.

Esta obra es la menos criticable, debido a que será con la ampliación de un aeropuerto militar, que necesitaba una urgente actualización. En las tres obras “emblemáticas” del cerril tabasqueño, se han invertido decenas de millones de pesos, en perjuicio de la buena marcha de la deficiente administración.

Queda pendiente la propuesta para un nuevo sistema de pensiones, que es un gran engaño, un ejemplo de demagogia, que burla la esperanza de miles de trabajadores al servicio de la iniciativa privada que esperan una pensión para una vejez digna, pero con López Obrador, “es preferible morir en la raya que en la arrogancia de un enfermo mental que ha destruido no solo las instituciones democráticas de la Nación, sino crispado a la sociedad en su conjunto”.

La aplicación de la llamada Austeridad Republicana ha frenado la buena marcha de la administración pública federal, y conduciendo a México en otra Cuba-Venezuela. México se enfrenta a un anciano perturbado y genocida que su mesianismo lo ha ensalzado al negarse a prestar ayuda gubernamental como es también el caso del Huracán Hanna, que ha azotado el noroeste de México, multiplicándose las emergencias hospitalarias en su amplia gama exponencial.

Necesario anunciar que a partir del 1 de enero del 2021, México deberá apoyar con mil millones de dólares anuales al narco-siniestro Foro de Sao Paulo, para la expansión y consolidación del socialismo XXI en todos los países de América Latina.

Y mil millones de dólares más a Cuba para el desarrollo de armamento bélico que pudiera ser utilizado para confrontar cualquier intervención de Estados Unidos, en cuya estrategia, López le está jugando al doble “narco-peligro”, entre la izquierda neoliberal y el imperio yanqui.

Es pertinente ajustar algunas inquietudes, pese a todo ello: “¿Alguien creyó que el apoyo financiero durante 12 años al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) fue solo por simpatía de su líder?

¿Y quién cree -estimado lector- pagará ese dinero cuando López anda regalando lo que no es suyo y cuya riqueza económica y financiera es de los mexicanos, abatidos tanto en la salud y por tolerar a un mal gobierno que lo conduce cada día a la muerte?

La explosividad social está más que llamando a la puerta, la invasión a Palacio es inminente a través de una revuelta nacional sin precedentes, todo porque el presidente tiene una mente pobre y obtusa.

Aunado a ello, su reciente renunciado secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Esprieú, confesó a través de su cuenta de Twett: “Me decepcionó la 4T, no era lo que esperaba, desde hace mucho quise salirme pero no era permitido desistir. Entiendo el más repudio a la 4T y morena”.

Al sentenciar que “México no tiene presidente”, por su parte, la Barra de Abogados Democráticos anunciaron que en breve, como una alerta al coronavirus, acusarán a López Obrador ante la Corte Penal Internacional por Crímenes de Lesa Humanidad, ante la incontrolable pandemia, que al igual que su par brasileño Jair Bolsonaro, ambos han perpetuado los riesgos de contagio por Covid19.

En redes sociales, advierten que el Foro de Sao Paulo es promovido por capitalistas conservadores, por comunistas dictatoriales y por socialistas acomodados, donde el llamado #PrietaNarcoMorena, la esperanza de muerte, a partir de México y toda América Latina, tienen una ordenanza para cumplir con el protocolo del citado Foro, receptáculo de narco presidente

manipulados por el poder separatista de las narco mafias de Estados Unidos de Donald Trump.