Clamor de “los zombies vivientes” de ex Ruta 100. Su desgracia

“República bananera” hace referencia a países considerados corruptos e inestables abusando del fenómeno antisocial de la Oclocracia, se volvió a escuchar el clamor de los “Zombis Vivientes” de la ex Ruta 100, al reiterar a grito abierto: “Lic. Andrés Manuel López Obrador, Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, “¡Ya basta de injusticia, corrupción e impunidad en el caso del conflicto Ruta-100!” Tras la quiebra técnica de Ruta 100, marcada en el calendario histórico el 8 de abril de 1995, que por Decreto presidencial del último funesto gobierno priista que detentaba el estandarte de la Dictadura Perfecta en América Latina hasta el 2000, año de la alternancia, degeneró el Estado de Derecho en múltiples demostraciones imperdonables. Tanto los baldones gobiernos priistas, perredistas y ahora morenistas, que han dado cuenta de la dramática historia que se fueron gestando criminalmente en contra de los ex ruteros de la 100, de no hacerles caso y dejar en la patibularia omisión negándoles todo ejercicio justiciero, han enfrentado y soportando el desamparo, debido a las pésimas administraciones que siguen incurriendo en actos de corrupción, injusticia e impunidad. Pareciera –afirma el líder moral de la ex Ruta 100, Jorge Cuellar Valdez-, la existencia de una consigna, ignorar sus demandas legítimas para no ser reivindicadas y darle manga ancha a la criminalidad que se aglutina en una caterva que ha representado todo gobierno en torno al grandioso e histórico fraude del cual siguen siendo víctimas 12,004 ex ruteros, muchos de ellos han muerto naturalmente sin ver la luz de la justicia. Mientras, sus defraudadores Gabino Camacho Barrera y su compinche Ricardo Barco López, prófugos de la justicia, y quienes conforman un ejecutor grupo heterogéneo dándose los mejores lujos, departiendo los manjares producto de sus raterías a costa de los desvalidos trabajadores de la ex Ruta 100, con funcionarios corruptos del GCDM, éstos desde sus guturales y profundas gargantas, juraron que no se apartarán de seguir exigiendo justicia a un gobierno que emula el desastre que dejara el neoliberalismo ejercido en la época salinista, y que hoy, paradójicamente, “orgullosamente” encabeza la izquierda gobernante. La intención de sobrevivencia se enmarca en la sincronía y conservación de la vida misma a pesar de enfrentar situaciones tan difíciles en relevantes hechos peligrosos. Veintiséis años son toda una vida, pero una vida que ha conllevado a los 12,004 ex trabajadores de Ruta 100, al apocalipsis provocado por los malos gobiernos. Imagen integrada. En el anecdotario de lucha de aquellos oclocráticos que de la nada surgieron gracias a las reformas democráticas promovidas por el jurista, historiador y académico mexicano, Don Jesús Reyes Heroles, se sienten iluminados que ni la propia Virgen María de Guadalupe les merece. Criticaban inicialmente la violencia gubernamental del pasado, que con el devenir de los años, esos izquierdosos emanados de las pestilentes cloacas del populismo trasnochado, surgieron para hacer el mal, hoy están empoderados en las lides de mando, y referente a la problemática irresuelta de ex Ruta 100, se dan el lujo de enfrentar, distorsionar y crispar a la base trabajadora, ignorar a esos pobres hombres que pretenden desaparecer matándolos de hambre. Pero esos grandes hombres que han ejercido una influencia notable en el género del transporte urbano, no se dan por vencidos aun cuando en una lucha desigual, levanta sus ánimos de enrolarse en los derechos de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para que Gobierno y Congreso, obedezcan ese clamor del SUTAUR-100: “Doctora Claudia Sheinbaum, ¡ya basta de injusticia, corrupción e impunidad!” Desde distintas perspectivas, los ex ruteros 100, han ensalzado su espíritu de lucha, y por enésima ocasión alertaron a la ciudadanía que por culpa de quienes detentan el poder del gobierno, que no se den por aludidos para integrarse a la protesta popular y ser copartícipes entre pueblo y trabajadores, sumar sus voces de lucha demandando el rescate de abandono que viven miles de ex choferes de la R-100. Lamentablemente, todos esos hombres y mujeres ex trabajadores vegetan en la desgracia y la pobreza extrema. Para Cuellar Valdez, a más de 26 años de la desaparición de una de las empresas paraestatales mejor organizadas y ejemplo de rectitud en materia de transporte urbano masivo en América Latina, cientos de los sobrevivientes de la ex Ruta 100 seguirán enrolándose en sus banderas de lucha para sensibilizar a las autoridades, que cumplan con su papel histórico de hacerles justicia a este núcleo de indefensos que ya pertenecen al grupo de la Tercera Edad. A decir del líder moral de la R-100, existe un contubernio bastante marcado entre la Comisión de Derechos Humanos local y el Gobierno de la Ciudad de México, para ejercer una línea política de eludir toda relación con ese grupo de personas que por años dejaron sus vidas con la atención y beneficio a la sociedad en materia de transporte urbano de manera eficiente. Presume dicha Comisión que “no existe vinculación alguna” en la sistémica violación a los Derechos Humanos en contra de la ex Ruta 100, dejando a un lado la victimización en que con el tiempo fueron dándose hechos abominables que hoy rebasan todo límite de principios, de respeto y ética profesional, violentando incluso la Ley Federal de Servidores Públicos y la misma Carta Magna. Cuellar Valdez confió que el Congreso de la Gran Ciudad, pese a la oposición en que incurrió la Comisión de Derechos Humanos-CDMX, ignorando los recursos de impugnación promovidos en tiempo y forma, se apartó del Estado de Derecho para darle la solución e integral al conflicto Ruta 100 que ya había reconocido y comprometido en su pronta solución. “Hoy mostraron el rostro de esquiroles gubernamentales”, acusó. Desafortunadamente, ha llegado también el grado de descomposición de mostrar la vergüenza y cinismo, al desconocer la Reparación del Daño Patrimonial de Estado en que fueron víctimas desde hace 26 años, agraviando los preceptos de los derechos constitucionales y laborales de la nación. Derivado de toda esta parafernalia jurídica, Jorge Cuellar Valdez anunció que su lucha será continuada hasta donde tope, porque no es justo que los nuevos gobernantes “se hagan ojo de pancha” y se den el lujo hasta de desconocer la lucha social laboral de este gremio camionero que se ha topado con “oídos sordos” y “ojos que no ven”, desde hace 26 años. Pareciera que fue ayer, pero el conflicto no ha fenecido.