AMLO no soporta preguntas hostiles de periodistas críticos.

….BLAS A. BUENDÍA…………………. ……

Si bien se considera que “su popularidad no responde a resultados”, la sociedad quedó una vez más boquiabierta al presenciar en cadena nacional, un desenlace violento que sostuvieron el presidente Andrés Manuel López Obrador y el connotado periodista Jorge Gilberto Ramos Ávalos, mejor conocido como “Jorge Ramos”, de la cadena Univisión, quien en un intercambio de recriminaciones, lo acusó de presidir “el gobierno más violento de la historia moderna de México”, por la desenfrenada espiral criminal donde más de 126 mil 200 mexicanos han sido arteramente asesinados.

No solo todo México se enteró, sino Univisión hizo llegar su transmisión hertziana a los Estados Unidos de Norteamérica y a 16 países de Latinoamérica, presentando a un Ejecutivo mexicano “engreído, tonto y corto de entendimiento, que ante las mismísimas cifras oficiales, se negó la fundamentación crítica que Jorge Ramos le hizo saber que cada día se acrecientan los homicidios dolosos.

Por demás “ignorante el mandatario mexicano, su falta de inteligencia o de razón”, lo ha orillado a cometer errores garrafales, mostrándose como un político imberbe desenmascarándose de su rostro mesiánico que es muy propio de esos oclócratas que radian odio en contra de sus semejantes, situación que a nivel global, existe una tendencia congruente que es la de “detener la escalada del comunismo”, toda vez que es trabajo de todas las sociedades del planeta.

La tensión sicológica por el surgimiento de este tipo de personajes, transforman al mundo entero vivir momentos electrizantes, más aún, frente a ese artificio oscurantista que se desborda en la arrogante tosquedad, López Obrador emula a de los dictadores que han sido emisarios de la muerte.

Terco y porfiado en lo que hace o dice y que finalmente no reconoce que sus propios colaboradores malinterpretan el capricho de su mal gobierno, el presidente sigue siendo acremente censurado por las plumas de gran prestigio internacional, todo por su supina forma de gobernar a un gran país como es México.

Jaime Bayly Letts, escritor y presentador crítico de televisión, un periodista peruano naturalizado estadounidense, radicado en Miami, aplaudió una vez más la valentía del mexicano Jorge Ramos, al plantarse ante el presidente Andrés, para increparle que su gobierno no sirve para nada.

Bayly se pitorreó de Andrés Manuel López Obrador, al analizar el intercambio de palabras que el periodista Jorge Ramos, ciertamente lo arrinconó en una de sus famosas conferencias mañaneras.

Si bien en el argot periodístico se advierte que un buen periodista debe plantear cuestionamientos ásperos y hostiles “para sacar la nota de ocho columnas”, Jorge Ramos buscó los flancos vulnerables de su interlocutor, del hombre que ocupa la escena del poder, en tanto que el poderoso se revolcaba, se agitaba siendo superado por la inercia democrática por no saber responder a preguntas difíciles.

Esto pasó entre López Obrador y Jorge Ramos, en un intercambio de ideas que se transformó en un “terremoto” periodístico, porque el comunicólogo ya tiene experiencia de tratar a todo este tipo de personajes, ya sean de izquierda, de derecha, de un demócrata o de un dictador.

Lastimosamente, el perfil de López Obrador no lo ayuda en tener un buen posicionamiento, ya que —como lo señala Bayly— tiene un discurso soso, pesaroso, plumbio (semejanza de un irónico plomero que es excesivamente aburrido), que es como tomar somníferos.

Las preguntas de Jorge Ramos lo despertaron un poquito, y Jorge con datos en la mano, confiables, acusó a López Obrador de presidir un gobierno que ha sido el más violento de la historia moderna de México, en materia de homicidios culposos. Y claramente, López Obrador se sobresaltó.

El intercambio virulento de ambos personajes fue prácticamente “insociable”, en cuyo diálogo el Ejecutivo trató de “tirarle línea” al periodista para ocultar sus legítimos razonamientos basados en las cifras oficiales de su propio gobierno de la 4º.

Jorge Ramos (JR). Debo empezar con malas noticias. Su gobierno ya es el más violento en la historia moderna de México. Desde que usted llegó al poder, ha habido 126 mil 206 mexicanos asesinados. ¿Esto qué significa, señor presidente, a pesar de las cifras que nos ha dado, su estrategia de seguridad no ha funcionado?

