Cataplasma perversa de la 4T
. BLAS A. BUENDIA. …………………………………………………..
Independientemente de que haya ocasiones en que jueces, magistrados y litigantes manejan a la perfección el latín, son maestros que aplicados en materia del Derecho, forma parte de la elegancia en la defensa de sus clientes que claman justicia.
La cultura jurídica en general es, grosso modo, la sustentación, ampliación y perfeccionamiento del conocimiento en los diversos y variados sectores del saber humano, proyectada al ámbito jurídico-político de esta equivocada Cuarta Transformación de la Nación, que se manifiesta en los resultados y negros objetivos de sus bajos conocimientos del Derecho, y si lo sabe, incurre en el procedimiento de la omisión de Estado, engarzada en la corrupción.
A la abogacía independiente de la República se le permite decir en razón al momento electoral que vive México: Nisi vindices delicta, improbilitatem audiuves, es decir que si no se castigan los delitos se fomenta la maldad. Y, ello es verdad, traducido al cataplasma de la maldad por la 4T.
Andrés Manuel López Obrador con su infecta política de “abrazos y besos a la delincuencia”, solo ha conseguido un incontenible desenvolvimiento de la inseguridad, arbitrariedad, injusticia y falta de probidad en su gobernanza.
Ha logrado prender tan hondamente en las conciencias de los mexicanos que esa exasperación de brindar impunidad a la delincuencia ha detenido la sed de justica del pueblo.
Tan es así que ahora su pueblo está tomando justicia en mano propia. Ello se debe a esa pasión en que se provea justicia. Suprema justicia, suprema injusticia. Concretamente, Cicerón, con base a sus estudios positivistas, determinó: “Summun ius, summa injuria”.
Marco Tulio Cicerón fue un político, filósofo, escritor y orador romano. Se le considera uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana.
Reconocido universalmente como uno de los autores más importantes de la historia romana, es responsable de la introducción de las más célebres escuelas filosóficas helenas en la intelectualidad republicana, así como de la creación de un vocabulario filosófico en latín.
Gran orador y reputado abogado, Cicerón centró —mayoritariamente— su atención en su carrera política. Hoy en día se le recuerda por sus escritos de carácter humanista, filosófico y político.
Sus cartas, la mayoría enviadas a Tito Pomponio Ático, alcanzaron un enorme reconocimiento en la literatura europea por la introducción de un depurado estilo epistolar. Cornelio Nepote destacó la riqueza ornamental de estas cartas, escritas acerca de las inclinaciones de los líderes, los vicios de los comandantes y las revoluciones estatales, que transportaban al lector a esa época.
Tito Pomponio Ático (en latín, Titus Pomponius Atticus; 109-32 a. C.) fue un historiador romano, y un conocido editor. Fue un romano muy rico y cultivado. Editó las obras de sus amigos, entre los que se encontraba Cicerón, y fue el editor romano más antiguo que se conoce. Su biografía fue escrita por Cornelio Nepote.
Volviendo al triste escenario que vive México, no se puede ni se debe obviar una realidad, por aterradora que sea: Si en Taxco el pueblo decidió actuar, fue por la demora de justicia. Así de simple. Así de sencillo.
Es de recordar que en Taxco de Alarcón, localizado al norte de Guerrero, al menos ocho poblados están sometidos por la delincuencia organizada; esto ha provocado que no se hayan designado comisarios municipales, falta de maestros, campesinos que no pueden acudir a sembrar y que la gente se desplace a Morelos, a la Ciudad de México o de nueva cuenta emigren a Estados Unidos, han consignado sus pobladores, quienes viven en la agónica zozobra por la falta del estado de Derecho.
La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., al respecto, precisa que “la convivencia de lo inmoral con la política de ‘abrazos y besos a la delincuencia’ (por no citar ‘abrazos no balazos’), no funciona, y por demás, no funcionará como una decisión de Estado”.
Desde que el Poder Ejecutivo Federal inició su desagradable política, comenzó una larga sucesión de conductas delictivas e impunidades. Andrés Manuel López Obrador con sus piezas argumentales de diferenciación entre la ley y su pensar, dio origen a mayor delincuencia y a mayores víctimas con “hambre y sed de justicia”, parafraseando al malogrado Luis Donaldo Colosio.
Antiguamente y al caso de Taxco son aplicables las palabras contenidas en el proverbio que surgió para contrarrestar los casos en que la justicia se encontraba sin el amparo de la ley: “ojo por ojo, diente por diente”. Auditis quia dictum est: oculum pro oculo, et dentem pro dente.
Cuando las instituciones de procuración e impartición de justicia, con el Primer Magistrado de la Nación a la cabeza, se interponen, corrompen o dilatan las denuncias, calificándolas de intrascendentes por defender pública y políticamente la posición de “abrazos y besos”, se enarbola una triste bandera de rusticidad, de libertinaje. Todo delito impune genera una caterva de delincuentes. Oculum pro oculo, denten pro denten, manun pro manu, pedem pro pende.
Lo acontecido en Taxco, hace reflexionar a la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, en el sentido de que nuestra Patria no puede resignarse a una justicia que sea otra cosa. “Nuestra Nación e instituciones no deben de olvidar que, en todo caso, un final con pavor y atrocidad es preferible a una angustia sin justicia”, alertó el penalista Alberto Woolrich Ortiz.
El Poder Ejecutivo Federal debe evitar seguir representando al poder criminal que ha obtenido tanta impunidad; ese nefasto poder por desgracia empieza a triunfar sobre la justicia y sobre México, esa majestad que ha obtenido la delincuencia se encuentra manchando con estiércol a nuestra Ley Suprema, ello se debe primordialmente a la continuidad de la filosofía de “abrazos y besos” a la delincuencia, la cual se hace extensiva a la narco-política.
Para fortuna de millones de compatriotas, el dos de junio tendrán en el poder de sus manos, sufragar sobre su decisión referente a los destinos que debe seguir este “pobre” México, porque votar por la 4T que es bandera de Morena y del presidente, no es una buena elección, sino un proceso retrograda.
Porque día con día, México se hunde en el fango del desprestigio internacional, debido a que el oclócrata Andrés Manuel López Obrador, nunca le conmovió por respetar la Constitución, ceñirse a la obediencia del estado del Derecho, y lo extraordinario, no tener amor a México, ahuyentando la inversiones extranjeras.
Votar por el cambio es lo más prudente y apropiado; si los momios políticos hacen asertivo rechazar por completo la arrogancia del Ejecutivo comunista de cuarta, “a mí no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, en la noche del dos de junio, todo mundo verá asombrado y festejará la decisión de 90 millones de mexicanos de haber defendido a su patria en contra del socialismo, modelo que solo genera pobreza, miseria y muerte, con el consabido ejercicio del terrorismo criminal.
“¡Es cuánto!”, selló el prestigiado abogado penalista Alberto Woolrich Ortiz, presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México.
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