Autoridades indolentes, soslayan el estado del Derecho con ocurrencias

. BLAS A. BUENDÍA. ………………………..

En este 2023, Andrés Manuel López Obrador hace toda clase de equilibrios y busca las formulas políticas más sofisticadas para acceder a dar continuidad al poder de su Cuarta Transformación de la Nación, pero lastimosamente hace caso omiso para respetar los preceptos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que, para rematar, les permite que haya autoridades indolentes, las cuales soslayan el Estado de Derecho con aberrantes ocurrencias de gobernanza.

Acusó lo anterior la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., al hacer un somero balance de la actual administración en materia de Justicia, que en lugar de coadyuvar a la pronta solución de abatir los altos índices de inseguridad, echa a funcionar el motor de la impunidad en los recintos del Derecho que son ámbitos donde se debe prevenir las actuaciones de la delincuencia organizada.

Propuso al Ejecutivo federal que una de las “defensas sencillas” es venerar el Estado del Derecho, toda vez que en la praxis, prevalece la ineficacia desde el estricto punto de vista jurídico, pero útil a su parecer desde su perspectiva política, es el de recurrir, denostar y tratar de destruir a nuestras instituciones republicanas.

“No es legal ello desde una perspectiva de nuestro juicio de amparo, pero para aquellos gobernados y seguidores de sus ocurrencias de gobernanza que están dispuestos a dejarse engañar benévola y políticamente, les parece suficiente”, señaló la citada Academia, para rematar

“En un momento determinado del ayer, dos ilustres mexicanos (Otero y Rejón) fueron los pioneros de nuestro juicio de amparo. Entonces —hace ya algún tiempo—, en México no resulta fácil que la autoridad cometa actos de arbitrariedad”, precisó.

Alertó: “Es la época en que en los Estados Unidos Mexicanos, cuando un gobernante quiere imponer actos de abuso de poder, los gobernados, le ponen coto intempestivamente incoando un juicio constitucional.

Es a partir de este legítimo derecho de los gobernantes, ponen nerviosos a las figuras de deben cumplir con la ley”Sin embargo, la ocurrencia del Ejecutivo en el estricto sentido malévolo: “A mí no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, esa acción abre la puerta para denostar a los agentes de poder, pese a que aun con esas fallas, reconoce que “paralizar los actos arbitrarios o ignorantes de la autoridad, significa mucho en el control de la justicia; pero para algunos constituye un serio obstáculo para hacer valer su pretendida autoridad”.

La expresión Derecho de Amparo —aclara la Academia— es muy afortunada para nosotros los mexicanos. Para entender qué cosa es ese derecho, a la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, le parece buen camino decir que existen reglas sobre las que se levanta la estructura del sistema de defensa del gobernado contra las injustas órdenes de la autoridad.

El primero de esos cartabones —mencionó la institución Académica— crea la Justicia de la Unión (léase el Poder Judicial de la Federación), deposita su ejercicio en nuestros Órganos Jurisdiccionales. Ésta regla declara la independencia de la justicia. Independencia, como bien expresaba aquella toga de dignidad del Juez de Distrito Alfonso Jiménez O’farril: “Que no debe de obedecer las órdenes del gobierno”

La segunda regla en síntesis expresa que los tribunales resolverán toda controversia que se suscite: “Por leyes o actos de autoridad que violen las garantías individuales

“Las reglas fundamentales que hemos descrito someramente se encuentran desarrolladas y pormenorizadas en lo que el pueblo culto llama con justa razón nuestra Ley de Amparo, la cual es la más sencilla defensa en contra de los actos de una autoridad indolente. ¡Es cuanto!, concluyó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., que preside el prestigiado jurista Alberto Woolrich Ortiz.