Freno al feudalismo de la narco-política porque ha destrozado paradigmas del Derecho
- BLAS A. BUENDÍA
- 3 nov 2024
- 3 Min. de lectura

. BLAS A. BUENDÍA. ………………………………………..
La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A. C. lamentó que a lo largo del sexenio anterior se haya “instituido” el feudalismo de la narco-política lo que destruyó paradigmas del Estado de Derecho y poner en riesgo a millones de mexicanos que viven bajo el gran peligro de perder la vida en cualquier momento, todo porque “ese alguien que ya se fue”, dejó sembrado un terror que será difícil superar.
Al fijar una posición política y jurídica sobre el tema, recuerda que hace varias décadas y muy a los inicios de la era del neoliberalismo, abogados independientes reflexionaban sobre la anómala conducta relacionada con la narco-delincuencia-política, toda vez que por aquellos años, dichos conceptos parecían ser de suma agresividad, en el hoy son más que otra cosa, expresión de una impunidad transexenal que día a día se hace hasta “familiar”.
Para la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, en verdad resulta odioso el tener que rememorarlo. Como paradigma de esa inequidad y desgracia para la justicia a que se puede llegar cuando la narco-política se cristaliza en una aliada de nuestros poderes constitucionales, convirtiéndose para ello en el “poder supremo” sobre leyes y gobernantes, pero de manera totalmente espuria.
Si bien el legado del famosísimo #NarcopresidenteAMLO destruyó todo el mosaico de unión de los mexicanos, demoliendo de paso las instituciones republicanas, ni aun cuando la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se decidiera en sacudirse el fantasma del Obradorato, a la actual Ejecutiva federal le costará grandes esfuerzos por restaurar la República, que como se avizora, entidades federativas que no comulgan con la Cuarta Transformación, tenderían crear pequeños regímenes como existen en países proclives al comunismo.
En este contexto, se perpetúa la excelencia de Don Jorge Octavio Velásquez Juárez, Juez de Distrito por aquella época, afirmando que “mis decisiones judiciales pueden estar siempre ajustadas a estricto Derecho, pero ellas son injustas cuando no favorecen a los intereses de la narco-justicia. Para esos infractores de la ley, las determinaciones de un órgano jurisdiccional solo se convertirán en justas y aceptables cuando atiendan de manera adecuada y substancial sus obscuros y supremos intereses”.
Innecesario es repetir que, con ese clima ético-político, se ha concedido en México la impunidad a esas absurdas ocurrencias ilegales que en la actualidad paradójicamente siguen gozando de una absoluta protección.
Es rotundo y concluyente afirmar que el poder de la narco-política se encuentra en nuestra Nación por encima de nuestro Estado de Derecho, al más ordinario estilo de un feudalismo. Ésta es la dolida y triste realidad de nuestra Nación. No son, como decía Andrés Manuel López Obrador, “otros datos”. Tácitamente es el legado terrorífico que conlleva el sello macuspano.
Esto no puede, no debe continuar siendo así durante el sexenio de la Doctora y científica Claudia Sheinbaum Pardo, ello no debe de permitirse al no encontrarse mandatado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El Estado de Derecho que en ese documento histórico-jurídico se plantea y exige, es en prioritaria medida, un estado de justicia y, como tal, un verdadero estado de legalidad, en el que, para la defensa de los principios de libertad y de justicia, ningún poder del Estado —a la cabeza la primer Magistrada de la Nación—, se encuentra exento del sometimiento a la ley.
No parece concebible que, en el presente sexenio, se pretenda dar continuidad al repugnante fenómeno sexenal con antelación descrito.
Si en verdad quiere la mandataria mexicana Claudia Sheinmbaum Pardo, trascender como una política de bien, una Estadista con altura de miras, tendrá que responder y enmendar todos aquellos grandes quiebres de nuestro Estado de Derecho. Ello no lo logrará manteniendo y permitiendo la continuidad de ese execrable fenómeno de la narco-política.
“¡Es cuanto!”, concluyó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A. C., que preside el reconocido penalista Alberto Woolrich Ortiz.
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