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Brota grupo de guerrilleros penitenciarios en la CDMX. Cansados de extorsiones.



Para no variarle a la inseguridad que se vive en México, surgió práctica y paradójicamente de la “nada”, una célula de 12 guerrilleros armados que dijeron llamarse Grupo Gente Nueva, en contra de la corrupción que se viene registrando históricamente en todo el Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, institución que en lugar de rehabilitar a las personas que han cometido infracciones en contra de la sociedad, se transforma como Universidad del Crimen donde metafóricamente los reos egresan con “doctorados”, una vez cumplidas sus condenas.

Ante la mimetización que se degeneró con la práctica oclocrática de un gobierno que solo se ha dedicado a que la nación naufrague entre odios, radicalismos y descalificativos, el surgimiento de este nuevo grupo armado que “inició sus actividades” exhibiendo armas de alto poder a través de las redes sociales de internet, como los cuernos de chivo AK-47, tiene una tendencia peligrosa.

La incertidumbre de combatir la corrupción que ha explotado el propio poder del narcotráfico, se ha desbocado y degenerado en la seguridad de los penales mexicanos. “Es tanto su penetración y perversión, que ha petrificado los intestinos del Estado”, alertaron por su parte diputados del Congreso de la Ciudad de México, sin poder atribuir de dónde proviene ese Grupo Gente Nueva, y quién los financia.

Si bien logísticamente están por ejecutar una “limpia de malos funcionarios” que aún siguen operando tras bambalinas, con la ayuda de peligrosas bandas de internos, mismos que han creado incontrolables autogobiernos carcelarios, el gobierno de la Ciudad de México y la Fiscalía General de Justicia local, no han hecho pronunciamiento alguno sobre esta estrategia que tiene una tendencia guerrillera.

La profundidad del mensaje patibulario se podría interpretar que ese grupúsculo del crimen organizado —NO reconocido por el Estado—, son ampliamente conocedores de las estrategias carcelarias de la urbe, presumiéndose que los interesados crearon hasta una escenografía que recuerda el surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el 1 de enero de 1994.

Lamentablemente, las llamadas guerras que innecesariamente ha promovido el poder de la Cuarta Transformación, a través de su vinculación con los cárteles del narcotráfico y las tenebrosas guerrillas urbanas, han dejado a su paso muertos, desaparecidos, heridos y miles de civiles que han sido víctimas ocasionales en medio de la refriega con el Estado. No se diga que la inseguridad que prevalece en las prisiones de la República mexicana, francamente es cotidiana.

Las poderosas metralletas de manufactura israelí que fueron mostradas por el Grupo Gente Nueva, aplicado como el antisistema penitenciario de la Ciudad de México, afortunadamente no han sido detonadas hasta el momento, pero una voz masculina se encargó de emitir una sentencia de muerte en contra de altos mandos, quienes ante estas vicisitudes, se desconoce si redoblarán la seguridad de funcionarios del gobierno sheinbauísta.

Encubiertos con pasamontañas, vestidos de civil y cargando en brazos sendas metralletas, colocados metódicamente en un cuarto que parecía una choza a medio construir en los suburbios paupérrimos de la periferia, un guerrillero lanza una seria advertencia al Subsecretario de Sistema Penitenciario de la CDMX, Enrique Serrano Flores, encargado de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la gran ciudad, luego que el gobierno federal designara al cuestionado funcionario Antonio Hazael Ruiz, integrarse al aparato penitenciario federal.

—Este es un llamado a todos los colaboradores de Enrique Serrano Flores: te vamos a quitar de que sigas haciendo tus “mamadas” (sic), de estar tapando a tus comandantes e internos que están cooperando contigo…

—Comandante “Hormigón”; Comandante “Carrillo”; Comandante “Quiroz”; Comandante “Hugo”; y los internos que están trabajando para ti, que los dejas extorsionar a los internos del Reclusorio Preventivo Oriente, el cual se ha convertido en una permanente zona de muerte…

Entre los internos que operan bajo las órdenes de esos comandantes, figuran: el “Andrews”, de la zona de ingresos; el “Vicente Camacho” y el “Ulises Camacho”, ambos del dormitorio 3; el “Amado”, del anexo 3; el “Guerra”, del dormitorio 4; el “Augus” y la “Rana”, del anexo 5.

—Tú, Enrique Serrano Flores que proteges a los internos con poder, protegiéndolos para seguir extorsionando a la población penitenciaria del Oriente, cuando hay que cuestionar ¿cómo es posible que te estén dejando este puesto, y tú que eres la cabeza de la corrupción, así como la cabeza de la extorsión, te mantienes incólume en tu cargo? —subrayó el “Grupo Gente Nueva”.

