top of page

GCDMX premia ineficiencia carcelaria. Los autogobiernos en las penitenciarías son un mal necesario.



Debido a la delicadeza del tema, y tras bambalinas, familiares de personas que purgan sentencias en los reclusorios preventivos de la capital de la República, denunciaron por enésima ocasión la serie de ineficiencias que se padecen diariamente en esos centros de supuesta “readaptación”.

Todo lo que se mueve dentro de las cárceles mexicanas significa un extraordinario negocio para la clase gobernante en turno, y en este caso, la jefa de gobierno de la ciudad Claudia Sheinbaum Pardo, se afirma que “es la madrina” tanto del hampa organizada como de la oficial.

Los autogobiernos en las penitenciarías son un mal necesario para mantener el sosiego tras las rejas de miles de reos, incluso, paradójicamente el gran aparato de custodios pasa a ser una de las principales víctimas de los pésimos jefes de mandos medios, que bajo presión, obedecen órdenes de la alta jerarquía para cobrar cuotas de derecho de estancia en los reclusorios.

En el Big Bang carcelario local, inexplicablemente el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la subsecretaría del Sistema Penitenciario, que encabeza Enrique Serrano Flores, inevitablemente es administrado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana, nombrando a gente incapaz que ha permitido la fuga de reos que muchas veces, las propias autoridades no dan a conocer a los medios de difusión para evitar los escándalos mediáticos.

Diputados del ahora Congreso de la Ciudad de México, acusan que el Sistema Penitenciario padece un cáncer social interminable que, por donde se le quiera observar, ese prisma es mucho más complejo toda vez que toca fibras sensibles entre quienes “negocian” conflicto de interés en colusión con importantes funcionarios de primer nivel.

El cuerpo de custodios no se da abasto en el control de los más de 25,960 personas privadas de la libertad hasta el 25 de febrero del 2022, mismos que saturan los reclusorios; es difícil controlar a toda esa población, no obstante que en complicidad con los directores de los mismos, permiten el establecimiento del autogobierno penitenciario, que en cierta manera, se erigen como supuestos “jueces de consigna” anticonstitucionales para decretar hasta la pena de muerte en contra de esos “inquilinos caníbales” que ya no tienen remedio de readaptación, a fin de “cortar de raíz” el origen del mal.

Porque —destacan— sus perfiles criminales podrían igualarse o rebasar hasta la figurativa imagen del Doctor Hannibal Lecter, personificado por excelencia por el actor Anthony Hopkins, como un psicópata de ficción inventado por el novelista Thomas Harris, y que en la vida real se traduce en la revelación de las mentes criminales que ya no garantizan ninguna sociabilidad, pero sí configurarlo como para un tétrico concurso.

Es decir, en el Big Bang carcelario mexicano el gobierno de la Sheinbaum “se premia a la ineficiencia” en todos los parámetros de la administración pública, que forma parte del propio efecto que puede “energizar” a un gobierno oclocrático, emanado de una izquierda inexistente, pero que está integrado por gente tóxicamente improvisada, sin una preparación académica adecuada para la funcionalidad y resguardo de esos centros de reclusión.

Es el caso del custodio Manuel David Pulido Flores, quien tenía la encomienda de sus superiores “cuidar” al preso Luis Eder González Nieves (integrante de la banda de secuestradores Los Duques), quien se causó una herida en su cabeza al caer accidentalmente; fue internado en el Hospital General de Balbuena el sábado 12 de marzo, donde Pulido Flores fue captado

dormido por “una cámara infraganti” operada por los mismos Doctores de ese centro hospitalario, para luego hacerlo viral por las redes sociales creándose un escándalo de grandes dimensiones.

De igual manera, se teme ahora que con esa misma beligerancia, ese custodio se echó a cuestas su irresponsabilidad, y puso en jaque a toda la Dirección de Custodios, así como a los Doctores a quienes los ubicó en un mayúsculo dilema por abuso de poder y abuso de confianza.

Más aun, se presume que el mismo custodio recibió un pírrico soborno para comunicar vía celular con los familiares del secuestrador confeso Luis Eder González Nieves, para que éste fuera ser visitado al hospital donde estaba detenido y esposado para evitar cualquier fuga.

Reiteraron que este, entre otros, son problemas muy graves que se hacen patentes. Primero de que “alguien” le tomó una foto por dormirse; y segundo, el mismo custodio le habló a los familiares del secuestrador para que acudieran a verlo, debido a la gravedad de su salud.

