De nada sirve modificar nuestra constitución si continúan los territorios controlados por narco

EDMUNDO OLIVARES ALCALA. ………………………………..
Mientras los gobiernos locales y federal no apliquen la ley conforme derecho y se olviden ya de los “abrazos”, y se proceda contra los gobernantes que han permitido ríos de sangre, la delincuencia seguirá actuando libremente.
La herencia maldita que dejo a su paso Andrés Manuel López Obrador, es hoy lo que sucede en Jalisco con crematorios clandestinos, y que desde el Gobernador hasta los diferentes cuerpos de seguridad del estado, lo permitieron.
“ Las madres buscadoras de desaparecidos”, siguen descubriendo fosas clandestinas más crematorios en otros estados de la República Mexicana, la impunidad alrededor del Gobierno, es muy difícil avanzar en el combate a la delincuencia en el país.
De nada sirve modificar nuestra constitución, si continúan los territorios controlados por el narco y por delincuentes a quienes se prefiere abrazar, afirmó Liz Salgado ante el pleno del Constituyente Permanente de la Ciudad de México, al votar a favor de la reforma constitucional de los artículos 19 y 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El tema aquí, dijo, es que en México sí hay territorios no controlados por el Estado Mexicano y población que para fines prácticos, es gobernada por fuerzas extrañas que cobran derechos de piso, que imponen límites a las libertades, que imponen prácticas en materia económica y que ejercen su visión de justicia a la población.
La congresista enfatizó que, eso es lo que necesitamos que cambie y para eso, no necesitamos reformas constitucionales, precisamos de decisión, de estrategias que sí funcionen y programas que sí den resultados. Algo que hasta la fecha no hemos visto.
Defender nuestra soberanía es no necesitar que venga otro gobierno a decirnos que no hemos hecho nuestra tarea, porque estas reformas llegan como reacción a la decisión del Presidente Donald Trump, al señalar a los cárteles mexicanos como grupos terroristas, buscandoampliar los delitos por los que se puede dictar prisión preventiva: terrorismo; fabricación, distribución, enajenación, traslado o internación de armas; y participación en actos que atenten contra la soberanía nacional, en los términos de la misma reforma.
Es decir, endurece la postura del Estado Mexicano frente a los delitos que denunció el gobierno americano y por los que acusó al gobierno mexicano de proteger a grupos criminales. Lo digo sin ánimo de editorializar, enfatizo la diputada de Acción Nacional.
Salgado Viramontes resaltó entonces que, defender nuestra soberanía, es proponer soluciones reales al problema de la violencia y la delincuencia que viven muchas regiones en el país. Hablo de estados completos como Sinaloa, Guerrero, Tabasco, Tamaulipas y Chiapas.
Defender nuestra soberanía, es garantizar a la iniciativa privada que no tendrá que pagar impuestos a otros poderes que no sean los del Estado mexicano. Y defender nuestra soberanía, también es fortalecer a nuestro Estado; un estado moderno, sujeto a controles, límites y equilibrio de poderes.
En Acción Nacional votamos a favor de la reforma, pero exigimos soluciones reales al problema de la violencia y la delincuencia que vive nuestro país. Exigimos que se investigue a las y los políticos vinculados con el crimen organizado. Exigimos que el gobierno deje de proteger a los delincuentes y apoye con decisión a las víctimas, a las madres buscadoras, a las familias de desaparecidos y víctimas de trata.
Liz Salgado finalizó, afirmando que defender la soberanía, también significa que en lo interior no haya más autoridad que el Estado y que “esta autoridad es única, indivisible e inalienable, que aplica sobre la población y el territorio mexicano, y que se ejerce por medio de los órganos establecidos por la Constitución”, como lo apunta el maestro Tena Ramírez.
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