Jueces, magistrados y ministros que integran el Sistema del Poder Judicial mexicano, baluartes de la Democracia

 BLAS A. BUENDÍA. ………………………….

El hacer de la mayoría de nuestros actuales jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, nace sin duda, de la importancia que implica en el entorno de la justicia, la investigación jurídica en el devenir cotidiano de sus Togas. No se entiende, el desarrollo de nuestro México, sin éste fundamental elemento, porque de lo contrario, ´seguirá cayendo en el abismo de la anarquía.

Dijo Alberto Woolrich Ortiz, presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México A.C., quien alertó y urgió al próximo Congreso de la Unión, actuar con suma prudencia para rechazar toda intentona a través de supuestas reformas al Poder Judicial propuestas por el llamado #NarcoPresidenteAMLO, lo que degeneraría la pulcritud de la justicia del país.

El país no debe ser convertido en una república bananera, como cuando existe el predomino de las dictaduras que perviven en América Latina, como son los casos de Cuba y Venezuela, donde la kakistocracia es plenamente identificada como un modelo inmoral, manipulado por orates que tienen secuestrada la gobernanza.

Incluso, entorno a ese círculo perverso, se configura la oligarquía que no solo es un gobierno compuesto por una minoría de personas, sino que además, aquellos que se encuentran al mando, poseen mucho poder económico gracias al engaño que hicieron a sus pueblos.

Esos oligarcas son dueños de grandes propiedades y tierras, todo ese poder que tienen influye casi en un cien por ciento en la obtención de cargos políticos posteriores, aplicación que se observa en México desde hace tres décadas.

Desde la entrada en vigor de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en 1917, los abogados han buscado explicaciones frente a la fenomenología que rodea al ámbito de impartición de justicia, donde se ciernen los peligros de “jueces de consigna”, lo que originará la retroalimentación del desconcierto y descontento social.

Y justamente a través del conocimiento de los órganos jurisdiccionales que representan nuestros jueces, en México se ha emprendido un proceso continuo de impartición y aplicación de la misma, cada vez más racional. Todo ello, hoy se pretende destruir designando a ese sacerdocio judicial por elección popular.

Para el penalista Woolrich, Andrés Manuel López Obrador, y sus famélicos y fanáticos del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), ignoran —como muchas otras cosas más—, que el Derecho es una parte integradora y esencial del concepto de relaciones sociales, jurídicas y políticas, ya que oferta a los órganos jurisdiccionales la posibilidad de insertarse en procesos de investigación jurídica, lo cual, por obvio, no se obtendrá por elección popular.

En esta construcción de ideas, se debe hacer hincapié, como auténtica alerta, el fenómeno de la oclocracia integra a gobiernos utilizando a la muchedumbre, que lastimosamente es una de las formas de degeneración de la democracia, del mismo modo que la monarquía puede degenerar en tiranía, o la aristocracia en oligarquía. Ahora bien, aplicarla en el Sistema del Poder Judicial mexicano, se construiría una enorme torre de peligros, al muy estilo comunistoide, con la aberrante supresión de la propiedad privada y de los medios de producción.

Esa indagación en nuestra Nación, abundó el abogado Alberto Woolrich, busca producir el conocimiento jurídico (lo que reitero, no se obtiene por sufragio) capaz de traducir e interpretar la realidad de la justicia que debe de distinguir a México.

Desde esa perspectiva, Andrés Manuel López Obrador, como Primer Magistrado de la Nación, debería de saber y eso no lo entiende, que nuestros jueces, magistrados y ministros deben de ser seleccionados por sus conocimientos, toda vez que eso nos oferta aquella herramienta valiosa para entender de manera jurídica los procesos que se llevan dentro de nuestros recintos de justicia.

Las sentencias de esos doctos, actualizan los criterios fundamentales con los que se debe de impartir justicia en nuestro México para alcanzar lo que es un verdadero Estado de Derecho.

Un juez debe de ser reconocido, más no votado. Los buenos jueces en México, son los que determinan y propician un verdadero Estado de Derecho, donde impera el principio de juridicidad, ello llega a constituir un importante factor de equilibrio entre los Poderes de la Unión, y en eso es el pueblo donde debe de depositar su confianza y no en el voto para elegirlos.

Nuestros jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, son el baluarte de la Democracia, no son políticos que deban ser votados.

De proceder las reformas locuaces del Presidente de la República, lo que estaría generando es el propio crecimiento de la oligarquía, es decir, los oligarcas, además, son conocidos por incursionar en actos totalmente violentos y corruptos donde lo único que consiguen es su beneficio propio y mantener status. Su objetivo principal no es el de beneficiar a las personas, sino a sí mismos, y de esta forma extender permanentemente sus riquezas, sin importar cuál sea la forma.

La oligarquía es considerada como lo opuesto a la democracia, ya que en la segunda se caracteriza por la participación plena del pueblo a la hora de tomar decisiones políticas en busca de sus beneficios, como por ejemplo, el elegir a quienes quieren que los gobiernen en un próximo futuro.

Frente a todo este panorama, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México A. C., sostiene de manera firme, enérgica y terminante que el voto debe de ser botado y desechado para bien de la justicia y nuestro México. “¡Es cuánto!, indicó el licenciado Alberto Woolrich Ortiz.

Baluarte de la Democracia. Según Wikipedia, es una expresión que se utiliza para referirse a personas o instituciones que defienden y promueven los principios democráticos.

Pericles: En la antigua Atenas, Pericles fue un líder destacado que contribuyó al florecimiento de la democracia. Durante casi treinta años, estuvo al frente de los destinos de Atenas y se convirtió en un baluarte del régimen democrático ateniense. Además, bajo su liderazgo, la Acrópolis se convirtió en un monumento imperecedero a la gloria de la ciudad.

Lorenzo Córdova: En la actualidad, Lorenzo Córdova, ex presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) en México, se ha destacado como un baluarte de la democracia. En su carrera sociopolítica, ha trabajado para fortalecer la independencia y el respeto a las instituciones democráticas.

La libertad de expresión: Este derecho fundamental es un pilar esencial de la democracia. Permite a los ciudadanos expresar sus ideas y opiniones sin temor a represalias.

En resumen, los baluartes de la democracia son aquellos que defienden y protegen los valores democráticos en diferentes contextos históricos y contemporáneos, como lo percibe la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, desde muchos ayeres.