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Enemigos de la patria continental trazan una línea para dividir a la población entre ricos y pobres


Desde el Polo Norte hasta la Patagonia, el Continente Americano vive en un constante peligro por el “infatigable” desbordamiento de la pluto-oclocracia, esa extraña mezcla o combinación de crear gobiernos a través de la muchedumbre que degenera los avances de la democracia, creando asimismo gobiernos retrógradas con semejantes tientes comunistas que arrumban en la secuela de los sufrimientos, de la miseria descomunal, del retraso sicosocial hasta consumar crímenes de lesa humanidad, bajo la opresión antidemocrática promovida por resentidos contra las personas profesionalmente triunfadoras.

Un “líder” que sostiene ideas semejantes a las de los oclócratas, que pretende ser comunista, o lo es, sólo de nombre, superficialmente, ambigua o genéricamente, no es más que la conjugación de un mezquino excéntrico con la bondadosa cadena adjetiva de configurarse en un ridículo, un bufón, un gracioso, un chistoso, un burro, un cómico, un bromista o un Joker.

A modo de insistir y alertar a la sociedad —porque es la tarea cotidiana de los periodistas libres pero “incómodos” para los sistemas totalitaristas—, es uno de los legítimos métodos para describir a los tiranos émulos o condescendientes del genocida Adolf Hitler, toda vez que la Oclocracia o gobierno de las muchedumbres (del griego ὀχλοκρατία ojlokratía ‘poder de la turba’), es una de las formas de degeneración de la democracia, del mismo modo que la monarquía puede degenerar en tiranía o la aristocracia en oligarquía. A veces se confunde con la tiranía de la mayoría, dado que ambos términos están íntimamente ligados.​

Recordando la historia, el término fue acuñado por Polibio, historiador griego, en su obra Historias, escrita en torno al año 200 a. C. Polibio desarrolló su propia teoría de la anaciclosis (que describe una sucesión cíclica de regímenes políticos), basándose en las tres formas de gobierno aristotélicas y sus correspondientes formas impuras, sustituyendo la demagogia, como forma degenerativa de la democracia, por el nuevo concepto de oclocracia.

Mientras que, etimológicamente, la democracia es el “gobierno del pueblo” que con la voluntad general legitima al poder estatal, la oclocracia es el “gobierno de la muchedumbre”, es decir, “la muchedumbre, masa o gentío es un agente de producción biopolítica que, a la hora de abordar asuntos políticos, presenta una voluntad viciada, propensa a la evicción, confundida e irracional, por lo que carece de capacidad de autogobierno y, por ende, no conserva los requisitos necesarios para ser considerada como pueblo”.

En el trasfondo siempre existe la pléyade de insurrectos que a través del engaño, llegan a treparse al poder —cuan viles bestias o aves carroñeras— que al paso del tiempo, decepcionan a los gobernados quienes guardaron pacientes sus “arrogantes” esperanzas que habían depositado a favor de aquéllos, pero que a final de cuentas, el poder los corrompió y los transformó en furtivos criminales.

Una de esas células se guarnece en las organizaciones políticas que hacen posible la conformación del Grupo Sao Paulo, un foro de partidos y grupos políticos de izquierda latinoamericanos, desde reformistas centroizquierdistas hasta colectividades políticas de izquierda revolucionaria de América Latina.

Fundado por el Partido de los Trabajadores de Brasil en Sao Paulo en 1990, de acuerdo con sus camaradas fundadores, el Foro fue constituido para reunir esfuerzos de los partidos y movimientos de izquierda, para debatir sobre el escenario internacional post caída del Muro de Berlín con el objetivo de combatir las consecuencias del neoliberalismo en los países de Latinoamérica y el Caribe.

Desconectados de la realidad, las sociedades del mundo solo vieron caer el Muro de Berlín como una “anécdota de la historia contemporánea”, pero no vieron más allá de los peligros que conciernen la opulencia de la aristocrática izquierda en el Continente Americano, es decir, por desgracia, han saqueado las riquezas de cada región, teniendo a pueblos sedientos de justicia.

