CUARTO DE PLANA

La llegada de Tatiana Clouthier Carrillo al gabinete de Andrés Manuel López Obrador como secretaria de Economía, es una grata noticia desde el punto de vista que se le vea.

Y es que su papel durante la campaña electoral del 2018 donde fue electo el presidente más espiado y atacado de los últimos tiempos, fue clave por el manejo inteligente y ágil de las redes sociales que hizo, teniendo como respuesta mucha aceptación dentro y fuera del equipo operativo lo que la colocó por un momento como integrante del gabinete en la secretaría de gobernación, pero no fue así.

Después se supo que iba de diputada y se le veía como la coordinadora de la bancada de Morena, y tampoco fue así, los analistas políticos se volvieron a equivocar, no le atinaron y solo quedó como integrante del cuerpo legislativo por ese partido.

Hoy sabemos que ha aceptado integrarse al gabinete como Secretaria de Economía convirtiéndose en pieza clave para solventar la difícil situación financiera y mercantil, como parte de las secuelas provocadas por la pandemia del Covid-19, pero también será la encargada de “apapachar” al empresariado mexicano para el 2021, luego de la salida de Arturo Romo como jefe de oficina de la presidencia y enlace de AMLO con ese sector.

Este sorpresivo nombramiento de Tatiana como titular de la Secretaría de Economía es sumamente inteligente de Andrés Manuel López Obrador, un tiro de tres bandas, luego que la sinaloense, que no regiomontana, declinó a ser candidata a la gubernatura de Nuevo León, que sin duda hubiera ganado, porque prefirió un encargo nacional y apoyar al presidente a “calmar las aguas” dentro del sector privado, que se siente molesto por los recortados beneficios y privilegios de que eran objeto en pasadas administraciones, por la buena relación que mantiene con ellos.

Será ella quien además le dé seguimiento al tratado comercial firmado con Estados Unidos y Canadá, cuyo panorama no se antoja fácil, luego de los daños colaterales a la economía que ha dejado la pandemia y para ver que se cumpla lo acordado.

Hija de Manuel Clouthier, candidato presidencial del Partido Acción Nacional en las elecciones de 1988, Tatiana, de acuerdo a su trayectoria profesional, ha desempeñado cargos a nivel municipal y estatal en el estado de Nuevo León; por la cuestión no gubernamental se sabe que ha formado parte de grupos ciudadanos como la Alianza de Organizaciones Ciudadanas, la Red Cívica, la Opción Ciudadana, el Grupo San Ángel y Evolución Mexicana.

En el aspecto político, fue militante del PAN en el que se desempeñó como coordinadora de elecciones locales y federales; como consejera estatal en Nuevo León; como diputada federal suplente en la LV Legislatura y en 2003 fue elegida diputada federal plurinominal por su partido para la LIX Legislatura.

De acuerdo a su bibliografía hecha pública, tras la elección en 2005 de Manuel Espino como dirigente nacional del PAN, ella renunció acusando a su partido de “ir en dirección contraria de los valores que lo fundaron”, dando fin a una militancia de 15 años.

Ya desde entonces ella avizoraba una entrega del panismo al servilismo político y hegemónico del PRI al declarar: “tristemente1veo que nuestro partido no ha mostrado tener un proyecto claro y definido ahora que es gobierno a nivel federal. Vemos al Presidente (Fox), por un lado, nosotros por otro, parece que se gobierna más con el PRI que con el PAN. El PAN se sacó al priísta que todos llevamos dentro y este afloró en las prácticas: compra de voluntades, regala o intercambia puestos, amenaza, etcétera”.

No estaba equivocada, hoy paréntesis aparte, PAN y PRI anuncian una alianza, a la que se suma el PRD, para tratar de frenar el avance de Morena en los próximos comicios de 2021 en la que serán renovadas 15 gubernaturas.

Como coordinadora de campaña de López Obrador, Clouthier tuvo un papel preponderante al conectar con un sector joven de la población a través de las redes sociales por medio de las cuales se ganó la aceptación para con la juventud.

La Tía Tatis, como fue conocida en Twiter, será un factor importante para el gobierno de López Obrador, tiene carisma, carácter, temple, conoce a los empresarios y sabe que puede negociar con ellos y encontrar los puntos convenientes para ambos que permita robustecer la relación con el presidente. Sin duda, una buena decisión presidencial.