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PESQUISA POLÍTICA


A COMEDORES COMUNITARIOS URGE DARLES PRODUCTOS DE CALIDAD

Intereses económicos y políticos de la Secretaria de Desarrollo Social de la CDMX, impiden que los Comedores Comunitarios cumplan con su función para la que fueron creados, alimentar a gente de pocos recursos económicos con comida sana, nutritiva, de calidad, balanceada y variada.

Durante una investigación realizada por la Revista Portal “Cuestión Chronos” se descubrió que las autoridades correspondientes, a los verdaderos comedores, no los apoyan con los productos necesarios para cumplir con el derecho a la alimentación de los más necesitados.

Quedo al descubierto que inmuebles dados de alta como comedores comunitarios, no cumplen con los requisitos que marca la normativa, deben de dar servicio en zonas de alta marginación, y no como en la zona residencial Campestre Churubusco de la alcaldía Coyoacán, Miguel Hidalgo, Cuahutemoc, entre otras

Inexplicablemente, en ese lugar como en otros muchos más ubicados en diferentes partes de la Ciudad, reciben apoyos económicos mayores con gente “fantasma”, y a los verdaderos comedores comunitarios, solo les entregan “promesas y amenazas”.

Los verdaderos comedores comunitarios sufren persecución, hostigamiento cuando protestan.

Inexplicablemente después de diez años de trabajar, sin parar ni detener el servicio, los servidores públicos de la Dirección de Comedores sociales Bertha Noelia Mares Silva y Subdirección de Comedores Comunitarios Manuel Ascencio Retolaza, reducen raciones 100 a 50 diarias, para dárselos a otros que no cumplen con las normas.

Comedores comunitarios, ”fantasmas”, ubicados en zonas residenciales, canalizan la mayor parte de la ayuda, supuestamente destinada a la gente de pocos recursos económicos, y que sirven a sus intereses personales y son beneficiados sin dar el servicio popular.

Urge se reforme la gaceta oficial de CDMX a beneficio de los comedores comunitarios. Agregando no solo productos no perecederos sino también perecederos.

Los encargados de este servicio hacen milagros, como “las bartolas modernas”, con dos pesos, pagan luz, renta, gas, y los productos para darle de comer a la gente más necesitada, finalmente estas personas salen poniendo de su bolsa”.

Las autoridades de la Secretaría según de Inclusión y bienestar social SIBISO, antes Desarrollo Social, de la CDMX, no reconoce la labor a favor de la alimentación de quien más lo necesita.

Se les da comida chatarra, sopa, sal, arroz, frijol, con o sin gorgojo, tortilla, galletas, nopales echados a perder. Un menú por cierto que nada tiene que ver con el plato del buen comer.

Recientemente se llevaron a cabo acciones de mejora, solicitud que lleva años haciéndose por la falta de apoyos, donde solicitaron se proporcione alimentos con proteínas, vitaminas, minerales entre otros.

Está lucha que costó la vida de una encargada de un comedor comunitario Guadalupe Beltrán, que se ubica en la Avenida Benito Juárez de la Alcaldía de Iztapalapa. Durante el gobierno del ahora Senador Miguel Mancera, le dieron muerte por denunciar anomalías y corrupción en los comedores. Hasta el momento no se ha esclarecido el crimen, para las autoridades fue intento de robo.

La gente está siendo mal alimentada con productos de un solo elemento.

Finalmente, este año se les informó que podrían disponer de carne, verduras, frutas, lácteos. Pero poco duro el beneficio, un mes. Todo quedo en buenas intenciones porque se regresó a lo mismo.

La disputa entre los grupos que operan dentro de la Dirección de comedores sociales Bertha Noelia Mares Silva y Subdirección de Comedores Comunitarios Manuel Ascencio Retolaza, permitió nuevamente a lo mismo, y a partir del primero de septiembre del presente año cambian los compromisos hechos con todos los comedores de la Ciudad.

A principio de año se les quitó la posibilidad de agregar productos perecederos y lo que es peor con amenazas, intimidaciones, represión, quitan arbitrariamente el apoyo.

Estas acciones corruptas solo benefician a gente recomendada, sus favoritos que tienen que ver con intereses personales, sin tomar en cuenta que en estos momentos de crisis económica y de salud, se debe de apoyar al necesitado.

Ahora hasta estrés, acoso constante, supervisiones extremas de tres a cinco días hasta más y amenazas de baja definitiva si no se somete el encargado o encargada a su política corrupta.

Nuevamente viven persecución, hostigamiento como en los tiempos de Mancera. No pueden trabajar en esas condiciones, pues a los funcionarios, lo que menos les importa es la comunidad.

Tratan a la gente de los verdaderos comedores comunitarios, como sus trabajadores, como limosneras y limosneros, como si el programa fuera de ellos.

Estos funcionarios se están olvidando de la labor social, solo están viendo sus intereses políticos y beneficios personales y monetarios porque están olvidando la ayuda que mucha gente, en estos momentos necesita.

Estas personas, la de los comedores, no son trabajadoras ni trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (GCDMX, sirven con lealtad a la comunidad que lo necesita, ellos si tienen vínculos con su labor social en las zonas marginadas.

Con 11 pesos reciben, “como la bartola”, las gentes de los comedores comunitarios, y de allí tienen que pagar, sueldos de las personas quienes apoyan, agua, luz, gas, descomposturas, estufas que han explotado y esto no lo toman en cuenta porque se les dio de mala calidad, renta y comprar los productos para alimentar a las personas que paga 10 pesos por servicio completo.

Todo esto es caro, es decir, están hablando de gastos semanales de aproximadamente 20 mil pesos. Para 200 personas aproximadamente.

En todo se fija el gobierno menos en que todo sube como la carne, verduras y todavía en la nueva gaceta del primero de septiembre del presente año se hablaba de apoyar a la gente necesitada, pero solo quedo en letra muerta.

No es justo el equilibrio para los comedores comunitarios que están haciendo mucho, sobre todo en estos momentos, basta echarle un ojo a las nuevas reglas de operación, solo se benefician entre ellos, mientras el comedor se le amenaza.

Sabemos que no es negocio, pero la Secretaria de Economía capitalina podría aportar algo.

Hay supervisiones exageradas, como si mucho apoyaran la noble labor que realizan aun en pandemia, sus monitores no tienen medidas de seguridad e higiene.

Estos funcionarios de Desarrollo Social, prohíben adquirir carne, huevo, verduras, frutas, semillas, productos lácteos, etc., quieren que compre, con 11 pesos, alimentos altos en carbohidratos.

No están asesorados por nutriólogos. Son gente que responde solo a grupos políticos, sin la menor sensibilidad humana.

Solo entregan recursos para cosas que no sirven sin balance de proteínas, vitaminas, minerales, etc.

Lo único que hacen los comedores comunitarios es engordar a la gente. Es una pésima alimentación. Un inadecuado aporte de calorías, carbohidratos de carbono, proteínas y lípidos. Comida Chatarra.

No tienen por qué estar coaptando esta labor social como ellos se les ocurre, dejan a un lado el derecho a la alimentación.

Es importante implementar acciones integrales coordinadas para combatir el problema y reforzar la medida que se apeguen a fomentar una buena alimentación, la adopción de hábitos de alimentación saludables”.

Los encargados de los comedores comunitarios piden a los diputados del Congreso de la Ciudad de México (CCDMX), su atención porque consideran un Punto de Acuerdo, de Urgente y Obvia Resolución, para contemplar, en los comedores comunitarios alimentos perecederos, para combatir los efectos adversos de este problema de salud pública.

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