Los miembros latinoamericanos del Foro de Sao Paulo tienen voz y voto, sin embargo, a los encuentros foristas asisten también partidos y movimientos sociales de izquierda de otras regiones del mundo (como Europa y Asia), los cuales solo tienen voz pero no voto (aunque sí votan en las comisiones especiales).

El desaparecido dictador cubano Fidel Castro, que conformó un modo operacional a través de la explotación de la riqueza que emana del narcotráfico, financió a esta tenebrosa organización que, a la vuelta de la esquina, los pueblos han sido víctimas de sueños superfluos porque hallan caminos truncados para su desarrollo; por el contrario, se topan en el desaliento gubernamental cuyas administraciones son desvalijadas tan peores como los neoliberales que continuamente son atacados por agentes de la siempre izquierda testaruda.

Sobre la mesa de discusión se les ha escuchado la “perfección” de una destreza con expresiones que recaen en la conspiración antiimperialista, a la destrucción de los pueblos democráticos que se enfrentan a la dinámica patibularia de las corrientes de izquierda, llevándolos al precipicio de la angustia, de la desdicha, al impulso generacional de la ignorancia, y lo caótico, a soportar una narco-dictadura antidemocrática explotada por delincuentes que se hacen pasar como agentes de izquierda “democrática”.

Si también es cierto que América vive el aluvión de la oclocracia, ésta se transmuta como enemiga de la Patria Continental, a grado tal que, por ejemplo, ni Estados Unidos de Norteamérica que es un país de leyes estrictas pero con dudosos procesos electorales presidenciales, se pudiera salvar de ser absorbida por la tentación contumaz de un izquierdismo grotesco, el cual, paradójicamente ha sido promovida por el déspota ex presidente Donald Trump, quien se enfrentó a un inviolable sistema norteamericano que defiende, a ultranza, el Estado del Derecho.

Filósofos contemporáneos acusan que lo gravísimo es que en México existen sectores que están en contra de esos bisoños izquierdosos que persisten incurrir en el error histórico de conllevar a la nación por un sendero del desastre social, ya que el desgobierno de Andrés Manuel López Obrador y su grupo de élite política llamado Morena, “protege a una caterva de delincuentes, violadores, narcos y rateros”, y lo que se acumule.

Alertan que los tentáculos de la corrupción son tan enormes que ya enajenó la mística del que fuera el glorioso Ejército mexicano, en cuya esfera, López Obrador, aplica toda clase de omisiones; transformó a las fuerzas armadas en su cómplice y en un activo agente corrupto, envolviéndose en la vergüenza y el desprestigio mundial.

Lo que anteriormente era un orgullo y honor para México, la codicia, la ambición y sobre todo, la falta de cariño y amor a nuestra Patria que es México, algunos militares de alto rango han permitido que ese glorioso Ejército, fuera convertido en un ejército de malhechores, hampones, rateros, asesinos y proteccionistas en la evolución del narcotráfico.

Afirman que por falta de valor y ambición, el Ejército mexicano hoy se arrastra y se humilla ante su amo y verdugo que se le identifica como Andrés Manuel López Obrador.

Haciendo una comparativa, el presidente de México —a quien peculiarmente le apodan el KK’s—, a los militares en cuestión son peores que las boñigas, porque mantienen una sistemática traición a la Patria, a la que bajo palabra de honor, juraron ante la Carta Magna, defender, hoy la pisotean y se defecan encima de la Constitución, pero que finalmente, serán juzgados por la historia universal.

El juicio popular es cruel, pues ya refleja el odio en contra del llamado “presidente que no es presidente”, sino el Joker de Palacio Nacional, el AMLO que fulgura el sello de la ¡Muerte!, al dotarle de un poder fáctico al narcotráfico.

Millones de cibernautas avalan un extraordinario acronismo referente al imaginario significado de las siglas de AMLO (Andrés Manuel López Obrador):

Andrés.- Absurdo, Necio, Demagogo, Resentido, Esquizofrénico, Sinvergüenza.

Manuel.- Manipulador, Absurdo, Nefasto, Usurpador, Egoísta, Limitado.

López.- Loco, Odioso, Perverso, Envidioso, Zoquete.

Obrador.- Obsoleto, Bélico, Rencoroso, Arcaico, Demente, Ofensivo, Ridículo.

