Burbuja de desafíos
. BLAS A. BUENDÍA. ………………………………………….
El país afronta huracanes, desastres en Acapulco —la imagen turística en el mundo—, violencia generalizada, falta de educación popular, abandono del campo, incertidumbre para la inversión, una magnífica deuda eterna, carencia de insumos hospitalarios, espiral inflacionaria galopante, relaciones internacionales ríspidas con Estados Unidos y España, una deuda eterna y externa espectacular, y un largo etcétera, que hereda la nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien postrará su disminuido tafanario, en una silla que pareciera le va a estallar “una bomba atómica”.
Lo anterior es un retrato de mínima explicación en materia de macro economía interna sin estudiar un plan global de desarrollo, como parte de la tarea a asumir por el nuevo gabinete que supuestamente estará integrado por funcionarios comprometidos en los campos en que se desempeñarán “por el bien de México”, según dicen los entendidos.
Sin contar con la paralización de los aparatos de justicia y el desproporcionado gasto público que implica una burocracia parasitaria y obesa, la Nación vive uno de sus peores momentos que, guardando la proporcionalidad de su época, el presidente Benito Juárez dejó, como actualmente ocurre con Andrés Manuel López Obrador, endeudado al país hasta las cachas.
Millones de mexicanos esperan que esta semana que se inicia traiga serenidad, inspiración y energía para enfrentar los retos que se avecinan, y si, es un momento crucial para la historia de México, que la sabiduría, la justicia y la unidad guíen a nuestros líderes y ciudadanos.
Este martes 1º. de octubre, millones le rezarán al creador que a lo largo de esta semana número 39, del año 2024, esté llena de diálogo constructivo, de decisiones informadas y de avances significativos, para un futuro próspero y equitativo para que todos los mexicanos tengan un día de reflexión y renovación por el cambio de gobierno federal.
Sin embargo, no todo es color de rosas ya que este primero octubre, Claudia Sheinbaum se convertirá en la primera presidenta de México, recibirá una economía marcada por la incertidumbre, principalmente por el plan de reformas del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, que podría limitar el crecimiento potencial del país.
La señora Claudia Sheinbaum, ya como Jefa del Ejecutivo federal, entrará a una burbuja de desafíos enmarcado en un panorama desafiante con numerosos retos que afectan al país.
Como se apunta en el lead de esta entrega, Claudia deberá —lo que no hizo su inminente antecesor—, cómo solucionar los desastres naturales como huracanes y las catástrofes no solo de Acapulco donde demandan atención inmediata, sino en todas las regiones mexicanas que han sido azotadas por la furia de la naturaleza.
Aunado a ello, se suma la violencia generalizada y la falta de educación popular que deberán resolverse de forma inmediata, y no a largo plazo, incluso no podrá ser omisa a las desgracias que viven millones de compatriotas que a final de cuentas, en esas latitudes donde impera la humillación de la pobreza, se les debe atender urgentemente. Por eso votaron por ella para encumbrarla en el cargo de mayor responsabilidad de la Nación, y hoy es tiempo de responder.
El abandono del campo es la problemática que se sigue arrastrando desde la Revolución Mexicana, donde se ha recrudecido la incertidumbre para la inversión porque el narcotráfico se ha transformado en un gobierno de facto y asesino, trayendo azorada a la población con el pago de “derecho de piso”, al muy estilo de la mafia siciliana.
La deuda eterna y externa, la carencia de insumos hospitalarios y la espiral inflacionaria galopante agravan la situación.
En el ámbito internacional, las relaciones ríspidas con Estados Unidos y España también necesitan ser abordadas. Para enfrentar estos desafíos, Sheinbaum puede aprovechar su experiencia como ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, donde implementó políticas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Es importante destacar que Sheinbaum cuenta con una sólida formación académica, habiendo estudiado Ingeniería Ambiental en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y obtenido su doctorado en Ingeniería Energética en la Universidad de California, Berkeley, lo que su antecesor se connotó de haber sido un pésimo estudiante.
El todavía llamado #NarcoPresidenteAMLO, tardó 14 años en titularse y obtuvo un bajo promedio de 7.0, resultando ser para el fratricida de Macuspana, su paso por la UNAM, tan difícil porque le interesaba más el cotorreo, el pomo, la mariguana y el desmán como porro.
Antes de obtener su título como licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública, López Obrador tuvo al menos 7 cargos públicos, formó una familia y publicó un libro “que alguien se lo escribió”, pero su paso lento por la Máxima Casa de Estudios siempre será recordado, más cuando arremete contra ella.
Aunque la tarea parece monumental, la presidenta Sheinbaum puede encontrar oportunidades para impulsar el cambio y mejorar la situación del país.
Pero ¿a cuánto asciende la deuda externa de México luego del mal y despilfarrador gobierno del presidente de origen tabasqueño?, son billones de pesos mexicanos que pasarán generaciones por saldar, porque será catastrófica la situación.
La deuda externa de México alcanzó los 232 mil 631.7 millones de dólares después del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Durante su mandato, el país hizo un pago histórico de intereses de la deuda externa, que ascendió a 4 mil 39 millones de dólares en el primer trimestre de 2021, un 7% más que el pago realizado en el mismo período del año anterior.
El Obradorato, pese a todo, se comprometió a no endeudarse con organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional durante su gobierno. Sin embargo, la deuda externa sigue siendo un tema relevante para la economía mexicana, incluso, se presume que Claudia Sheinbaum heredará número rojos que pondrá a temblar a la Nación para alcanzar un verdadero desarrollo.
