Bellaco con poder, 0 a la izquierdaCicatrices indelebles. México herido

. BLAS A. BUENDÍA. ……………………………………………..

Los vericuetos de la mal llamada “Honestidad Valiente” que embelese el presidente Andrés Manuel López Obrador con su famosa Cuarta Transformación, volvió a tener sus estragos amargos a nivel internacional.

El mandatario mexicano entró a la cápsula de los dimes y diretes con el Capitolio, que lógicamente, le traerá lamentables y gravosas consecuencias para la Soberanía del país, al emitir desgarradoras declaraciones al ponerse al tú por tú con el senador republicano Lindsey Graham en materia de seguridad nacional ante los avances cancerígenos que representa el narcotráfico a nivel global.

En el marco de su “de por sí endeble credibilidad”, los agentes de poder de México recomendaron al Ejecutivo federal guardar compostura cuando existan temas difíciles que a simple vista de las circunstancias, no se le observa que pudiera resolver los temas de seguridad y las repercusiones del narcotráfico mundial como un gobierno espurio de Estado.

Sí en cambio, López muestra su incapacidad e ignorancia en el terreno internacional, y más aún, pretender competir con un país donde se practica el Estado Derecho como una máxima expresión política y social en pro de su soberanía, a pesar que los barones del tráfico de estupefacientes, han envenenado al pueblo estadounidense el cual se enfrenta a una guerra de alto perfil.

Al hacer una serie de exposiciones, remarcaron que el comunista López Obrador nunca ha escuchado razonamientos por lo que lamentaron que el émulo de “Monarca” aclamado Andrés, pasará a la historia de ser “un bellaco con poder, un cero a la izquierda”, en lugar de mostrar su talento en los foros mundiales, cosa que para el político macuspano, le es sumamente difícil asumir posturas de respeto por la simpleza de no saber hablar inglés.

Lo único que distingue a López Obrador con el poder político de Estados Unidos, es su apodo que arrastra desde cuando en su juventud le apodaban El Americano, debido a sus rasgos peculiares con los anglosajones. De ahí en fuera, “es un cero a la izquierda”, que no podría ni sostenerse con alfileres.

López Obrador ha visitado la Casa Blanca porque existen los mecanismos diplomáticos enrolados en el Tratado de Libre Comercio, el llamado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, o T-MEC, al que también se le conoce como TLCAN.

De no existir esa base comercial, Obrador pasaría desapercibido, no obstante que ha sido tachado como un presidente mediocre matoncito, aunque su “inocencia” lo ubica como un títere del Foro de Sao Paulo, donde al mexicano lo mantiene como un corderito ante la fiereza de los animales políticos anglosajones.

El senador republicano Lindsay Graham más le interesa integrarse a un grupo de defensa para combatir los cárteles de la droga que dominan en más del 40 por ciento territorio mexicano, lo que de forma inmediata el presidente mexicano “sacó su varita mágica” para plantear que no se acepta la injerencia extranjera en asuntos internos de México.

Obrador, lo cierto de ello, sigue dejando profundas huellas y cicatrices indelebles que han profundizado en la soberanía de México, ya que aun teniendo la viga en sus ojos, sistemáticamente niega tener vinculación con grupos sanguinarios del tráfico de drogas, mismos que ha mantenido azolada a la sociedad en medio de una batalla donde han caído asesinados miles de personas inocentes, cosa que para López, en su calidad de cínico y desvergonzado, también niega sistémicamente.

El bribón con poder, que es un cero a la izquierda y que se reguarnece en las frías paredes y muros impenetrables de Palacio Nacional, le ha llovido en su milpita ya que su mediocridad proviene del fenómeno de la kakistocracia, es decir, formó su “gobierno” con seres de lo más indecente, configurándose por los más ineptos, los más incompetentes, los menos calificados y los más cínicos. Ese es el gobierno que caracteriza a México hoy en día en el plano geopolítico.

En este contexto, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., fijo su postura internacional a través de la cual descalifica al Ejecutivo mexicano ya que encabeza una completa degradación.

Es decir, para el tristemente célebre líder de la 4T (Andrés Manuel López Obrador), no existe ni la Constitución, ni la Justicia, ni la Dignidad, ni la Congruencia, ni la Decencia, ni la Diplomacia, y mucho menos, el Amor por México”.

Empecemos diciendo —apunta la Academia— que los hechos y ocurrencias políticas de la Cuarta Transformación de la Nación, son las cicatrices que Andrés Manuel López Obrador le ha zanjado al rostro de México.

Lesiones —añade— que como dijeran los penalistas, resultan perpetuas y visibles por la aflicción dolorosa que le han impuesto a nuestra Patria, por las “reliquias que dejan después de la curación y por la perpetuidad de las mismas”.

Y destaca: Esas lesiones la historia a futuro las considerará un mal social y psicológico en agravio del espíritu de nuestra República.

Las doctrinas políticas del actual Poder Ejecutivo Federal serán en próximas décadas la levadura de todas las inconformidades y repudios por el rompimiento del orden establecido en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esas ideas hechas valer a la fuerza mueven a la ley de nuestra Patria hacia destinos inferiores.

Internarse en el estudio de las formas de gobernar y de los pensamientos políticos de Andrés Manuel López Obrador, equivale a penetrar en lo obscuro de su forma de ponderar y representar a nuestra República, esas ideas u ocurrencias recaban las experiencias de otras naciones que fracasaron en su forma de guiar y administrar los destinos de ellas. Es el imitar, el pensar y actuar de déspotas y arbitrarios que esclavizan y esclavizaron a esos hermanos.

La historia será la única que nos ofrecerá el ejemplo del fracaso de la Cuarta Transformación de la Nación, ella nos ofertará todo aquél manantial de sus errores inveterados, que nunca debieron de cometerse y jamás deberán de repetirse.

En esos días de tránsito de nuestro México, turbulentos, indeseables e inestables, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., ante la constante omisión e injusticia de no investigar el fenómeno de la narco-política, sigue sin recuperar la confianza en el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Nada parece colmar los ideales de nuestra Carta Republicana, porque las ideas e ingeniosidades de ésta Cuarta Transformación de México, siguen ocurriendo en frenética contradicción con nuestras leyes, dejando un saldo lamentable de rencores y violencias, por esa incorrecta política de “abrazos y besos a la delincuencia”, mejor dicho por el mismísimo López Obrador, “Abrazos, no Balazos”, cuando la República es un extraordinario cementerio.

Si bien ese “bellaco con poder, un cero a la izquierda”, se ha transfigurado como un “campesino” que le va zanjando “cicatrices indelebles a México”, la sociedad reclama: “¿Hasta cuándo México lo seguirá permitiendo? ¡Es cuanto!”, precisó el Jurisconsulto Alberto Woolrich Ortiz, quien es presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C.