La falla de San Andrés, desastre social

. BLAS A. BUENDÍA. ……………………………….

Existe un principio bien conocido por todos aquellos estudiosos del Derecho, que reza: “Lo que no es verdad plena es plena falsedad, no es verdad a medias”. Ya Cicerón en su momento lo expresaba de esta manera “quae non est plena veritas est plena falcitas, non semiveritas”.

Sería para la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., tarea imposible la de destacar la inmensa multitud de inexactitudes y tergiversaciones referenciadas por Andrés Manuel López Obrador, durante su mandato como Primer Magistrado de la Nación, que a final de cuentas, sólo se convirtieron en grandes falsedades, las cuales por consecuencia lógica hicieron fracasar su proyecto de la Cuarta Transformación de la Nación, que para sus detractores, solo se trató de una deformación de cuarta...

El Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, no pudo, no quiso o no supo cómo llevar a buen término su obra, ello se debió a su total carencia de serenidad y ponderación.

Los gobernados, por consiguiente, no eran quiénes para obsequiarlas, toda vez que el Poder Ejecutivo Federal, en estos recientes años, estuvo y se mantuvo más cerca de su interés de brindar impunidad a la corrupción, que, a enfrentarla, se confundió pensando le asistía el derecho a protegerla. Ello indigna e inquieta hasta la fecha a millones de mexicanos.

La emoción de Andrés Manuel López Obrador, por mantener su política de “abrazos y besos a la delincuencia” obnubiló su mente, borró su escasa lucidez.  Es por ello que mantuvo, defendió y conservó su insana postura enfebrecida hasta el final de su sexenio. Fue una lástima, fue un sexenio perdido, un sexenio que se connotó como un nato exterminador…

Para el Observatorio de Estudios Jurídicos Criminales, no existe nada más execrable en el ámbito de la justicia, que el degradante objetivo del presidente de los Estados Unidos Mexicanos de consentir y proteger al narco-político que dio inicio a las alianzas con el poder delincuencial, para con ello brindarle impunidad e inmunidad un sexenio más.

“Si a lo expuesto aunamos la proclividad y confirmación de los fenómenos de corrupción en el entorno de procuración e impartición de justicia, entonces los estudiosos del Derecho nos encontramos frente a un engendro de complicada complicidad, donde aparecen como responsables y violadores constitucionales el Primer Magistrado de la Nación y el Fiscal General de la República”, consideró el penalista Alberto Woolrich Ortiz.

Asimismo, la abogacía independiente de la Nación, estima en ese orden de ideas, que al presidente de los Estados Unidos Mexicanos y a la Institución del Ministerio Público Federal, se les olvidó, desdeñaron y postergaron el hecho simplísimo de respetar el espíritu de nuestra Ley de Leyes.

Ante esos hechos de indefectible e inaudita violación constitucional, los perseverantes del Derecho decretan: “El gobierno de la Cuarta Transformación de la Nación no fue de verdad plena, fue, es y será de plena falsedad”.

Pero la pesadilla no termina una vez que las fallas de Andrés se hayan ido al rancho de La Chingada, sino que la candidata oficialista Claudia Sheinbaum, que busca alargar el modelo equivocado de la 4T en un utópico “segundo piso”, interpretó que López Obrador nunca respetó la investidura presidencial.

Aclaró que sus contrincantes, particularmente Xóchitl Gálvez, abanderada del PRIAN, “entiendo su desesperación”, que según la Claus, “están en un lejano segundo lugar; no comparto sus métodos; por eso, ahora nos toca respetar la investidura presidencial” (¡…Glup…!)

“¡Es cuanto!”, puntualizó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, que preside el prestigiado abogado Alberto Woolrich Ortiz.