Sin embargo, el custodio Pulido Flores puso en peligro la vida del secuestrador, que de milagro, sus familiares no lo ayudaron a escapar “porque no podía moverse debido a las delicadas heridas que se provocó en su cabeza”, por lo que espera sentencia para convivir en una de las universidades del crimen, más peligrosas de la capital”.

Pese a su falta, lo removieron a otro reclusorio, aunque por Oficio, el custodio Manuel David Pulido Flores enfrenta una demanda penal y administrativa, por el delito de “negligencia comparada”, no obstante que conforme a su acercamiento con los altos mandos, fue promovido a otro centro de reclusión penitenciaria.

En estos actos de desavenencia pública, Roberto Moya González, subdirector de Seguridad del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente y quien el domingo 27 de febrero prácticamente renunciara a su cargo por presiones administrativas, tuvo el arrojo de enfrentar al Comisario Ejecutivo de Seguridad Penitenciaria de la Ciudad, Pablo López Jaramillo, a quien en un arranque de locura, tras violenta discusión, terminó aventándole su placa y los grados obtenidos durante su carrera como custodio, pero acompañado de sonora mentada de madre. “¡A chingar a su madre!”, revelaron quienes fueron testigos de este desaguisado entre ambos servidores públicos.

Lo sorprendente del caso es que Moya González prácticamente fue “perdonado” porque su “padrino” es el subsecretario del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, Enrique Serrano Flores, quien lo mandó de vacaciones por un mes, y ahora que regresó de nueva cuenta a su trabajo, la Subsecretaría “lo premió” con un cargo superior, a pesar de poseer un negro historial “porque ha caminado por todos los centros de reclusión de la ciudad”, como pago de su tarea de “informador” que en el bajo mundo, ese tipo de custodios son identificados como peligrosos “chivatones”.

Custodios, que demandaron se reservara su identidad para evitar toda clase de venganzas, dejaron ver que Roberto Moya González se ha caracterizado por figurar como un mal servidor público pese a sus años de servicio; ha convivido —apuntaron— con auténticas y audaces mafias provenientes del narcotráfico, mismos que tienen en sus manos los autogobiernos sobre la población penitenciaria, y porque además “al señor Moya le encanta jalarle a la cocaína”.

Pese a ello, en el Oficio SSC/SSP/DESP/CIL/037/2022, firmado por el director Ejecutivo de Seguridad Penitenciaria, Comisario Pablo López Jaramillo, y cuyo asunto refiere al “cambio de adscripción de Módulo” del custodio “dormilón” David Manuel Pulido Flores, éste quedó bajo las órdenes del propio Roberto Moya González, encargado de la Subdirección de Seguridad del Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, cubriendo turnos de 24 x 48 horas, en funciones que le sean asignadas.

En dicho oficio se exhorta que su actuación debe estar apegada al Estado de Derecho y con riguroso respeto de los Derechos Humanos, debiendo desempeñarse con espíritu de servicio, lo que redundaría en beneficio de la sociedad en general.

En toda esta serie de enredos, indubitablemente la política penitenciaria de la Ciudad de México, sigue siendo el Talón de Aquiles que enfrenta la sociedad, donde el gobierno de Claudia Sheinbaum no le ha puesto el especial interés para desterrar todo índice de corrupciones, la descarada venta de drogas y alcohol en los reclusorios, la instalación de los autogobiernos donde los más fuertes se imponen sobre los más débiles, registrándose impunes asesinatos con el consentimiento de los altos mandos, y un largo etcétera.

Comments


DIRECTORIO

Lic. Fernando González Parra

Director General

Mtra. Graciela Ornelas Prado

Directora

Edmundo Olivares Alcalá

Subdirector

Karen García Hernández

Jefa de Redacción

Héctor Manuel Serna Ornelas.

Juridico

Pablo Gómez

Articulista 

Ernesto Olmos Avalos.

Alitzel Herrada Herrera.

Garnica Muñoz José Antonio.

Reporteros

Adonay Samoya H.

Lic. Andrés Aguilera.

Roberto Chavez.

Renato Corona Chavez.

Javier Méndez Camacho.

Gustavo Santos Zúñiga.

Blas. A Buendía

Lic. Alicia Barrera Martínez

Columnistas

  • Icono social Twitter
  • Wix Facebook page
bottom of page