FGR, génesis de la narco-política impune
. BLAS A. BUENDÍA. ………………………………….
La impunidad es una anomalía o irregularidad presente en todo régimen político y en todo ordenamiento social.
No existe ninguna experiencia social y legal de ausencia de impunidad, lo cual implica que en toda sociedad se registran cotas determinadas de delitos no
castigados y de sujetos impunes que se sustraen de la acción del sistema de justicia.
Además, la impunidad es siempre difícil de medir, pues lo mismo se puede establecer conforme a una relación de inputs y outputs del sistema de justicia –casos o denuncias que entran al sistema contra sentencias condenatorias acertadas que genera el sistema–, que como cálculo de la suma de delitos denunciados y no denunciados y respecto del cual se prestablece una necesariamente absoluta tasa de impunidad para los segundos.
El Observatorio de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, avizora las tendencias que se avecinan para el próximo régimen dictatorial que se ejercerá a la distancia desde La Chingada con "misiles" invisibles cyo objetivo final será Palacio Nacional.
Si saber resulta ser una especie de creencia, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, apuntaló:
"La Fiscalía General de la República carece de esa especie de creencia y por ello no sabe combatir a la narco-política. Carece de los principios éticos que el Derecho proclama, mismos que le imponen deberes a su misión constitucional (“honeste vivere, alterum non laedere, jus suum cuique tribuere”) .
Están por tanto implicados en el arte de brindar impunidad al improductivo y frugal narco-sistema-político.
Lo expresado, aunque resulta obvio, se actualiza con el pensar del ilustre filósofo del Derecho H.L.A. HART, quien en su magno tratado “El Concepto del Derecho” -traducción de Genaro A. Carrio, Segunda Edición (reimpresa), Editorial Abeledo-Perrot. Bs.As., 1977, página 26”-, al citar que “el elemento de autoridad involucrado en el Derecho, ha sido siempre uno de los obstáculos en el camino de cualquier explicación fácil de lo que el Derecho es”.
Resulta innecesario señalar que lo antepuesto es aplicable a esa Fiscalía General de la Nación, ya que no se ha de estar a las palabras sino a los hechos (Non verbis sed factis standum est.)
En la actual y en la pasada Fiscalía General de la República faltó Ética. Faltó cumplir su compromiso a aquél juramento sobre la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ello resulta en la actualidad por demás preocupante y revela no sólo la magnitud del problema de brindar impunidad a un narco-político, revela al igual, ineficiencia, complicidad, ignorancia y corrupción.
Lo hecho de manera mala, se presume que lo será siempre (Semex malus, semper proesumitur esse malus).
Por otra parte, conviene subrayar aquí y ahora que lo más grave es que la transición o transformación de la República, perdió buena parte de su influjo inicial.
Para nadie resulta un secreto que el narco-poder continúa dando muestras de enorme vitalidad en nuestras instituciones políticas.
Resulta también evidente que la agenda de la Fiscalía General de la Nación se ha caracterizado por la acumulación de pendientes, entre los cuales destaca la Omisión del cumplimiento al deber, dando génesis con ello al estado de impunidad de aquél forajido del derecho que creó alianzas con la delincuencia dedicada al trasiego de drogas.
A lo expuesto debe de agregarse que la impunidad ha sido el escudo protector de un narco ex procurador.
Y en ello tuvo mucho que ver esa múltireferida Omisión, dado que se marginó al Pacto Federal y es muy sabido que cuando se interrumpe su observancia, quienes ordenan, consientan o ejecuten actos de esa índole legal, por consecuencia lógica jurídica resultan ser infames y traidores al orden constitucional.
De conformidad con lo exhibido se impone solicitarle a la Cuarta Transformación de la República, la aplicación de la ética jurídica que resulta necesaria e indispensable para darle sentido a cierta averiguación que conoce por hechos de narco-justicia. Recordando que la ética no es un lujo exquisito, sino la herramienta indispensable para readquirir la confianza en nuestras instituciones y gobernantes.
En todo este contexto que presenta desolación, cabe cuestionar a pocas semanas de la próxima Asunción del Ejecutivo ¿podrá la próxima Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos asumir la ética que se requiere para dar fin a la narco-política?
El tiempo establecerá definiciones, porque si bien es cierto que la herencia que le dejará el #NarcoPresidenteAMLO, será difícil romper las cadenas que atajó de pies y manos a la Cuarta Transformación, y borrar la frase de la impunidad y vergüenza, "A mí no me vengan con el cuento de que la ley es la ley".
Mientras no pasen los primeros 100 días del nuevo gobierno shenbauista, será de antología y terror, a no ser que en la oscuridad haya hecho pactos con los Barones del Narcotráfico, que tras bambalinas, viene actuando como el Cuarto Poder de la Federación, con la etiqueta con el término ESPURIO.
"¡Es cuanto!", puntualizó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., que preside el prestigiado penalista Alberto Woolrich Ortiz.
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