Si bien es de escuchar al pueblo que anda de a pie, discutiendo que con todo este panorama, cuál sería el destino de México cuando el régimen del Obradorato, irresponsablemente reformó al Poder Judicial Federal, lo que para los inversionistas, no les inspira confianza por la pérdida del Estado de Derecho.
El destino de México después de la reforma al Poder Judicial Federal en el régimen de López Obrador es un tema complejo. La reforma buscaba mejorar la eficiencia y transparencia del Poder Judicial, pero ha generado preocupaciones sobre la independencia del poder judicial debido a la concentración de poder en el Ejecutivo que se traduce en un Maximato.
Expertos políticos y líderes económicos, argumentan que la reforma debilitará la separación de poderes y afectará la confianza de los inversionistas, ya que puede percibirse como una pérdida del Estado de Derecho. Esto podría tener implicaciones negativas para la economía y la estabilidad política del país.
Sin embargo, también hay quienes ven la reforma como una oportunidad para “mejorar la justicia y la democracia en México”, lo que no es así pese a que la participación popular en la elección de ministros, magistrados y jueces, no aumentará la legitimidad y representatividad del Poder Judicial, sino tropezará con la ignorancia de la técnica jurídica. El botón de muestra es la apodada “ministra del pueblo”, Lenia Batres quien ha causado irritación entre los ministros de la corte por desconocer la cultura jurídica tanto de la Constitución y de los Códigos que gobiernan a México.
Es importante destacar que la reforma también busca combatir la corrupción y el nepotismo dentro del Poder Judicial —pero no el amiguismo, como es el caso de Lenia Batres— “lo que podría beneficiar a la sociedad en general”, aunque en la praxis el panorama no es halagador porque este fenómeno forma parte de una cultura no solo mexicana, sino universal.
Las posibles consecuencias de la reforma citada, se observará durante el régimen shembauista, será la debilidad institucional. La concentración de poder en el Ejecutivo debilitará la independencia del Poder Judicial y afectar la separación de poderes.
Pérdida de confianza: La percepción de una pérdida del Estado de Derecho podría disminuir la confianza de los inversionistas y afectar la economía.
Mejora de la justicia: La participación popular en la elección de ministros, magistrados y jueces puede aumentar la legitimidad y representatividad del Poder Judicial, pero los estudiosos critican que este paso histórico conllevará a México vivir en la zozobra que alterará la paz social hasta caer en el abismo de la impunidad y la anarquía, transformando a México en tierra de nadie, que es el modelo del segundo piso de la Cuarta Transformación.
Combate a la corrupción: Aunque es enteramente difícil, la reforma busca combatir la corrupción y el nepotismo dentro del Poder Judicial, lo que podría beneficiar a la sociedad en general, pero su panorama, en resumen, el destino de México después de la reforma al Poder Judicial Federal, es incierto prevaleciendo los grandes males del México contemporáneo.
Desafortunadamente, los grandes males del México contemporáneo persisten y se han visto exacerbados por diversas factores como una galopante corrupción generalizada; violencia e inseguridad; desigualdad económica y social; pobreza y marginación; falta de acceso a educación y salud de calidad; ineficiencia y burocracia en la administración pública; dependencia económica de los Estados Unidos; problemas ambientales y degradación del medio ambiente; desarrollo desigual y falta de infraestructura, y, una extrema polarización política y social, viéndose como enemigos los propios mexicanos.
Estos problemas complejos requieren soluciones integrales y sostenibles que involucren a todos los sectores de la sociedad, incluyendo el gobierno, la sociedad civil, el sector privado y la comunidad internacional, pero sin la participación de las fuerzas armadas que fueron instituidas para salvaguardar el territorio mexicano y tareas del DN3 en cuestiones de emergencia nacional.
Es importante reconocer que existen iniciativas y esfuerzos para abordar estos problemas, como: Reformas estructurales; Programas sociales; Iniciativas ciudadanas; y la cooperación internacional.
Es crucial mantener la presión y el compromiso para asegurar que estos esfuerzos se traduzcan en cambios concretos y mejoras significativas en la calidad de vida de los mexicanos.
Para construir un futuro más próspero y equitativo para México, es su seguridad interna. Se debe forzosamente abatir el poder de facto del narcotráfico en México, que es un objetivo crucial para restaurar la seguridad, la justicia y la estabilidad en el país.
Algunas estrategias que podrían ayudar a lograr para superar este desafío, sería, en primera instancia, “cortar la financiación”, fortalecer la regulación y supervisión financiera para prevenir lavado de dinero; congelar activos y cuentas bancarias relacionadas con el narcotráfico, e implementar sanciones económicas a países y empresas que colaboran con el narcotráfico.
En este contexto, desmantelar las redes de esos malhechores, es decir, intensificar la cooperación internacional para desmantelar redes de tráfico de todo tipo antisocial; fortalecer la inteligencia y vigilancia para identificar y capturar líderes del narco; e implementar programas de protección a testigos y colaboradores.
Se suma como estrategia atacar la demanda, implementando programas de prevención y tratamiento para reducir consumo; educación y conciencia pública sobre los riesgos del consumo; y fortalecer la cooperación internacional para reducir exportaciones.
Si bien lo principal en este análisis es el urgente reforzamiento de la justicia, ya que su objetivo radica en el abatimiento lo que representa el poder de facto del narcotráfico en México, Claudia Sheinbaum Pardo se ubicará entre la espalda y la pared.
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