—Tú, Enrique Serrano Flores, que eres uno de los líderes de las bandas de los Reclusorios, te vamos a quitar de este “puto puesto” (re-sic).

—Por nosotros —concluyen la exposición de amenazas— también estamos combatiendo a las ratas como tú. Vamos a limpiar a esas ratas como tú, Enrique Serrano Flores. Atentamente “Grupo Gente Nueva”.

La operatividad. La operatividad en el Sistema Penitenciario de una de las ciudades más grandes del mundo, como la existente en la capital mexicana, la problemática ha sido desastrosa, pero muy emblemática de las administraciones de todo gobierno, ya sea del PRI, el PRD y ahora Morena.

La situación no es tan sencilla en darle una culminación adecuada y certeramente apropiada, dispuesta especialmente para el fin que fue creado para la readaptación social, ya que este sector, a través de toda la historia, no ha dejado de ser un lastre que ancestralmente arrastra por el alto poder político que representa, sobre todo en lo económico, por parte de gobiernos retorcidos por la corrupción.

En la víspera, Enrique Serrano Flores, quien se desempeñaba como director del Reclusorio Preventivo Varonil Norte, fue ascendido como subsecretario del Sistema Penitenciario de la gran ciudad, luego que el gobierno federal integrara al Doctor Antonio Hazael Ruiz, al Sistema Penitenciario Federal.

El cambio se dio cuando el secretario Omar García Harfuch, anunciaría que Ruiz pidió dejar de dirigir la Subsecretaría de Sistema Penitenciario, aunque “seguiría” en la dependencia.

No obstante de ello, trasciende que Hazael en una presunta relación que va más allá de “amistad”, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, la potosina Rosa Icela Rodríguez Velázquez, lo instó para que se integrara al Sistema Penitenciario Federal, luego que dejara la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México.

En la víspera, fue el propio secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, quien anunciaba la salida de Hazael Ruiz Ortega como cabeza de serie en la Subsecretaría de Sistema Penitenciario de la Ciudad.

Entrevistado tras su comparecencia en el Congreso capitalino, García Harfuch anunció que el director del Reclusorio Norte, Enrique Serrano Flores, asumiría el cargo de manera interina en el Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, pese a que ese cambio fue decisión personal de Ruiz, quien dejara el mando de los penales de la CDMX, pero que seguiría trabajando en la misma dependencia.

"No se decidió retirar, él tomó una decisión personal donde hoy continúa siendo parte de la subsecretaría; en su momento daremos un reconocimiento por todos los años que ha trabajado", revelaría el secretario.

Resaltó que antes de tomar una decisión sobre el sucesor de Ruiz, quien se mantuvo en el cargo desde la administración de Miguel Ángel Mancera en 2013 y ratificado por Claudia Sheinbaum en 2018, lo primero que se requiere es fortalecer al organismo.

García Harfuch descartó que haya denuncias o investigaciones en contra Ruiz, aunque su historial de funcionario lo trasluce como un “criminal de escritorio”, es decir, su función a lo largo de dos décadas fue cuestionada con enfrentamientos parlamentarios muy polémicos, dado que durante su administración, se registraron asesinatos por el autogobierno penitenciario, fugas e intentos de amotinamiento en penales, así como amenazas en su contra.

En septiembre de 2019, se registró un intento de motín en el Reclusorio Oriente, donde resultaron heridos al menos tres internos por arma punzocortante. En octubre del mismo año se registró el fallecimiento de un reo tras recibir golpes, lo que escandalizó en redes sociales que hasta hoy en día, el gobierno de Claudia Sheinbaum está sumergida tanto en la omisión y en un mutismo de Estado.

Para colmo de males, en enero de 2020, tres reos integrantes del Cártel de Sinaloa se fugaron del Reclusorio Sur, supuestamente con la complicidad de funcionarios del Sistema Penitenciario. Los fugados fueron identificados como Víctor Félix Beltrán, operador financiero del cártel; Luis Fernando Meza, cuñado de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y Yael Osuna.

En febrero de 2021, elementos de la SSC llevaron a cabo un operativo en los reclusorios Oriente y Sur, donde fueron hallados en celdas televisores, radios, dinero en efectivo y celulares, aun cuando estos objetos están prohibidos. Un reo incluso tenía un tucán como mascota.

Frente a esta cruda realidad, purgar una condena en algún reclusorio de la capital mexicana, bien podría ser un “lujo” o representar un calvario en la vida de los internos.

Quienes pretendan una estadía de confort, los indiciados o presos confesos podrían lograrlo siempre y cuando tengan los recursos económicos suficientes, ya que en la zona de la población común penitenciaria, se trazan cuotas hasta por caminar por los andadores de los reclusorios.