En la mitología romana, Pluto era el Dios de los Muertos y el mundo subterráneo. Era equivalente a Hades de los griegos. Los romanos asociaron el Plutón griego de la riqueza, con el submundo, pues veían que el oro y la plata, se extraía de las minas. De ahí el nombre del ex planeta Plutón, y la palabra plutonismo (sistema de fuego de interior de la tierra) y plutónico (relacionado al plutonismo).

De plano, América vive en el aluvión de la pluto-oclocracia, la “nueva modalidad” de saquear la riqueza de los pueblos.

Síntomas de una destrucción anunciada

Si todavía tienes duda de que tu país está transitando por el mal llamado socialismo del siglo XXI, o comunismo castro-chavista, o piensas lo que pasa Venezuela no podría pasar en tu país, existen varios síntomas que deberías conocer.

¿Te lo digo, o no te lo digo? ¿Te lo digo, no te lo digo? ¡Te lo digo…!, asevera un video proyectado en la plataforma azabache.online, donde explica que lo primero que debes saber es que los venezolanos tampoco creíamos que lo que pasaba en Cuba, nos podría llegar a pasar. Pero pasó…

Tenemos que estar muy alerta, porque el modelo bolivariano castro-chavismo-madurismo, muta, se transforma adaptándose a la idiosincrasia de cada país.

Ya no usan la fuerza para tomar el poder, porque dicen que “se ve mal”, pero sí para mantenerse.

Ingresan al poder utilizando nuestras herramientas democráticas para luego manipularlas a favor del modelo.

Modifican la Constitución, destruyen las instituciones y establecen el piso jurídico para convertir lo ilegal en legal, y lo legal en ilegal.

Destrucción económica, política social, familiar, moral, destrucción del lenguaje, desacreditan, subestiman y menosprecian el esfuerzo del trabajo real, la preparación, la educación.

Te hacen creer que…, el mérito ya no es tan importante, que ganarte las cosas con tu propio esfuerzo, no tienen ningún sentido.

Trazan una línea para dividir a la población entre ricos y pobres e incentivan el odio de clases.

Siembran caos y división para poner a pelear a sindicatos contra empresas, mujeres contra mujeres, mujeres contra hombres, hijos contra padres, alumnos contra profesores, civiles contra uniformados, capitales contra provincias, ciudades contra pueblos, marchas y contramarchas y hasta ganados contra herbívoros.

Te repito, entran al poder utilizando nuestras herramientas democráticas para luego manipularlas a favor del castro-chavismo-madurismo.

Destruyen el aparato productivo, acosan a la empresa privada y la expropian, estableciendo un control cambiario con distintos tipos de cambio que distorsionan completamente la economía.

Impregnan de ideología política a las instituciones que deberían de ser imparciales, como la justicia, la policía, la educación, las fuerzas armadas y hasta el consejo nacional electoral, y cuando esos organismos no se alinean con su ideología, crean organismos paralelos, como embajadas paralelas, alcaldías paralelas, colectivos armados, milicianos y paramilitares, y para ello, previamente desarman a la población para que nunca generen resistencia.

Y un buen día, ¡sorpresa!, liberan a miles de presos de todo tipo, favor que será cobrado más delante porque los utilizarán para defender a la “revolución”, la revolución bolivariana…, y mantener a raya a la ciudadanía.

Le dan voz-voto, y cargos públicos, a militares en el ejercicio, destruyendo a la institución y convirtiéndoles en opresores de la sociedad civil.

Generan planes, bonos y tarjeta alimentaria como herramienta de control para la sociedad, y quien no se alinea a su ideología, no come.

Estigmatizan a los empresarios, a los ricos, a los profesionales independientes, a todo aquel que se esfuerza a ganar su propio dinero.

Crean un relato para hacerle creer a la gente que ellos no son responsables de ninguno de los problemas económicos, y a la vez, crean un enemigo interno como los empresarios, los productores independientes, los productores petroleros, los productores agrícolas-ganaderos.

Y un enemigo externo, generalmente el Fondo Monetario Internacional (FMI), los capitales golondrinos, los monstruos buitre, los invasores extranjeros, y por supuesto, el imperio yanqui.

