top of page

CHISPAS…


. Adonay SOMOZA HERNÁNDEZ. …………………

¿CUANTAS VECES FUE PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA MEXICANA, ANTONIO DE PADUA MARIA SEVERINO? Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, nació en Xalapa, Veracruz, el 21 de febrero de 1794, conocido como Antonio López de Santa Anna, fue un político, militar y dictador mexicano; fue presidente de México y, aunque en la gran mayoría de textos se dice que ocupó la presidencia en once ocasiones, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) sostiene que solo fueron seis veces. Esto en gran medida, porque en las ocasiones que fue electo como titular del cargo, solicitó múltiples licencias para abandonarlo, para luego reincorporarse con la misma constancia.

Primeros años. Nació el 21 de febrero de 1794. Sus padres fueron Antonio López de Santa Anna y Pérez y Manuela Pérez de Lebrón y Cortés. Ambos padres deseaban para él un porvenir tranquilo y acomodado, como correspondía a un joven aristócrata de ascendencia española. Sin embargo, por su carácter aventurero y sus deseos de sobresalir, consiguió ingresar en el Ejército Real de la Nueva España a los dieciséis años, el 6 de julio de 1810 como simple cadete, en el Regimiento de Infantería Fi de Veracruz. En 1811 su regimiento fue convocado para sofocar el movimiento insurgente iniciado por el cura Miguel Hidalgo y Costilla el año anterior, pero debido a la derrota de Hidalgo en la Batalla de Puente de Calderón, fue enviado hacia el norte. Las primeras experiencias militares de Santa Anna se desarrollaron en la provincia de Nuevo Santander y en la de Texas, bajo el mando del coronel Don José Joaquín de Arredondo, quien fue su instructor.

Contrajo matrimonio, por primera vez, con Inés García en 1825; enviudando en 1844: su segunda conyugue fue Dolores Tosta (nupcias celebradas en 1844; falleciendo en 1876.

Se erigió como dictador vitalicio con el tratamiento de Alteza Serenísima en 1853, pero fue derrocado dos años más tarde. A lo largo de su extensa carrera política fue considerado ambiguo por participar en partidos contrarios, ya fuera con realistas, monárquicos, republicanos, unitarios, federales, liberales o conservadores. Santa Anna fue también gobernador de Yucatán (1824-1825) y de Veracruz en 1829.En el Ejército Trigarante. Su carrera política comenzó en 1821, año en el que el Plan de Iguala de Agustín de Iturbide consagró el Primer Imperio Mexicano. Inició entonces una larga serie de imprevisibles adhesiones ideológicas. Enviado por el Gobierno Virreinal a dar auxilio a la ciudad de Orizaba que estaba sitiada por los rebeldes, los derrotó y fue condecorado por el virrey y ascendido a teniente coronel. Fue nombrado comandante del puerto de San Juan de Ulúa, que se convirtió en su último reducto.Imagen integrada

Como muchos otros militares, solo como una estrategia política y para obtener apoyos personales, se unió a Iturbide el 25 de marzo, quien propuso formar un congreso con una cámara única con la representación proporcional a la importancia de clases y con elección directa, dando así predominio a los grupos privilegiados. Santa Anna y los militares estaban de acuerdo con la independencia, pero no aceptaban que el gobierno fuera oligárquico, pues, según ellos, no se eliminarían los privilegios de los peninsulares que aún quedaban en el país. La Suprema Junta Provisional Gubernativa pidió una sola cámara sin separación de clases ni representación proporcional y por medio de elección indirecta. De esta manera se conformó tanto por abogados, como por miembros del clero bajo y medio, aristócratas y demás gente de relevancia social y política.

Rechazo total al imperio de Iturbide. La transformación, de una parte, de la Nueva España en lo que hoy es México no iba a ser fácil; incluso, hoy en día, el territorio mexicano ni siquiera comprende la totalidad de la parte septentrional (norte) de América a la que se referían los primeros independentistas. España desconoció hasta 1836 la independencia de todos sus dominios y esto hizo que aumentara el fervor de independencia en las principales ciudades. Luego de que Iturbide firmó los Tratados de Córdoba, en los que México se declaró independiente, empezó la polarización de políticos y militares mexicanos. Había en el recién nombrado Congreso Constituyente representantes monárquicos borbonistas e iturbidistas, así como republicanos. Además, España conservó para sí Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo y las Filipinas; dividiendo aún más el antiguo reino. Centroamérica, sin embargo, hasta ese momento, seguía de lado de los independentistas de la Ciudad de México.

Iturbide fue coronado emperador gracias a la presión de las masas afuera del Congreso Constituyente, quienes la noche del 18 de mayo de 1822 pidieron la corona para él, proclamándolo como "Agustín I", y presionaron al Congreso para instituir la monarquía como nueva forma del estado. Sabiendo lo astuto que era Iturbide, bien podría pensarse que manipuló las masas para esta conclusión benéfica para él, pero perjudicial para el resto de los insurgentes. Por ello, la oposición republicana no tardó en exacerbarse: en Michoacán se descubrió un complot para formar la república y, en consecuencia, fueron detenidos quince diputados, entre ellos a Servando Teresa de Mier y a Carlos María de Bustamante.

Iturbide disolvió el Congreso el 31 de octubre por desobediencia, conjuras y falta de servicio a la nación; en su lugar, designó a cuarenta y cinco diputados que consideró adecuados. Los antiguos insurgentes Nicolás Bravo, Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria se sintieron traicionados; Santa Anna reapareció en la vida pública, emitió el Plan de Veracruz y poco tiempo después el Plan de Casa Mata, declarando ilegal la elección del Emperador y pronunciándose a favor de los republicanos; los borbonistas también se unieron al levantamiento. El general José Antonio de Echávarri, quien fue designado para combatir la rebelión a Jalapa, también decidió unirse en contra del Imperio. Iturbide solo fue apoyado por el clero y decidió abdicar.