Pero no todo son “hojuelas de miel”, sino que también se han registrado amenazas contra Hazael Ruiz Ortega por parte de miembros de organizaciones criminales. En 2019, se colocaron cabezas de cerdo e incluso cuerpos humanos en inmediaciones del Reclusorio Norte y del penal de Santa Martha, con mensajes dirigidos a los responsables del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México.

Si bien la sociedad en general solo es expectante de todos estos hechos, en el fuero interno de todo funcionario cruza por su mente una interminable “línea de la muerte”, no han dejado de ser vulnerables ante los peligros que los asechan.

El peligro dentro y fuera.Tanto las zonas de peligro dentro y fuera de los reclusorios es permanente, toda vez que las propias autoridades se han transformado en un grupúsculo “institucional” que ha venido desestabilizando la vida interna de las cárceles mexicanas, mismas que se consideran las minas de oro del gobierno que posee el poder.

En el caso del movimiento Morena, se ha connotado por ser una administración oclocrática sin tener personal profesionalmente capacitado, más sin embargo, gente arribista —gracias al compadrazgo de los funcionarios de alto nivel— son colocados en puestos estratégicos en el sistema penitenciario sin conocer un ápice de lo que se trata en la dominación de este tan difícil sector.

Éste, por ejemplo, está dominado por mafias institucionales que van desde los directores de reclusorios y los comandantes de custodia quienes utilizan como carnadas a internos corruptos, que a su vez son los “chivatones” y los cobradores por los “servicios” que deben los internos pagar su estadía cuando se mueven de un lado para el otro.

Cuando se promueven motines, que a diario se registran detrás de esos enormes muros impenetrables, ni la prensa nacional e internacional tienen el alcance necesario para denunciar hechos que quedan en la impunidad carcelaria.

El reclusorio preventivo Oriente, que se ha vuelto una de las cárceles donde “se mueve de todo”, desde la entrada de “los camiones de la muerte” que van repletos de toda clase de drogas, particularmente de cocaína y marihuana; así como otro camión que es utilizado para la llegada de alimentos.

Los encargados del Centro de Control y Equipos de Revisión tecnológica y manual en el sistema, están a cargo de José Iván Barillas en el Norte; en el del Oriente, de apellido Avenamar; y en el Sur, Mauro Sánchez Palma.

Necesariamente utilizan los rayos equis para detectar qué es lo que introduce, así como la clandestinidad de las drogas donde mujeres custodias, se dedican a revisar vaginalmente a las parejas de los internos en días de visita.

Todos los custodios, son explotados y robados por sus propios jefes, incluso, uno de tantos de ellos y que se identifica con el nombre de Jaime Sánchez Martínez, es un “aviador” porque tiene una lista de faltas interminables.

Otra de las irregularidades administrativas, es la que registró un custodio de nombre Juan Manuel Aguirre Verá, quien en más de un año no se presentó, que al informarse de los cambios en Reclusorios, tuvo que hacer acto de presencia, en cuyo grado de putrefacción corrupta, le dieron hasta una jefatura en los servicios de apoyo.

El drama de la Fuenteovejuna de la corrupción carcelaria está en su mayor grado de ebullición. Comandantes y custodios se prestan para pasar, coloquialmente, la charola a todos los internos que purgan condenas o están en vías de proceso penal.

Todo se mueve por dinero, que ni la propia jefa de gobierno de la ciudad, Claudia Sheinbaum, ha intentado hacer una visita sorpresa ya que sabe que su fuente de ingresos para las campañas políticas de Morena, no la quiere “afectar” porque existe un gran contubernio con las autoridades penitenciarias, arrojando ganancias multimillonarias mensualmente.

El comandante que deja pasar el vicio del Norte, es un sujeto al que apodan el “Hormigón”, haciendo visitas tanto en el Sur y en el Oriente, bajo las órdenes de sus homólogos Alberto Esparza Mosqueda y de Alberto Peralta Martínez.

Javier Francisco Puente Corona, en el CERESOVA, que es el Centro Varonil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla-Base ORO, con su amplio poder de mando, su comportamiento es prepotente y déspota, tanto para custodios e internos.

Su grado de desequilibrio mental ha sido tan increíble que diariamente en lugar de atender sus tareas, dispone su estrategia de ejercer juegos de apuesta con un pasatiempo creado por labradores de maderas, denominándose “Poleana”.

Para ese entretenimiento, se necesita un tablero especial, fichas y un par de dados. Los tableros son cuadrados y en el centro puede tener un hueco donde suelen depositarse monedas, fichas o dados.

Ese mal funcionario, en el pasado reciente, permitió que los internos portaran filosas navajas para su defensa personal, y efectuar asesinatos por encargo, ya que vivir tras las rejas, no solo es una pesadilla, sino un interminable calvario que paradójicamente, para salir inmediatamente de ese infierno, es con “los pies por delante”.

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