Y hablando de Estados Unidos, vamos a romper un mito: Estados Unidos ha sido el principal socio comercial de Venezuela durante décadas. El único país que pagaba 30 millones de dólares diarios por la compra de petróleo.

Por si no queda claro, Estados Unidos nunca los bloqueo, y nunca se metió. Las únicas sanciones están dirigidas únicamente a funcionarios corruptos del régimen y sus familias, que casualmente tienen sus grandes fortunas —paradójica e increíblemente— en Estados Unidos.

Son expertos en propaganda política, cuando ocurre algo importante, generan desinformación con noticias bizarras, absurdas, ridículas, desenfocándonos de lo importante, y enfocándonos en lo frívolo y lo irrelevante.

Para ello necesitan los medios de comunicación comprándolos (Léase corrompiéndolos), tomándolos, generando grandes pautas publicitarias, incluso crean leyes de medios para imponer sanciones económicas y/o multas, totalmente impagables.

Por ejemplo, en Venezuela, cerraron más de tres mil 500 medios de comunicación, entre televisión, prensa, radio y medios digitales, y cancelaron la transmisión de canales nacionales e internacionales de noticias.

Encuentran la manera de diluir la división de poderes, y crean nuevos poderes alineados a su ideología.

En Venezuela, eliminaron a la Corte Suprema de Justicia y a la Cámara de Senadores. Instalaron un “tribunal supremo de justicia” nombrando “jueces a dedo”, instalando así, un súper poder por encima de todos los demás poderes. México va por ese sendero…

¿Y adivinen qué? -Todos alineados con el régimen.

Pero para sostener esta farsa democrática ante el mundo por más de 20 años, se necesita un actor indispensable en el falso juego electoral, gran parte de la oposición funciona a favor del régimen.

Además, el régimen está encargado de exportar la tecnología para el conteo y transmisión electrónica de votos a varios países del continente, desde Canadá hasta la Patagonia.

En el exterior, como un tablero de ajedrez, colocan sus fichas estratégicamente en los diferentes organismos internacionales para que actúen a favor de ellos en el caso de que lo necesiten.

Por eso, es tan importante proteger a las instituciones y cuidar la democracia, porque si la pierden, no habrá organismo internacional que pueda ayudarlos a rescatarla rápidamente.

En Venezuela, no hay una dictadura, hay una Tiranía Constitucional.

En Venezuela, no hay una crisis humanitaria, hay un genocidio, en un Estado fallido.

No son políticos que se corrompieron en el camino, son criminales que tomaron el poder.

No es casualidad que los países en donde no se han podido instalar, generan caos, violencia y destrucción organizada.

Tampoco es casualidad que los aliados y socios del régimen tirano venezolano, viajen constantemente a Cuba para recibir directrices y seguir aplicando el plan en los diferentes países.

Sabiendo que las leyes nacionales e internacionales garantizan la soberanía y a la vez la impunidad, está claro que podríamos a sacar al tirano, más no a la tiranía.

Una tiranía enquistada en el poder, crea metástasis en todo el continente.

Estos, son solo algunos de los síntomas, pero hay muchos otros. Recuerda, se van adaptando a la idiosincrasia de cada país.

Es bueno que te des cuenta de una vez, que este tipo de regímenes, primero te rompen las piernas y después te dan las muletas para que se lo agradezcas.

En ese contexto, cuando abras los ojos, te darás cuenta que todos los problemas políticos, sociales, económicos, de educación, de salud, no son errores, todo está hecho a propósito.

El compromiso ciudadano es vital, si un país no tiene sus instituciones sólidas y fuertes, el socialismo del siglo XXI es un virus letal.

“Un pueblo que elige a corruptos, impostores, ladrones y traidores, no es víctima, es cómplice”, alertaría George Orwell, quien como británico crítico de los sistemas totalitaristas, fue conocido mundialmente por su novela distópica Rebelión en la Granja, en tanto que en redes sociales centraron crueles críticas en contra del Ejecutivo federal mexicano, al tacharlo como “enano mental”, tras su reciente visita de Estado a la Unión Americana.

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