Cómo fijan los cárteles las cuotas de extorsión que van de los 50 mil a 75 mil pesos de cuerdo a la víctima
. LOBO NEGRO. ………………………………………….
CUIDADO CON CIRCULAR EN EL MUNICIPIO DE TLALNEPANTLA. El crimen organizado está presente en el municipio de Tlanepantla de Báz, Estado de México, y se encuentra integrado por elementos de la policía y tránsito municipal, quienes ejercen sus cuotas sobre automovilistas y principalmente contra el Transporte de Carga en General, cargueros y traiíleros, siendo incontrolable.
Los elementos de tránsito se han convertido más peligrosos y violentos que la misma delincuencia organizada, por el poder de su placa que utilizan para cometer todo tipo de fechorías.
Las denuncias han llegado al presidente municipal de Tlanepantla, Tony Rodríguez, quien hace oídos sordos y cierra los ojos para apoyar a su policía, porque recibe su parte.
Elementos de tránsito han solicitado a diputados del Congreso de la Ciudad de México su intervención, para solicitar a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEDMX), se investigue a altos funcionarios de esta dependencia, ya que todas sus fortunas son ilícitas.
Aseguran las víctimas y los mismos agentes de tránsito, que el comandante Esquivel, quien es subdirector; el Comandante Hersain, mano derecha del subdirector y al Comandante Jesús (famoso por su mote, “chucho”), jefe de departamento, que son los principales responsables de las extorsiones.
Estos altos funcionarios de tránsito, les exigen a sus oficiales una cuota diaria y fuerte, pues tienen que repartir “allá arriba”, refiriéndoles que tiene que aprovechar el año de Hidalgo y, una manera muy cómoda y común de ellos, es extorsionando a los conductores, principalmente camioneros y traileros, los cuales prefieren rodear por otros caminos aun cuando recorren mayores distancias, que pasar por el perímetro de Tlalnepantla.
Además del municipio de Tlalnepantla, el Cártel Policial se extiende a Ecatepec, Naucalpan, Netzahualcóyotl y otros municipios, donde actúan impunemente sin que ninguna autoridad o presidente municipal intervenga para frenar las extorsiones que van de la mano con otros delitos.
Tanto las víctimas como los mismos policías de tránsito de Tlalnepantla han denunciado y señalado que a sus jefes, ya señalado, lo único que les interesa es el dinero mal habido.
Explicaron cuál es la forma de operar y señalaron que al detener a los conductores por cualquier motivo, lo primero que hacen es intimidarlos, argumentando que la unidad que manejan tiene reporte de robo.
Los bajan de sus unidades y los revisan para despojarlos de sus celulares con el fin de que no filmen o los graben de sus fechorías.
Luego los suben a las patrullas y los amenazan con enviar la unidad vehicular al corralón, pues como es sabido, los encargados o dueños del corralón les dan a los policías una cuota por cada vehículo que trasladan al depósito y es aquí donde existe un pago muy fuerte que se exige o cobran para liberar los vehículos.
Posteriormente les entregan sus celulares para que se comuniquen con sus familiares o con los propietarios de las unidades a quienes les exigen hasta 50 mil pesos por dejar en libertad al chofer y liberar la unidad.
Tras llegar a un acuerdo con los jefes inmediatos de los policías, estos amenazan a los propietarios de los de los vehículos, así como a los choferes para que no denuncien los hechos, o podrían sufrir algún accidente, “nosotros ya tenemos todos sus datos”.
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