EN ESCENA

. VALERIA DE LA BORBOLLA. …………………………….

DRENAJE PESTILENTE. Los acontecimientos registrados en el bar Black Royce, ubicado en Naucalpan, destapan una alcantarilla de un drenaje por el que circulan aguas pestilentes.

Las autoridades, encabezadas por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, cumplieron la función de fontaneros para sumergirse en ese desagüe putrefacto disfrazado de un centro de diversión o de entretenimiento.

Con el esclarecimiento de un asesinato, que se pretendió ocultar con la simulación de una muerte natural, quedó al descubierto una realidad que es públicamente conocida pero que no se ventila abiertamente por los intereses económicos que están en juego.

El crimen cometido en agravio del joven empresario Íñigo Arenas Sainz, es uno de muchos ilícitos que se cometen en esos centros de prostitución encubiertos y disimulados como bares o restaurante en los que operan grandes cadenas de grupos de delincuentes.

Sitios que en muchas ocasiones funcionan bajo la protección y contubernio de autoridades que se muestran omisas o descaradamente están coludidas.

Lugares donde el ejercicio de la prostitución disfrazada y encubierta, cambia los actos de amor por desgracias de muerte.

Escasamente se tienen estadísticas de víctimas que se atrevan a denunciar ante las autoridades judiciales los atropellos y delitos de que son objeto.

Quienes son desvalijados de sus pertenencias, se involucran en actos que prefieren no reconocer ni dar parte a las autoridades del ministerio público por temor al escándalo que pueda generar una crisis familiar.

La presencia de compañías femeninas que simulan encuentros casuales, es un riesgo fatídico para hombres que acuden a esos antros y que en ocasiones, como el sucedido en el Black Royce, tienen consecuencias mortales.

En contubernio con esas damiselas, están involucrados meseros, gerentes, personal de seguridad, choferes de autos de alquiler, repartidores de propaganda y una larga cadena de involucrados.

Las tácticas de las mujeres conocidas como “Goteras”, están relacionadas con el empleo de drogas que utilizan para provocar la inconsciencia de las víctimas y despojarlos de los objetos de valor que incluyen teléfonos celulares, relojes, carteras, tarjetas de crédito, joyas y dinero en efectivo.

El sistema para alcanzar su objetivo, está ligado al uso de gotas en bebidas alcohólicas o perfumes que de inmediato causan somnolencia.

Con el empleo de esas sustancias, que incluso pueden untarse solamente en la piel, la víctima puede permanecer inconsciente horas o días.

Sin tener dominio sobre su voluntad, los damnificados pueden pasar del sueño transitorio a la perdida de la vida.

Las “Goteras” usan tetrahidrozolina o ciclopentolato para ocasionar el daño neurológico.

La muerte, más bien asesinato, del empresario Íñigo Arena Sainz pudo quedar impune y formar parte de las estadísticas de crímenes que se archivan en el olvido.

Fue la intervención del Fiscal General José Luís Cervantes Martínez, quien encabezó a investigadores, peritos, ministerios públicos y médicos legistas, lo que evitó la impunidad de los victimarios.

Larga, pero pronta y oportuna, la investigación sujeta a protocolos donde el profesionalismo, la mística de apegarse al derecho y a la urgencia de hacer justicia, tuvo resultados para descubrir y encontrar a los presuntos responsables.

Detenidos, consignados y sujetos a un proceso judicial, los involucrados se encuentran tras las rejas.

Cervantes Martínez, hombre de leyes cuya formación está comprometida con la aplicación y el respeto al Estado de Derecho, implementó los protocolos y la logística basados en la ciencia, la investigación y la legalidad, para resolver un crimen en el que la arbitrariedad, la ilegalidad, los excesos y la violación de los derechos humanos se conjugaron para delinquir.

Sin aspavientos ni protagonismos para convertir a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México en un escaparate donde reine la vanidad, el Fiscal General se apega a cumplir los compromisos adquiridos ante la sociedad.

Este caso, en el que la corrupción no está exenta, puede convertirse en un referente para que autoridades municipales, estatales y federales conjuguen esfuerzos y se revise el funcionamiento de esas guaridas convertidas en madrigueras donde se delinque burlándose de los mandos que no participan de las prebendas que ofrecen grupos delictivos.