Injusticias del Ejecutivo, un ente tiránico, despótico e irracional.

BLAS A. BUENDÍA

El cúmulo de desfachatadas ocurrencias de su “presidencia imperial”, Andrés Manuel López Obrador sigue con su afán de seguir marcando una política que ha enarbolado impunemente tantas injusticias, impudicias, deshonestidades y complicidades, permitiéndole al crimen organizado, establecer un Estado espurio paralelo al régimen establecido constitucionalmente, que ha cuatro años de su instauración, éste ha transformado a México en una República fallida.

Es la consideración política-jurídica de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, atribuyendo que en el presente, la digna profesión de la abogacía gira alrededor de un protagonista, es decir, como punto de partida, la culpa de todo lo que le sucede a la Nación, es del Jefe del Ejecutivo Federal.

Aclara que todo lo que estudiamos, pensamos, razonamos, debatimos, argumentamos, tiene un destinatario, mejor dicho, un objetivo: luchar contra la arbitrariedad, la ignorancia en la aplicación de la ley, la violación de las garantías constitucionales, las decretales y ocurrencias del Poder Ejecutivo Federal, a quien habría que llamar ser el causante de tantas injusticias, impudicias, deshonestidades y complicidades.

La sociedad en su conjunto, primordialmente la comunidad intelectual, acierta que el México feudal fue revivido por López Obrador, quien lacónicamente, ha sido “bautizado” por infinidad de adjetivos calificativos demostrativos.

Lo llaman “el rey del cash y las mentiras”, fundamentándose por su forma y de su procedimiento rudimentario. “Él es el rey. Muchas veces tiránico, despótico, irracional. Esa forma de actuar para la justicia es repelente, repulsiva. La abogacía la aborrece. Pero es la destinataria de los conocimientos de las togas libres cuando litigamos”, afirmó la citada Academia.

Enfatiza, sin efecto de inequívocos, que “hay Siervos de la Nación que en sus decires contra la abogacía independiente, refieren con sentido histriónico, que sus ocurrencias y decretales ‘se encuentran siempre apegadas’ al Principio de Legalidad, al Estado de Derecho, a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos; esos gobernantes manifiestan siempre su decidida voluntad de cumplir siempre con la ley. Sin límites”.

La realidad es otra y muy diferente, subraya la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México. “A esas autoridades les distinguen sus imprudencias al hablar, pensar y actuar, en sus decires no comprenden los conceptos de verdad y justicia, actúan con una lluvia de dichos, omisiones, complicidades y banalidades, que no son coherentes, ni hacen lo posible por serlo, ello es sin duda su signo de mal actuar”.

Si bien es el mismísimo efecto que arroja el oclocratismo puro, se hace hincapié, “bien sabido es que el Palacio Nacional, es uno de los más bellos significativos, elegantes, impresionantes y célebres del mundo.

“Ahí precisamente ha sentado sus reales la gobernanza que propicia nuestros litigios, bregas, desvelos, estudios, pensares, argumentos, penares, nuestra búsqueda de justicia. Gobernanza sui generis, provocadora de injusticias, arbitrariedades, atentados en contra de nuestra Carta Magna.

“Sostener en los presentes momentos políticos palabras como las expuestas, producen estremecimiento. ¿Qué tal si el imponderable ocupante de aquél señorial inmueble, por una de esas tortuosidades del destino a que tan acostumbrados estamos los postulantes, no modifica su forma de actuar y mantiene su necedad de seguir y completar la obra cumbre de su sexenio?, la cual deviene en destruir nuestras leyes, en seguir pisoteando con su actuar el espíritu de la Carta de Carranza, de seguir protegiendo a la delincuencia política y de pretender perpetuarse en el poder. ¡Cuidado!”.

Con todo este nulo panorama —antes, durante y con el ahora después—, López Obrador no solo representa un peligro para México, sino que ha quedado fehacientemente demostrado que su transformación nunca dejará de ser un latente peligro para el mundo entero, sobre todo a su empecinamiento de ser el “gato” del foro de Sao Paulo, que entre sus abyectas particularidades, es inducir un Maximato comunista en América Latina.

Para ello, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México seguirá estando alerta ante el asecho de esos enemigos internos y externos que pudieran atentar en contra de las leyes mexicanas, mismas que están resguardadas en el manto constitucional.

“¡Vaya brega de la profesión de la abogacía!”, aseveró la Academia. “Ojalá, el destino permita que se adecúe México a la protección de sus leyes y con ello se evite más impunidad, más alianzas con la narco-delincuencia.

“Pero la historia sigue corriendo y la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, está consciente que la justicia no triunfará por sí sola. Para que triunfe ha de tener letrados que litiguen a favor de ella y México es un gran semillero de abogados que bregan y piensan en favor de la Justicia.

“México no es de un solo hombre, es una gran Nación que la conforman millones que demandan cotidianamente justicia en todos sus sentidos. Las arrogancias y las formas de deformar las instituciones republicanas, jamás progresarán. ¡Es cuanto!, puntualizó el jurisconsulto Alberto Woolrich Ortiz, presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C.