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El socialismo es un sistema diabólico no agradezcan por las migajas que dan




El cubano Cristian Crespo, describe una serie de consecuencias sociopolíticas referente a los “extraños” apagones de luz que se dan en países que sus gobernantes que pretenden crear tendencias socialistas que al fin y al cabo, no están adecuadamente identificadas con el desarrollo de las personas quienes se convierten en rehenes. Dos ejemplos palpables: Cuba y Venezuela, y de cómo está la caótica situación en América Latina, México también ya va para allá...

Si bien consideró que “solo como cultura general por si no han leído al respecto...”, Crespo detalló punto por punto la terquedad de quienes han asumido el poder por la vía democrática, que al paso del tiempo, se transforman en tiranos porque creen que han dominado a miles de cerebros débiles.

En Cuba –narra-, nos metían apagones de 3 días seguidos, y había que inventar para sobrevivir, luego al tercer día cuando llegaba la luz se sentía un gran griterío de alegría porque “por fin había llegado”. Eso es un manejo comunista de un servicio básico, como la comida, medicinas, etcétera.

Casualmente, en Cuba la luz volvía minutos antes de la "novela brasileña", esa que era la máxima entretención para el cubano de a pie. Cuando las esperanzas parecían vencidas, llegaba la luz, recibida con gran algarabía popular porque se podría, "por lo menos", dejarles ver su novela esperada y favorita...

Imagínense la vida de mis padres en Cuba –dice- médicos los 2. Mi papá neonatólogo salvando vidas de bebés prematuros en un hospital, con dos o tres días de apagones en casa, teniendo que cocinar cuando llegaba la luz porque la cocina era eléctrica, sin agua, y lo peor, sin protestar.

En los apagones nos alumbrábamos con tubos de pasta de dientes cortados por la mitad, se les introducía un cordón (mecha) y se metía dentro de un frasco de vidrio con queroseno, para hacer una lámpara artesanal, no había velas. Así nos mantenían ocupados, de invento en invento...

Y no sólo es el apagón, es el hambre, el calor, limpiarte el trasero con periódico, lavarte la boca con jabón o sal, ponerte bicarbonato en las axilas para el mal olor, sin bañarte, sin agua, con miedo. Y al otro día al colegio. Y después nos dicen que en Cuba se estudia gratis.

En Cuba para el racionamiento eléctrico separaban las ciudades en circuitos, no había un calendario oficial de apagones, sino el rumor del pueblo "dicen que hoy le toca al 2" "yo escuché que era al 3". Esto mejoró un poco cuando Chávez empezó a regalarle el petróleo de Venezuela. El reparto del botín para los miserables.

Pero antenoche cuando vi el mapa de Venezuela apagado, y veía un poco más a la izquierda en el mismo mapa a Cuba completamente iluminada, siendo cubano sentí mucha arrechera. En parte de esa "luz" que se veía, estaba la propia destrucción, la propia oscuridad de los venezolanos...

Nunca celebren cuando el Estado les lleve la luz, que les fue arrebatada y ultrajada; nunca aplaudan, nunca griten de júbilo, exijan y no den gracias. Eso es lo que los comunistas buscan, que les agradezcan por las migajas, por la miseria, por las sobras y se conformen con lo que ellos les quieren dar.

Recuerda que en una ocasión en que estuvieron 72 horas en apagón en Ciego de Ávila, Cuba; la luz volvió a las 2 de la mañana por 3 horas, para luego estar 72 horas más a oscuras. Era como tortura, como un castigo, como si nos hubiésemos portado mal, un escarmiento. Así actúa el Castrismo.

Canalizar pensamientos. Nunca se siente tanta soledad y desesperanza como en un apagón en dictadura (y los Castristas lo saben). Pensar, controlar la ansiedad, la ira, el abatimiento. La última etapa de los regímenes totalitarios para el control total, es el control emocional.

