Fernández Noroña refrenda rechazo a la violencia y reitera voluntad de diálogo para dirimir diferencias

Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado de la República, dejó en claro que, si bien los normalistas y padres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa pueden hacer reclamos enérgicos y tomar medidas como arrojar petardos, no se caracterizan por agredir a los medios de comunicación ni a la ciudadanía en lo general.

El senador consideró que la violencia no se justifica de ninguna manera, pero es entendible el actuar de los normalistas, que se manifestaron esta tarde en los alrededores del recinto parlamentario.

Durante la sesión vespertina de este martes, Fernández Noroña, informó que los manifestantes se retiraron de la Ciudad de México, por lo que hay condiciones para el desarrollo de la plenaria.

 Además, dio a conocer a la asamblea que la senadora Lucía Trasviña Waldenrath, de Morena, resultó lesionada por la explosión de un petardo, pero ella seguía la sesión desde su oficina y estaría presente, incluso, en la discusión y votación de la reforma constitucional sobre la Guardia Nacional.

 Explicó que cuando cayó el cohetón, la legisladora tenía abierta la ventana de su oficina y, por los efectos de la explosión, se le lastimó el ojo derecho, se le alteró la presión y se le tuvo que poner oxígeno, “pero la compañera, que es de una pieza, está atendiendo desde su oficina la sesión y estará presente en las votaciones y en toda la discusión de la Guardia Nacional”.

 “Mantengo mi postura de que la violencia no se justifica de ninguna manera, pero entiendo el actuar; no lo comparto. El compañero presidente de la República ha hecho un esfuerzo muy grande para esclarecer el tema”, expresó.

 El senador consideró que el reclamo se debe a que no se ha podido esclarecer lo ocurrido hace 10 años a los 43 alumnos de la Escuela Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, por lo que, consideró, “sigue siendo una herida abierta” y “un tema vivo” para ellas y ellos.

 El líder senatorial aclaró, además, que no hubo intención de los manifestantes de impedir la discusión de la reforma constitucional en materia de Guardia Nacional, prevista para una tercera sesión en este martes, sino que fue una protesta por la fecha en que se cumplirá una década de la desaparición de los normalistas.

 Y a pesar del incidente de la senadora Trasviña y los daños materiales, el operativo del personal de resguardo y protección civil, garantizó la seguridad de todos legisladores, visitantes y trabajadores del Senado.