Empresarios de turismo en serios aprietos por la inseguridad en corredores turísticos del país

Para Andrés Manuel López Obrador, quien no ha cumplido con la creación de la Policía Turística Nacional, pese a que fue una promesa de campaña y uno de los puntos esenciales de su proyecto de nación, lo prioritario son el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya en materia turística.

Ahí están entretenidos elementos de la Guardia Nacional, un híbrido de civiles y militares que tienen al país en serios aprietos por la inflexibilidad de ambos bandos de someterse y ser sometidos a un solo mando; el militar.

Se espera que este año ingresen al país, a sus destinos y corredores turísticos más de 28 millones de turistas gringos, sobre todo, que dejen una derrama de 14 mil millones de dólares, unos 280 millones de pesos.

Cantidades apenas para que el sector recupere los más de 400 mil empleos perdidos por efectos de la Pandemia generada por la presencia del Coronavirus, Sars-Cov2, Covid-19 y el cierre de al menos unos mil 600 establecimientos modestos hasta de alta gama y gran turismo.

Con la apertura a la reactivación económica a través de volver a la “nueva normalidad” y en medio de una cuarta ola de reactivación del Coronavirus que mata a cualquier ser humano sin escatimar en edades, género, condición social, pese a tener la doble dosis de vacunas, las que sean, el turismo es una gran opción y está siendo secuestrada por la delincuencia.

Ahí están los hechos recientes de Cancún y ni la Guardia Nacional ni la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana dan pie con bola y luego se les hace bolas el engrudo con el escándalo de la boda de Santiago Nieto en Guatemala con la detención de Sara Paula Gálico Félix Díaz detenida con hartos dólares sin justificar su procedencia y en un avión privado del empresario periodístico Ealy Ortiz.

Desmadrito de una funcionaria del Sector Turístico y del Fiscal de Hierro, Santiago Nieto, pero qué necesidad.

El asunto es que sigue sin cumplirse la creación de un organismo que cuide y resguarde los intereses de empresarios, prestadores de servicios y turistas nacionales y extranjeros y sobre todo, una promesa de campaña; crear la Policía Turística Nacional, con o sin el mando de militares o de civiles; hoy, no existe y está en el filo de la navaja la industria del turismo sustentable que no le cuesta al gobierno.

Pero, sin embargo, las remesas se consideran como logro sexenal cuando es una vergüenza que paisanos desempleados, fuera de programas sociales y asistenciales tengan que ir a buscar la papa en el extranjero sufriendo explotación y atentados contra sus derechos más elementales como el de la vida y ellos sean los que de alguna manera sostienen la paz social y aminoran la hambruna al enviar dólares a sus familiares desempleados y en la miseria, la mayoría.

Por otro lado, los ingresos per cápita por los hidrocarburos, que es un tema que está en tela de juicio a nivel global, se lleva muchos recursos en la construcción de la Refinería de Dos Bocas, la que quizá se convierta en una plataforma marina de subir el nivel del mar.

Y el turismo, que gracias a Dios tenemos bastos sitios dignos de ser visitados por propios y extraños, que son una mina de oro, más que el oro blanco que representa ahora el litio, porque su mantenimiento es sustentable y cuyo mantenimiento lo pagan los propios visitantes y empresarios, está en un hilo de irse al abismo por la falta de protección y seguridad.

Turismo que abastece de empleos directos e indirectos a millones de mexicanos que viven de sus actividades especializadas bien remuneradas hasta las propinas de sub empleados o de desempleados que viven del comercio informal entre turistas en busca de folklore.

Ojalá, antes de la revocación de mandato López Obrador de el banderazo a la creación de la Policía de Seguridad Turística Nacional dependiente o no de la Guardia Nacional, dependiente o no de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana o de la SEDENA o Marina o de Gobernación o sea autónoma, lo deseable.