El machismo es el miedo de los hombres a las mujeres sin miedo
. JORGE GAVIÑO AMBRIS. ………………………….
El mundo necesita cambiar. En los últimos tiempos han ocurrido grandes avances científicos y tecnológicos, la ciencia y la técnica al servicio de la humanidad ofertan nuevos mecanismos y medios que en la mayoría de los casos pretenden mejorar la calidad de vida de las personas; hay algunos que podrían contribuir a nuestro exterminio como especie e inclusive hay otros que en poco tiempo pretenden acabar con diversas enfermedades. Y mientras esto sucede, resulta sumamente lamentable que no podamos hablar de que vivimos en una época en la que haya habido una evolución de la consciencia de las personas que habitamos el planeta Tierra. Los tiempos cambian, pero el ser humano es el mismo. Es triste, pero hay que decirlo, como humanidad seguimos siendo sumamente egoístas, un dato que prueba lo que comento: el uno por ciento más rico de la población mundial tiene más riqueza que el resto del planeta; desigualdad es uno de los grandes problemas de nuestro tiempo. Otro de los flagelos más lacerantes es la discriminación y violencia que viven las mujeres.
En México, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2020, cuatro de cada 10 mujeres mayores de 15 años sufrieron algún tipo de violencia, siendo la psicológica más común. Según el propio INEGI más del 33% de los hogares en el país están encabezados por mujeres, que idealmente, tal como lo señala Diana Luz Vázquez en su libro Salvavidas para Madres Autónomas, ellas deberían de ser capaces de valerse por sí mismas, gestionar su hogar, la educación de sus hijos y tener una vida digna. No obstante, uno de los grandes impedimentos para que esto suceda son los actos de violencia sistemática por parte de la sociedad en su conjunto, que en distintos niveles y en todos los estratos sociales, les impiden tener una buena calidad de vida para ellas y sus hijos.
Históricamente, el abandono, el machismo y la misoginia, han sido conductas que se han repetido sistemáticamente en la sociedad mexicana y en el mundo entero. Por ello, para que las mujeres puedan romper con estas prácticas, han existido diversas iniciativas como la Ley Sabina, impulsada por la propia Diana Luz y otras mujeres, que pretende crear un registro nacional de deudores alimentarios abierto al público, que los padres deudores no puedan salir del país y que no haya ningún poder que pueda impedir el cumplimiento de la ley. Esta reforma ha entrado en vigor en varias entidades federativas y confío que en los próximos meses sea ley vigente en más estados de la república mexicana. El Estado debe garantizar que los niños y las niñas tengan los medios necesarios para tener una vida digna.
El libro de Diana Luz pone en el centro de la sociedad a las madres, a los infantes; pone el punto en las íes, subraya una problemática que daña la integridad humana. Además, busca apoyar a las madres que actualmente luchan por tener una pensión digna. Quienes lean el libro encontraran consejos, herramientas y conceptos básicos del proceso judicial para ahorrar tiempo y dinero. Es urgente que las mujeres que han sido víctimas de violencia alcen la voz para que los agresores dejen de vivir tranquilos, a sabiendas de que nadie los denunciará. Se acabó el silencio. Se acabó la impunidad. Con este texto se pretenden fomentar y propiciar que crezcan las redes de apoyo de madres que por alguna razón no reciben el respaldo correspondiente de los padres de sus hijos. En síntesis, este texto es una herramienta muy útil en la actualidad, que sin duda cambiará la vida de muchas familias nucleares cuyo pivote es una madre autónoma.
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