La 4T explota la industria de la pasión Lasciva. Militante de Morena es responsable.

Si bien “el liberalismo legalizó el sexo comercial y sus secuelas de explotación hace siglos”, el delito de trata de blancas en los partidos políticos es la práctica preferida inhumana que la hacen proclive actuar con patente de corso, garantizándoles poder y dinero.

Esa patente de corso, protegida con el fenómeno incontrolable de la Oclocracia, es el rostro socialmente desalmado en su total degradación, donde hombres dedicados al tráfico de la prostitución calificados como padrotes, operan anárquicamente en simuladas agencias de colocaciones empoderadas por las propias autoridades, a cuyo clan les reditúa ganancias multimillonarias.

El caso más relevantes de la “industria de la pasión lasciva”, ha sido el de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien fuera un político mexicano conocido como “líder de los pepenadores” de la Ciudad de México —hoy caído en desgracia carcelaria—, que siendo dirigente del hegemónico Partido Revolucionario Institucional, renunció al mismo entre acusaciones de proxenetismo, explotación sexual de mujeres con fines de comercialización, actos consumados desde diciembre de 2021, cuyo centro de operaciones estaba concentrado en un anexo de la infraestructura del PRI, localizado en avenida Puente de Alvarado, en la Alcaldía Cuauhtémoc.

El llamado Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) —heredero de las más prosaicas tácticas del Institucional—, ha diversificado sus actividades; lo mismo administra Bancos del Bienestar de la 4T, la distribución de gas y gasolineras, explotando cínicamente el logotipo de “Bienestar”.

Lo notable es que incursiona en la muy lucrativa actividad de la trata de blancas, promovida y activada por personal encubierto de la llamada Cuarta Transformación, al grado de generar la promiscuidad del oficio más viejo del mundo.

Un ramillete de mujeres que demandó absoluta discreción, porque el tema es sumamente peligroso, advierte que detrás de la trata de blancas descuella el narco crimen organizado.

Denuncia que el método de los morenistas es simple. Hacen contacto con el personal femenino que es contratado para las campañas electorales brindándoles empleo y que, en la mayoría de los casos, no les pagan por su labor de convencer a los indecisos e intentar persuadir a los asistentes rebeldes que desde su lugar, con insultos y a gritos a los candidatos exigían que cumplieran con sus promesas.

Los sujetos que se identifican como personal de MORENA, tienen todos los datos de las jovencitas que participan como animadoras, nombres, edades, direcciones, teléfonos de contacto, álbumes de video y fotográficos.

Para lograr la forma útil e interesarlas, les prometen que les pagarán lo que les quedaron a deber, además que tendrían un curso de “capacitación”, con buenos ingresos, más comisiones.

Las interesadas deben ser liberales y no estar atadas a ninguna circunstancia que las obligue recular, sino por el contrario, que tengan visión empresarial, estar dispuestas a “jugarse la vida” con el o los mejores postores que intervienen en la industria lasciva.

Para inspirarles confianza a sus víctimas ocasionales, los contratadores, se identifican como parte del personal operativo de MORENA. Conservan todos los datos de las jovencitas que participan como animadoras y que han tenido la misión de convencer a las personas que gritan consignas en contra de los candidatos.

Tienen videos y expedientes fotográficos de las credenciales expedidas, así como el álbum secreto de cuerpo entero, en bikini o sin él, así como domicilios, teléfonos, edades, todo lo que informaron cuando fueron contratadas, incluso, hacer “visitas conyugales”

Lo curioso es que los explotadores, les comentan que “el movimiento” tiene otro giro en sus actividades, que es el de una cadena de estéticas. Con lenguaje malicioso, les prometen que obtendrán salarios decorosos más comisiones extras, vestuario como atuendos vistosos que serán utilizados como carnada, y otras “prestaciones”.

En las contrataciones participan mujeres morenistas para no inhibir a las víctimas. Les piden que acudan a cierta dirección a partir de las siete de la noche, para que sean adiestradas “en la forma de cómo se deben aplicar los masajes”.

Muchas de las personas que fueron contactadas, no les fue de su agrado la insistencia de los “morenos”, ni las formas, ni los modos, ni la insinuación del método para aprender a aplicar masajes, ni el horario para la “entrevista”, que sería después de la 19 horas.

Lo más extraño es que los enganchadores tienen todos los datos que se suponen son confidenciales y que entregaron cuando fueron contratadas para hacer proselitismo a favor de los candidatos del Movimiento del PejeLagarto. En México, sin embargo, el número de víctimas de la trata de personas es preocupante y cada día se registra un importante incremento.

Los enganchadores de Morena enfocan sus baterías más en las jovencitas “de buen ojo” para que participen en campañas políticas —a quienes por cierto y para no perder la costumbre, sistemáticamente les niegan sus pagos no antes de ser amenazadas si pretenden flaquear—; les intuyen la preocupación que al pertenecer a núcleos de familias vulnerables y disfuncionales, tienen que arriesgarse por no tener una ocupación profesional, sino que su negocio “escondido” radica en su belleza.

Les ofrecen pagarles lo que les quedaron a deber por su labor de convencimiento y difundir las bondades de los candidatos y candidatas del MORENA en las pasadas elecciones del 21. Pero su vía crucis es permanente y lleno de peligros.

Datos de las autoridades del Sistema Nacional de Seguridad Pública, aseguran que las víctimas de los tratantes de blancas, se ha incrementado en un 45 por ciento en los años 2021, y los primeros meses del 2022.

Lo más grave es que esos presuntos delincuentes —que se identifican descaradamente como personal del Movimiento de Regeneración Nacional—, actúan con la mayor impunidad y libertad, “porque su Mesías” que despacha desde Palacio Nacional, el tristemente célebre líder de la 4T, Andrés Manuel López Obrador, les ha dado la guía para integrarse a su equipo, porque —admiten— para el presidente “no existe ni la Constitución…, ni la justicia…, ni la dignidad…, ni la congruencia…, ni la decencia…, ni la diplomacia…, y mucho menos el amor por México”.

Las estadísticas de organismos internacionales, señalan que México presenta una de las tasas más altas de trata de personas en América Latina y otras latitudes del mundo, toda vez que entre 2015 y abril de 2021, se denunciaron más de 2,800 casos de víctimas de trata.

Y si los casos registrados durante los primeros cuatro meses de este año continúan al mismo ritmo, México terminará 2022 con un saldo superior a las 650 víctimas, más que en cualquier ejercicio anual del último sexenio, y eso sin tomar en cuenta las manos exterminadoras que atentan contra esas pobres e indefensas mujeres.