El dedo mesiánico. Los dineros torcidos del peje…Pobre pueblo

Para ganar elecciones, se requieren carretadas de dinero, no importa si es limpio o tiene varias lavadas; si proviene de acciones ilícitas o de “donaciones” (aportaciones) prohibidas; sea de los señores de la sotana negra, de organismos nacionales o extranjeros, o de personajes que cultivan lo ilegal.

El, o la candidata a heredar el trono del tabasqueño, debe tener el financiamiento necesario, sea limpio o no; y se planean diversos escenarios y mecanismos, sin importar que los dineros del peje sean torcidos por la ilegalidad.

El ingenio para hacer dinero no tiene límites. El equipo del muy adelantado del o de la candidata a la presidencia de la República, ya deben tener su guardadito y/o “cochinito”, quizá la alcancía de los presupuestos alterados de la construcción del Sistema de Trasporte Colectivo-Línea 12, también conocida como la fatídica “Línea Dorada”.

O fondos de los caprichos presidenciales, como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, o en el “mejor aeropuerto del mundo”, Santa Lucía… rayando en el cinismo, o bien, la construcción de parques de béisbol, que servirán como coliseos romanos.

El método o ingenio del caudillo para obtener dinero, no tiene límites, aplica recortes en el erario de guardería, medicamentos, en rifas que no son rifas, más bien, fraudes descarados.

Inclusive, esos dineros salidos del erario federal, alcanza para exilios dorados en París o en Madrid de su vicepresidente –no, ¡perdón!-, de su Canciller, el “mil usos”, el sujeto que la vox populi calificó en tiempo y forma, como el Chucky diabólico, y de quien se dice, es uno de los personajes muy adelantados aspirantes de la residencia austera del emblemático Palacio Nacional.

El líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), es decir, Andrés Manuel López Obrador, sabe que se necesitarán enormes recursos para atender el enorme gasto que representa una campaña presidencial. Él tuvo que organizar tres campañas, con recursos hasta la fecha no revelados.Excepto las “aportaciones” recibidas por sus hermanos Pio y Jesús Martín, que sumaron varios millones de pesos para la causa, es decir, para las campañas presidenciales del también conocido como “el ganso de Tabasco” o “el Caín de Macuspana”.

Otros súbditos del Peje encargados de “pasar la charola” fueron -y son- René Juvenal Bejarano Martínez que captó pacas de dólares “donadas” por el empresario argentino Carlos Ahumada Kurz, entonces lunática amante de Rosario Robles Berlanga, ex presidenta del PRD, hoy presa política fortuita del gobierno del desastre pejista.

“El profe” Bejarano era hombre de todas las confianzas del López Obrador, inclusive presumía ser recaudador de recursos para su jefe.

Pero otra persona que tenía (o tiene), la consigna de recibir “aportaciones” para beneficio de AMLO, es Eva Cadena, que como los anteriores captadores de millones de pesos, fue grabada y exhibida, para colmo de males.

En todos los casos, el siniestro y desvergonzado Presidente de la República, se asume cono víctima, refiere que “no conoce” los movimientos de su personal, y en el caso de sus hermanos Pio Lorenzo y Martín Jesús López Obrador, que han sido sorprendidos en abominables actos de deshonestidad, al recibir “chayos” convertidos en supuestas “aportaciones”, cuyo benefactor es el mismísimo Peje KK’s, el jefe de la mafia del poder de Palacio Nacional.

En todos los casos, AMLO se sume “inocente”; y trata de justificar que “son noticias para tratar de ‘dañarme’”, y su canturreo de siempre, “hay aves que cruzan el pantano y no se manchan, mi plumaje es de esos…” (¡glup!)

Si bien entre las voces de los actores políticos sale la expresión del “¡ay no mamsss…!”, cabe hacer notar, además, la “caja grande” de AMLO está fondeada con la organización de subastas de las residencias, vehículos, joyas y demás bienes confiscados a los capos de la droga. Y de “aportaciones anónimas”.

También hay dinero “ahorrado” por la eliminación de los fideicomisos, de la no compra de toda clase de medicamentos, en especial los que combaten el cáncer de menores de edad, esos que el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, ya conocido como “el doctor muerte”, señaló en uno de sus muchos exabruptos, como junto con sus padres como golpistas. Y de los múltiples recortes presupuestarios.

A pesar de las estulticias cotidianas, en sus conferencias de prensa, el jefe del clan, no cesa al doctor muerte, al contrario, lo promueve a posiciones más importantes.

El (todavía) jefe del Poder Ejecutivo y Legislativo y parte del Judicial, tiene su foro propagandístico en uno de los salones de su “modesta residencia”; presume sus “logros” gubernamentales, refuta las críticas de todos los medios impresos y electrónicos.

Este ejercicio de le conoce como “las mañaneras” y entre los paleros seudo periodistas que asisten y que formulan preguntas a modo, los califican como las “plañideras”, una prensa más que controlada, mediatizada que denigra al medio periodístico ético y profesional.

El “señor presidente” intuye que se le está diluyendo su gran poder y difunde un nuevo distractor, al dar a conocer la lista de su “caballada”, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y Rocío Nahle. Premeditadamente el también llamada Peje, dejó fuera de la línea de salida al senador Ricardo Monreal Ávila, quien, en la víspera y conocedor de información de primera mano, se “auto destapó” para la “grande”.

López Obrador, al dar a conocer la lista, tácitamente reconoció que su gran poder se desvanece poco a poco; afirmó que rompió con la tradición de gobiernos anteriores de “El Tapado”, sólo que en esta tradicional función, sería los y las “corcholatas” que habría que develarla en cualquier momento.

Los nombrados por el dedo flamígero del tabasqueño, tienen experiencia del manejo del dinero oscuro, debido a sus cargos en el “gabinete de la era peje” tanto del erario como el acceso de los bienes incautados.

La perversidad del ocupante sexagenario de Palacio Nacional no tiene límites, orienta su dedo mesiánico a favor de su representante en el gobierno de la ciudad de México, es decir, Claudia Sheinbaum Pardo. Esa lista se percibe como otra “cortina de humo”, para que sus detractores no critiquen ni exhiban a su canciller (el mil usos) como su sucesor, que tiene más capacidad para heredar el trono.

Además, tiene la certeza que le cuidará la espalda y no promoverá juicio al ex presidente; en este caso, el tabasqueño observará cómo sus carruajes se transformarán en calabazas y verá pasar el tiempo confinado en su rancho, ubicado en Palenque, Chiapas, identificado con el nombre sonoro de “La Chingada”, lugar donde ya debería irse, ¡pero ya!