El carbón se empezó a utilizar en 1810 para iluminar las urbes de Reino Unido
.JORGE GAVIÑO AMBRIZ. …………………………………
La energía renovable no es más cara que el combustible fósil cuando se tiene en cuenta los costos del ciclo de vida. Piyush Goyal.
Hace unos días Reino Unido se convirtió en la primera nación del G7 y de las principales economías del mundo en dejar de generar energía con carbón. 142 años después de que fuera inaugurada la primera planta que producía energía a base de quemar este mineral, fue cerrada la última de su tipo en aquella nación. El carbón se empezó a utilizar en 1810 para iluminar las urbes de Reino Unido. En 1830 se utilizó para impulsar el desarrollo ferroviario y en 1882 se empleó por primera vez para generar electricidad para uso público. De acuerdo con información de la página web Low-carbon Power, en Reino Unido, de septiembre de 2023 a agosto de 2024, “más de la mitad de la electricidad provino de fuentes bajas en carbono, con un 60.48% en total. El 29.29% de la electricidad fue generada por la energía eólica, un 13% provino de la energía nuclear y un 11.22% de los biocombustibles. La energía solar y la hidroeléctrica, aunque aportaron menos, también contribuyen a la energía limpia con un 4.46% y un 2.52% respectivamente. Por otro lado, casi un tercio de la electricidad del Reino Unido todavía depende de combustibles fósiles, principalmente de gas en un 26.47%, mientras que el carbón representó apenas un 1.28%. Además, un 10.13% de la electricidad generada fue importada de otros países.”
En contraste con el avance que ha dado Reino Unido en producir energía a partir de fuentes bajas en carbón, en los primeros siete meses del año, casi el 60% de la energía eléctrica que se consumió en el mundo fue generada por combustibles fósiles. Las principales fuentes de este grupo fueron el carbón con 34.93% y el gas con 21.83%.
Algunas de las principales razones por las que se sigue produciendo electricidad a partir de combustibles fósiles, a pesar del severo daño que generan al medioambiente, es que tienen un costo más bajo que las fuentes de energía renovables, la mayoría de las naciones cuentan con la tecnología adaptada para su uso, y también son más fáciles de extraer y transportar. Es lamentable que se sigan anteponiendo los intereses económicos del presente a cambio de seguir destruyendo el mundo que le heredaremos a nuestros nietos y que les pertenece a ellos y a las generaciones venideras. Sencillamente, es un acto irresponsable y carente de cualquier sentido ético como humanidad, el que tenga más valor el dinero que poder respirar aire limpio. Sí seguimos así, llegará el día en que ni todo el dinero del mundo alcance para comprar un planeta nuevo.
Algunas alternativas para crear electricidad baja en carbono son seguir el ejemplo de Francia que genera el 67% de su electricidad a base de energía nuclear. Tanto Dinamarca como Uruguay han logrado avances significativos en los últimos años en la producción de electricidad a partir de la energía eólica. La ONU ha sido muy enfática respecto al cambio de timón que se tiene que hacer: “para evitar los impactos más negativos del cambio climático, es necesario reducir las emisiones a casi la mitad en 2030 y alcanzar el cero neto en el año 2050.”
Ciertamente, es un buen avance el que ha realizado el Reino Unido al dejar de ocupar carbón para generar electricidad, pero es necesario que, como humanidad, y todos los gobiernos del mundo se lleve a cabo un mayor esfuerzo por dejar de iluminar a costa de llenar el cielo de hollín y otros contaminantes. Cada día hay menos tiempo para corregir el desastre ambiental que como humanidad hemos creado.
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