La emergencia sanitaria también atañe a humanistas y científicos sociales
La Filosofía forma ciudadanos responsables, críticos, capaces de pensar por su cuenta, de argumentar en contra o a favor de una decisión y, sobre todo, ponerse de acuerdo por medio de la razón, consideraron los académicos del Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIF) de la UNAM Aurelia Valero Pie y Guillermo Hurtado Pérez.
Los especialistas participaron en la mesa ¿Cómo sería México sin Filosofía?, que formó parte del encuentro Día Mundial de la Filosofía 2020, la cual fue moderada por la coordinadora de Humanidades, Guadalupe Valencia García, quien aseguró:
Esa materia es una antiquísima disciplina que se cultiva en la UNAM, que se enseña y se investiga, genera debates, encuentros y, a veces, desencuentros; principalmente nos acerca a la divulgación.
“La disciplina nos lleva a preguntarnos, a indagar sobre el mundo, la existencia y sobre nuestras formas de ser y de estar en el mundo o en los mundos históricos y sociales”, aseveró.
En tanto, Aurelia Valero Pie y Guillermo Hurtado Pérez acotaron que es imposible imaginar un México sin la Filosofía porque significaría eliminar el deseo de descubrir, la capacidad de cuestionar, condiciones fundamentales del ser humano
La emergencia sanitaria que hoy se vive en primer momento fue urgencia de médicos y biólogos, con el paso de los días fue evidente que también es un asunto que atañe a humanistas y científicos sociales, resaltaron.
Aurelia Valero indicó: estos meses en que nos hemos visto privados de cosas, situaciones, convivencias que dábamos por sentadas, la Filosofía se convirtió en el principal instrumento para volver a replantear nuestras relaciones con el cuerpo, con el otro, el contacto físico, la seguridad de los espacios, la desigualdad y, principalmente, el mundo que queremos.
En la mesa ¿Cómo sería México sin Filosofía?, Valero Pie preguntó: “qué sería de la educación en México sin Gabino Barreda o cómo serían la UNAM y la SEP sin José Vasconcelos; la historia del movimiento obrero sin un Vicente Lombardo Toledano; o bien, el movimiento zapatista sin un Luis Villoro.
“No estoy sugiriendo que estos procesos, grupos e instituciones no existirían en ausencia de la participación de estos destacados filósofos; nos permite identificar su peso específico, el sello que imprimieron en cada una de estas participaciones”, acotó Valero Pie.
Si recorremos la historia de México, añadió, veremos que algunos de estos escenarios no están tan alejados de la imaginación; podemos recordar algunos episodios en los que efectivamente se silenció, condenó al exilio o se encarceló a distintos pensadores y filósofos.
Ante ello, no sorprende que en más de una ocasión a la Filosofía se le haya considerado un estorbo al poder, en particular aquel que se funda en la fuerza o en la inercia de la tradición. Incluso los propios conciudadanos puedan llegar a considerarla molesta o incómoda. La filosofía reta, cuestiona, nos obliga a salir de la comodidad de nuestras creencias, al menos a dar razón de ellas.
Constituye un antídoto contra la ortodoxia, el dogmatismo al igual que un motor de transformación que se rige por la razón y por una sincera búsqueda de verdad, precisó Aurelia Valero.
Para Guillermo Hurtado Pérez es una de las grandes fortalezas de la Universidad, es constitutiva del espíritu universitario, y puntualizó que México es el único país del orbe en el que está protegida a nivel constitucional, lo cual es un ejemplo mundial.
Precisó que esta disciplina forma ciudadanos responsables, críticos, capaces de argumentar en contra de una decisión, pero también de argumentar a favor y, sobre todo, capaces de ponerse de acuerdo por medio de la razón.
Consideró que debe ser accesible dentro y fuera del aula, acompañarnos a lo largo de la vida, desde la educación básica hasta el posgrado.
Toca al Estado su labor educativa general, incluso la educación continua, ofrecer elementos para que la filosofía esté presente en todas las etapas de nuestra vida.
El ciclo de conferencias fue organizado por la Coordinación de Humanidades, en colaboración con la Dirección General de Divulgación de las Humanidades, el Instituto de Investigaciones Filosóficas, el Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África, así como por las facultades de Filosofía y Letras, y de Estudios Superiores Acatlán.