Andrés Manuel López Obrador (AMLO). No coincido contigo. No estoy de acuerdo y considero que no tienes razón.

JR.- ¿Pero en qué parte no tengo razón?, estos son datos de su gobierno...

AMLO.- Esto es cosa de cómo los presentas tú, y cómo consideramos nosotros, deben de darse a conocer.

JR.- Es que ya es el gobierno más violento de toda la historia de México, y usted no quiere pasar de este gobierno…

AMLO.- No, no, no…, —repeló el Ejecutivo federal— no es cierto lo que tú dices; no.

Al respecto, Bayly consideró que “la política absurda y boba” de López Obrador, de reiterar “abrazos, no balazos”, ha traído menos “abrazos” que “balazos” por supuesto, porque a los criminales a quienes uno no puede ir abrazar, actúan con plena impunidad. “Entonces, López Obrador, a los criminales les propone abrazos, pero ellos responden con balazos, y muere un montón de gente inocente y esto es lo que está ocurriendo en México”.

Calificó al mandatario mexicano de “negligente y pusilánime”, porque —subrayó— “se ha rendido ante los narco, porque éstos tienen más poder que el Ejecutivo federal, así como a los militares y los cuerpos policiales”.

Los narco —añadió— hacen lo que quieren en México, y todos los días muere un montón de gente y esto es lo que está puntualizando, con razón, Jorge Ramos, quien además le precisó a López Obrador —que es un personaje fabulosamente escurridizo—,lo gobierna el cinismo para negar los hechos, que no se estaba de Crímenes de Estado, sino se estaba refiriendo a homicidios dolosos, ocurridos en México desde el primer día de su desastroso gobierno.

JR.- No hablo de Crímenes de Estado, sino que estoy hablando de qué gobierno tiene más homicidios dolosos que el suyo.

AMLO.- ¡No! —respondió tajante.

JR.- Pero presidente, están las cifras aquí… ¿O sea, no los acepta…?

AMLO.- No. Pero ya te lo expliqué (¿…?). Nada más que el grupo Sinaloa, el Grupo Jalisco, el Cartel de los Zetas, el Cartel de…

Es injusto, afirmó Bayly, decirle a Jorge Ramos que siga callado como momia, ante los predecesores de López Obrador, ya que —subrayó—, “yo he visto a Jorge Ramos interpelar con ánimo pugnaz a Fox, a Calderón, a Peña Nieto. Incluyo, se vio más agresivo con Calderón que con Peña Nieto, que ahora con Obrador.

En este sentido, Bayly aclaró que nadie está acusando a López Obrador de que él ha propiciado la proliferación de más grupos de narcotraficantes en México, sino que Ramos lo está increpando que no ha hecho nada contra los narcotraficantes, de tal suerte que cuando él dice “los anteriores hicieron un contubernio, una cohabitación con los narcos, no, es ahora el contubernio, es ahora la cristalización de esos actos indebidos”.

Puso como ejemplo cuando las fuerzas armadas detuvieron al hijo de uno de los narcotraficantes más lesivos de México, el Chapo Guzmán. El Ejecutivo fue condescendiente con el chapito de dejarlo ir, “lo que significa que eso es una regresión, una capitulación moral”.

Y el hecho de presumir a cada día “abrazos, no balazos”, significa que es una broma cruel, en un país donde muere tanta gente inocente. “Por eso la inquisición vigorosa de Jorge Ramos es de celebrarse, pero pareciera que esto es un gobierno de los muertos”.

Ahora, decirlo con todas sus palabras, “López Obrador tiene una piel de elefante, es un cínico y un descarado”, lo que denota que “es un hombre muy limitado intelectualmente, porque se observa cuando habla”.

Se niega a reconocer que quienes son víctimas de este genocidio, son los mexicanos de a pie, porque permanentemente están amenazados; la inseguridad ciudadana es tan brutal en México que los narco hacen lo que quieren, incluso en los polos turísticos, entran a restaurantes y a hoteles sin que nadie los molesten; lo cruel de todo esto, es que matan a personas en las playas, y López Obrador mira hacia otro lado como si él no tuviera la culpa o la responsabilidad de atajar ese fenómeno, el cual es muy grave, concluyó.