Linchamiento en Puebla expresión de estado fallido
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el instituto Nacional de Investigaciones Sociales, presentaron un documento en el 2019 un Informe Especial sobre los Linchamientos en el Territorio Nacional, en donde señalan que la presencia de ellos manifiestan una grave crisis en materia de inseguridad, violencia e impunidad; la sociedad esta expresando su sentir de alejamiento, incapacidad, impunidad y desconfianza de las autoridades.
El gobierno Federal, Estatal y Municipal muestran una incapacidad por mantener el Monopolio legitimo de la fuerza y el control sobre su territorio, no están garantizando la aplicación de la ley y la seguridad de la población, funciones que son base fundamental y de no aplicarlas es síntoma de que hay una crisis de autoridad y de las instituciones.
Los linchamientos son actos ilícitos, que debilitan las instituciones democráticas, violentan derechos humanos y contribuyen a debilitar o imposibilitar el acceso a la justicia.
En ese sentido los medios de comunicación, la prensa es la que le da seguimiento y visibiliza los casos de linchamiento por que las autoridades no quieren o simplemente no investigan.
Según este informe, en un acto de linchamiento existe varias situaciones:
1. El sentir de la comunidad de desconfianza, ineficiencia e incompetencia por parte de la autoridad para brindar la seguridad; esto junto con la idea de algunos grupos sociales de que pueden actuar impunemente.
2. La acción colectiva obliga al anonimato, algunas personas acostumbran a cubrirse el rostro para no ser identificados. Los espectadores suelen tener una intervención indirecta y pasiva al no evitar estos actos inhumanos, incluso al impedir que los cuerpos de seguridad pública ingresen a la zona de conflicto para el rescate de las víctimas y realicen la detención de los responsables.
3. La evaluación de riesgos es un factor determinante en el rescate de las víctimas. Las corporaciones de seguridad pública al arribar al lugar del evento, miden el nivel de violencia y el número de elementos frente a la población y suelen concluir que no existen las condiciones de diálogo o que son ampliamente superados, sin recurrir previamente a técnicas de disuasión, dispersión y control de masas. Otro aspecto a resaltar es la inexistencia, y en su caso, falta de homologación de protocolos de prevención y atención en casos de linchamientos, los cuales resultan críticos en la actuación de los cuerpos policiacos ya que en la mayoría de los casos el desempeño de las autoridades encargadas de la seguridad de la población resulta poco efectivopara atender un caso de linchamiento.
4. Posterior al linchamiento, en ocasiones las autoridades en un ánimo de evadir sus responsabilidades suelen minimizar los hechos, bajo el argumento de que las personas fallecidas contaban con antecedentes penales o existía el señalamiento directo de la víctima; aprobando con ello, la conducta cometida por los perpetradores, dejando de lado la necesidad de investigar los hechos en su totalidad y deslindar las responsabilidades que correspondan. Asimismo, los distintos niveles de gobierno suelen responsabilizarse mutuamente, buscando eximirse de los hechos al establecer que «el linchamiento fue perpetrado por particulares». Por lo que las investigaciones sólo se dirigen a éstos, sin indagar las acciones y omisiones de funcionarios que tuviero conocimiento e intervinieron en el evento.
5. La falta de seguimiento a casos de linchamiento por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, resulta ser otro factor determinante en la atención y erradicación del fenómeno, pues en el mejor de los casos, las autoridades responsables reportan la apertura de una carpeta de investigación y, en contadas ocasiones, se reportan detenidos, se investiga o se da seguimiento al caso, según el impacto mediático que tuvo el linchamiento.
En el caso de Puebla son 9 los casos de linchamiento registrados en Puebla:
A principios de enero un presunto ladrón fue linchado en el municipio de Huaquechula.
El 28 de febrero un sujeto de aproximadamente 40 años de edad fue linchado dentro del mercado Morelos por un grupo de al menos 70 personas.
El 6 de mayo un par de sujetos fueron linchados y posteriormente sus cuerpos fueron calcinados dentro de un automóvil compacto en el que viajaban y que fue hallado en terrenos de cultivo en Los Ángeles Tetela, junta auxiliar de Puebla capital.
El 9 de agosto un grupo de pobladores enardecidos de San Marcos Tlacoyalco, junta auxiliar de Tlacotepec de Benito Juárez, linchó a un hombre que fue acusado de intentar secuestrar a un menor de edad, aunque luego se supo que se trató de un empleado de cableado subcontratado por la firma Megacable; en Huixcolotla el 19 de agosto un hombre de entre 20 y 25 años fue acusado de intentar robar una camioneta, retenido, golpeado y lapidado el 6 de agosto un presunto ladrón de entre 30 a 35 años murió en los separos de la Policía Municipal de Acajete.
En Octubre Edmunda Adela y Arturo fueron retenidos cuando se encontraban de paso por el municipio poblano de San Nicolás Buenos Aires, en la junta auxiliar de Emilio Portes Gil, a unos 130 kilómetros de la capital de la entidad.
En Puebla Se tiene registrados 129 intentos de linchamientos en 41 municipios diferentes, aunque las policías de la entidad, la Guardia Nacional, y el Ejército lograron rescatar a tiempo a 192 personas; Puebla es la segunda ciudad en linchamientos.