Desterrado Iturbide en 1823 y restaurado el Congreso, comenzaron las pugnas entre centralistas y federalistas, a los que Santa Anna se une de inmediato. En esta ocasión fracasa un levantamiento que surgió en San Luis Potosí. Santa Anna, como su principal comandante, es enviado a la Ciudad de México para ser juzgado; por influencias que tenía en la Corte, fue absuelto.

El ascenso a la presidencia. Durante los primeros años del México independiente, los acontecimientos ayudaron a Santa Anna en su imparable ascenso. Los levantamientos de 1827 le dieron la posibilidad de ponerse del lado del gobierno de forma sorprendente, puesto que la participación de su hermano Manuel del lado rebelde, hacía suponer que Santa Anna se retiraría de su hacienda en Manga de Clavo para apoyarlo. La suerte de los dos hermanos fue muy distinta a raíz de este acontecimiento: mientras Manuel era desterrado, Antonio obtenía el gobierno de Veracruz.

Poco más tarde se le brindó una nueva oportunidad. La convocatoria a las elecciones de 1828 nacía con la controversia entre las posturas representadas por Manuel Gómez Pedraza y Vicente Guerrero. Los partidarios del primero se oponían a hacer efectiva la expulsión de los españoles peninsulares restantes en el país. Apenas once días después de que Gómez Pedraza ganara las elecciones, Santa Anna se rebeló, exigiendo la sustitución del presidente electo por el general Vicente Guerrero, inaugurando con esto el inicio de las interminables guerras civiles en el país naciente; la variedad de recursos con los que contaba Santa Anna para financiar su levantamiento fue amplia, ya fuera por las vastas arcas de su familia y parientes, así como por la infinidad de simpatizantes que encontraba dentro de las más altas esferas sociales.

Nombrado presidente Guerrero, Santa Anna tomó las riendas del ejército nacional. En 1829, una expedición española desembarcada en Tampico, comandada por el brigadier Isidro Barradas que tenía por objetivo la reconquista de México, fue derrotada por Santa Anna, que desde entonces fue conocido como El Héroe de Tampico. Al ser derrocado el gobierno de Guerrero por Anastasio Bustamante, Santa Anna hizo un pacto con Gómez Pedraza (el presidente que había derrocado años atrás), para que este alcanzara la presidencia de 1830 a 1833 mediante nuevos levantamientos. En 1833, Santa Anna alcanza por fin la presidencia.

La Guerra de los Pasteles. Primera intervención francesa en México. Los comerciantes franceses avecindados en México enviaron una serie de reclamaciones, como resultado de diferentes revueltas, aunado con el abuso de poder de algunos políticos (Tributos) que fueron recibidas en París con alarma.

Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna se habían comido en 1832 unos pasteles sin pagar la cuenta (Aunque posiblemente fue por daños al restaurante), por lo cual exigía ser indemnizado con sesenta mil pesos. Adicionalmente ese mismo año, un ciudadano francés fue fusilado en Tampico, acusado de piratería, lo que tensó aún más las relaciones entre ambos países.

México había acabado en 1836 la guerra con Texas, y el 28 de diciembre España reconoce finalmente la independencia de México (lo que eliminaba el problema de atacar un territorio reclamado por un país amigo), y llegado el año de 1838, aún no se había podido concertar un tratado definitivo en virtud de que el representante francés, el barón Antoine-Louis Deffaudis, no estaba de acuerdo con dos artículos del convenio.

En consecuencia, Deffaudis abandonó su misión diplomática en México y regresó a Francia, para volver al poco tiempo (marzo) acompañado de diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su gobierno. Fondearon frente a la Isla de Sacrificios, amenazando con invadir el territorio mexicano si México no cumplía las condiciones que Deffaudis plasmó en un ultimátum, que vencía el 15 de abril.

Como no fueron aceptadas tales demandas por el gobierno mexicano, la flota francesa abrió fuego contra el fuerte de San Juan de Ulúa, desarrollándose lo que hoy conocemos como la Batalla de San Juan de Ulúa y la ciudad de Veracruz el 21 de noviembre de 1838, por lo que al día siguiente capitularon ambas entidades, comenzando la guerra.

El gobierno de México reprobó ambas capitulaciones y expidió un decreto el 30 de noviembre anunciando que se declaraba la guerra al Rey de Francia, e inmediatamente pidió a Santa Anna que se pusiera al frente de las tropas e iniciara la ofensiva contra los franceses. Continuará esta apasionante historia del General Antonio López de Santa Ana…

Comments


DIRECTORIO

Lic. Fernando González Parra

Director General

Mtra. Graciela Ornelas Prado

Directora

Edmundo Olivares Alcalá

Subdirector

Karen García Hernández

Jefa de Redacción

Héctor Manuel Serna Ornelas.

Juridico

Pablo Gómez

Articulista 

Ernesto Olmos Avalos.

Alitzel Herrada Herrera.

Garnica Muñoz José Antonio.

Reporteros

Adonay Samoya H.

Lic. Andrés Aguilera.

Roberto Chavez.

Renato Corona Chavez.

Javier Méndez Camacho.

Gustavo Santos Zúñiga.

Blas. A Buendía

Lic. Alicia Barrera Martínez

Columnistas

  • Icono social Twitter
  • Wix Facebook page
bottom of page