CHISPAS…

. Adonay SOMOZA HERNÁNDEZ …………………………………..

DEDICADO A UN INOLVIDABLE AMIGO: ALFONSO MUNGUÍA. ENMUDECE TEMPORALMENTE FREDDY BOGOTÁ RADIO. Mensaje enviado por sus descendientes a las Redes Sociales: A nuestro padre le negaron su seguro de gastos funerarios y cualquier apoyo humanitario las organizaciones sindicales a las que estuvo afiliado y contribuyera con sus aportaciones por décadas haciendo cine, teatro, composición musical, radio y televisión, nos referimos a la Asociación Nacional de Actores, (quien también le negara su pensión de jubilación desapareciendo sus documentos, y qué Fredy demandó hace varios años atrás) también la Asociación Nacional de Intérpretes y la Sociedad de Autores y Compositores de México.

Alegan que Fredy ya no cotizo de 2 a 5 años atrás, que ya no es miembro activo, que ya no les género ingresos (después de 50 años de aportar) ...Agradecemos infinitamente todo el apoyo que nos están brindando amig@s, seguidores y todas las personas que él consideraba su familia; por qué su vida la entrego en todo y hasta el último momento haciendo lo que amaba. 18 de mayo a las 11:49---

Comunicado de Rogelio Castro Hernández, a través de Facebook: Gracias, gracias, gracias... Rogelio Castro Hernández 18 de mayo 2023. Una noche, durante los primeros meses de la pandemia (creo que fue en mayo de 2020) vagando en Facebook apareció como sugerencia un perfil que en ese momento transmitía en vivo. Sin escuchar el audio en principio, la imagen llamó mi atención: una habitación llena de objetos donde predominaba el color dorado. Destacaba una silla (vacía en ese momento) y un micrófono de los utilizados para karaoke tal vez, o eso parecía. Discos compactos y acetatos por aquí y por allá, una computadora… un cartel hecho a mano que invitaba a escuchar

Después de minutos breves hizo aparición un hombre mayor, de cabello blanco largo con una coleta, caminando y moviéndose con las dificultades propias de la edad. Impecablemente vestido con traje y corbata.

Ajustó la altura del micrófono, encendió algún dispositivo frente a el, hizo algún ajuste en la computadora y saludo: “Familia, ¿como están? Buena noche, ya estamos listos para pasarla chévere junto con ustedes, donde quiera que nos escuchen y nos vean. Esto es Fredy Bogotá Radio, transmitiendo en vivo por Facebook desde Claveria para el mundo.

Escriban o manden mensajes para saber que quieren oír, acá lo leemos. Recuerden que más tarde vamos a tener cumbias sabrosonas y un poquito de salsa.

Mientras vamos a empezar con esto”. Más o menos fue así su intervención; obviamente no la recuerdo con detalles ni puntualidad. Acto seguido, pulsó un botón y las notas de “El Africano” (Sonora Dinamita, claro está) llenaron su transmisión.

Buscando y curioseando en la red he encontrado y descartado montones y montones de emisoras “de recámara” como les llamo, porque no ofrecían nada. Es noche me quedé cerca de tres horas ahí escuchando música tropical básicamente setentera, y escuchando las intervenciones del peculiar locutor. No era la música; era él. Su forma de estar ahí: cálido, seguro, como en trance.

Desde entonces, de cuando en cuando, escuchaba y veía sus transmisiones. Luego me di cuenta de que logró el cuasi milagro en mí: lo escuchaba sin analizar, sin criticar… lo disfrutaba. Me recordaba la viejísima “Radio A I” de los tempranos 70s; era él, su micrófono y el mar de desconocidos al que uno lanza esa especie de mensaje en la botella que es la radio. La respuesta de sus escuchas no se hacia esperar: mensajes, peticiones, felicidades a Don Fredy, saludos a Paco y a Imelda que escuchan en Cerro de la Estrella…

Lograba generar una conexión con cercanía, con intimidad como de familia, como cuando caes a cenar en casa de un amigo o pariente, y la plática se pone rica. Eso, hoy en día, es difícil de encontrar entre locutores cabineros. Respetuoso, mesurado, pensante, pero no por eso menos divertido o ágil, hacia transmisiones que alcanzaban ¡las 5mil personas conectadas!

Me gustaba verlo trabajar, disfrutar y ser feliz haciendo radio en su casa. Pese a la edad, la pandemia, la economía, nunca perdió el feeling, ni las ganas, ni el evidente respeto y amor por lo que hacía. Hasta el fin, sin importar las circunstancias. Una lección para cualquiera que se diga comunicador. Luego me puse a averiguar sobre el: colombiano por nacimiento y mexicano por elección, tuvo una trayectoria larga y prolífica en las décadas de los setenta y ochenta; cantante, compositor, músico, actor, locutor y animador, estuvo en muchos escenarios de todos los tamaños; hizo radio, cine, televisión…

Tenía tiempo de no ver o escuchar su transmisión, cuando, hace pocos días, leí en su perfil que se encontraba con complicaciones de salud. Ayer, tras pocos días, un padecimiento respiratorio se llevó a Alfredo Chavarro - su nombre de pila a dónde van los que ya se fueron. Se hizo el silencio en su transmisión. Lo admiro porque sabía conseguir esa “conexión” cada vez más rara y difícil. Que descanse en paz con todos su ritmos y anécdotas Fredy Bogotá, de Clavería para el mundo.