En Cuba, cuando llegaba la luz por la madrugada, mis padres médicos tenían que levantarse a esa hora a juntar agua, medio cocinar para varios días, limpiar, lavar; dos horas después se iban para su trabajo a salvar vidas. Aún me pregunto: ¿cómo lo hacían? ¿De dónde sacaban fuerzas?

Cuando llega la luz, los venezolanos comienzan a tomar precauciones "para cuando se vaya la luz de nuevo", asumen qué va a pasar. Es cómo el arrecho en solo unas horas se cambia la mentalidad del ser humano. Es despertar la mentalidad más primitiva e instintiva por la supervivencia.

En Cuba en medio de los apagones, como además escaseaban los combustibles (gas, alcohol de cocinar, queroseno), muchos vecinos llegaban hasta a sacar las puertas de las habitaciones, y marcos de puertas de interiores, para hacer fogatas y poder cocinar en la calle para mal comer.

En Cuba, frente a la escasez de agua, en mi casa nos bañábamos los cuatro integrantes de la familia sobre una ponchera para que el agua no se perdiera, y poder usarla, una vez que también los cuatro integrantes hiciéramos nuestras necesidades, para bajar la poceta. Agua reciclada.

Una vez que empiezan los apagones como los de Venezuela y Cuba, aunque se tenga luz, el sentimiento de que la luz se pueda ir de nuevo en cualquier momento y que jamás va a volver, nunca más desaparece. Así se juega con los miedos de la población. “Es una especie de terrorismo en forma muy sutil que enajena el Estado en contra de su pueblo".

“El socialismo es un sistema diabólico”, concluyó Crespo, un hombre que ha sorteado toda clase de chantajes políticos en el islote caribeño, de donde aún se registran carcasas cuyos concursantes navegan hacia Florida para salvar su pellejo del comunismo genocida por excelencia.

Andrés Manuel López Obrador, el bandolero que asaltó y paró impunemente y sin ser castigado por autoridades federales más de 50 pozos petroleros en la época del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, azuzado por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari y el desaparecido Manuel Camacho Solís, ahora se halla en un andamiaje manipulador por parte del Foro de Sao Paulo, el cual integra a un grupúsculo de terroristas socialistas resentidos con el capitalismo, que por cierto, pretenden también –muy difícil tarea de ejecutar-, destruir la paz social de sus países y los ajenos como México y Estados Unidos.

Para no perder la brújula, “para consumir menos luz”, el propio López “recomendó” de forma bucólica a los mexicanos quienes han alertado al unísono que el tabasqueño “nos está dando en toda la madre”, que apaguen sus focos de 6 a 11 pm, tras fallos eléctricos en el país”.

Hace dos años, sugirió compartir el automóvil porque no había gasolina; hace un año, que solo tuviéramos un par de zapatos cuando él se viste y calza en la tienda Biejan, prestigiosas cadena comerciales de los Estados Unidos de Norteamérica.

¿Qué va a sugerir después? ¿¡Qué comamos menos!?

Pueblo mexicano: ¿No ves hacia donde nos quiere conllevar López para sufrir las nimiedades que padecen cubanos y venezolanos?

Para rematar, sentencian: “¿Cuántas pendejadas más se le ocurrirán a este monstruoso idiota desgraciado?

Todo a su debido tiempo, toda vez que el socialismo es un sistema diabólico, ya lo reveló el cubano de las dos “C” (Cristian Crespo).

Incluso, en territorio mexicanos, la sociedad observa a Manuel Andrés (el MALO), “con ojos de reclamo, inyectados de rencor”, renaciéndoles un sentimiento de culpabilidad por haber votado equivocadamente por un lunático cuyo perfil psiquiátrico, aterroriza, impresionante clasificación emitida por investigadores de alto nivel que estudian el grado de peligrosidad de esas mentes de criminales seriales.

Y como diría Ricardo Anaya, el ex candidato presidencial perdedor del PAN: “AMLO todo lo hace despacito, pero su lentitud y la de su gobierno, pasó de simpática a criminal. La lentitud de AMLO es criminal”.

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