La misteriosa kakistocrática cofradía de mano caída, cobija a meretrices masculinos exhibicionistas

. BLAS A. BUENDÍA. …………………………………..

Ni hombre, ni mujer, pero la misteriosa kakistocrática cofradía de la mano caída, sin rubor alguno, comenzó a invadir impunemente las esferas del Poder Judicial mexicano.

En los Ateneos de México, condenaron la aberrante actitud del supuesto "Doctor en Derecho" Jesús Ociel Baena Saucedo, quien se dijo ser la “Barbie magistrade”, rayando en la vil bajeza de su genial locura.

La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, se sumó a la condena de otros Ateneos por la incalificable conducta de un magistrado homosexual, al video grabarse con mensajes insulsos, carentes de toda lógica que pudieran enaltecer la carrera judicial de México.

Sentencian que es una vergüenza que la 4T mantenga su afán revanchista de auto video grabarse, contoneándose cuán mujer que no lo es, vistiendo falda, tacones y vistosas pestañas postizas, pero eso sí, bien maquillad@ como lo practican las auténticas damas.

Si se trata de una cuestión de cultura o de incultura, de genialidad o de locura, de información o de exhibicionismo, bien pronto se tendrá que decir que la evolución de “ciertas formas” con las que se pretende impartir justicia en la Cuarta Transformación de la Nación, no son las adecuadas, conduciendo a México a situaciones verdaderamente preocupantes y conscientemente descarriadas.

La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, plantea con rigor jurídico cuál es la situación de cierta “magistrada”, “magistrado”, o lo que sea, o quiera ser, perteneciente al Tribunal Electoral del Estado de Aguascalientes, y cuáles son sus características esenciales.

Las formas y los términos, desde hace algún tiempo, se han invertido en nuestro México. Lo que no cabe duda es que donde hay un magistrado que se viste o se disfraza con faldas y tacones de mujer, allí hay un inadaptado socialmente exhibicionista, quien dice o pretende impartir justicia, a pesar de hacer alarde de su título como licenciado en la carrera de Derecho.

Homosexual, de hecho, o lo que sea, pero al fin y al cabo, un magistrado de un Tribunal Electoral con cierto trastorno o desvío en su salud mental, que deja entrever que Aguascalientes ha permitido que gentuza de esa calaña, ahora ocupe espacios en el Poder Judicial Electoral de dicha entidad federativa.

Sobre tales bases le corresponde al Ateneo de Estudios Jurídico Penales del Colegio Nacional de Abogados Foro de México interpretar, sea dicho y escrito con la máxima moderación y, al amparo del respeto que se merece la capacidad intelectual que pueda tener tal magistrado, la que por anticipado se le reconoce como funcionario estatal electoral que en redes sociales y mediante la plataforma TikTok, ha puesto a circular su imagen, con tacones, falda y vestimenta de mujer, la cual utiliza para impartir justicia electoral. ¡Vaya raro espécimen que pareó este símico planeta!

El alto funcionario del Poder Judicial Electoral, magistrado o magistrada, o lo quiera ser y cuyo nombre es Jesús (a) “Jesusa” Ociel Baena Saucedo, con orientación sexual marcadamente visible, es pues, escandalosamente ¡un impartidor de justicia!

Por más que la Academia de Derecho intente justificar o elogiar su vestimenta de vedette, no puede, ni debe actuar de esa sobremanera, ya que es un insulto para la inteligencia de la sociedad.

Los magistrados de cualquier tribunal de impartición de justicia no son ni tienen que parecer artistas de circo o meretrices exhibicionistas; la justicia es una cosa seria.

La abogacía independiente y circunspecta de la República, se cuestiona si en el comportamiento extraño del “Doctor” Jesús Ociel Baena Saucedo en la Sala Electoral, no pretende evidenciar un misterioso deseo de enturbiar o ensuciar la Toga de dignidad que deben portar los impartidores de justicia.

Los señores magistrados cuando portan o no la Toga que su alta función representa, deben de ser personas correctas y discretas, más no actores, actrices o meretrices en redes sociales, por no decir las cosas por su propio nombre.

En concepto del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A. C., se debe de respetar la Toga y el Birrete que se portan en los centros de impartición de justicia, evitando los tacones de aguja, rojos o dorados, que dicho “magistrado”, cree que le enaltecen y embellecen, evadiendo portar una falda y el comportamiento que evidencia, incluso su manera de expresarse, lo traiciona su actuación de afeminado.

El significado de la Toga es de extremada mesura que debe conducirse con adecuada atingencia. Es el emblema que representa la impartición de justicia, porque esas Togas, simbólicamente, deben de corregir cualquier desviación de conducta, y el tal Ociel incurre en graves delitos.

La Toga para todos aquellos entregados al sacerdocio judicial, reduce a quien la porta a ser un legítimo defensor del Derecho, sin presumir una condición de inadaptación, que raya en la promiscuidad prostitución masculina.

Es de pésimo gusto el exhibirse en una Sala Electoral de Justicia, como se presenta el tal “magistrad@”; esa falta de decoro y corrección debe ser sancionada desde ya, por el Consejo de la Judicatura Estatal; esa carencia de ponderación y manifestación de ridículo reduce inmerecidamente el prestigio de la Toga que porta.

Lo antepuesto se expresa, sin ofensa alguna y menos hacer apología de la circunstancia, a la Toga de dignidad que otros señores y señoras magistradas portan. La enfermiza actuación de Ociel tendrá en el futuro inmediato, serias repercusiones que lo conducirán a su inmediata separación del cargo.

La justicia es una cosa muy seria, pero precisamente por ello, es indispensable sancionar al magistrad@ de marras, que pareciera que surgió de una universidad patito, o de un instituto patrulla.

Marco Tulio Cicerón, quien fue un político, filósofo, escritor y orador romano, bien lo estableció claramente: “El magistrado es la ley hablando, y la ley es un magistrado mudo”.

Si bien la citada Academia de Derecho Penal puntualiza que “el ADN de la justicia sólo señala magistrado o magistrada”, y no mariconcitos que denigran la Carrera Judicial, a partir de ahí, no hay más vuelta de hoja.

¡Es cuanto!, concluyó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A. C., que preside el prestigiado penalista Alberto Woolrich Ortiz.

En los círculos del Poder Legislativo también censuraron la presuntuosidad del “Doctor” Jesús Ociel Baena Saucedo (a) “la Jesusa”, por su menesterosa actuación dentro del Poder Judicial Electoral del Estado de Aguascalientes.

“Si es hombre que lo demuestre como hombre, y no como un gay integrante del movimiento LGTB”, el cual, según, lucha contra la discriminación y en favor de la normalización y reconocimiento de derechos de las personas lesbianas, gay’s, bisexuales, transgénero y transexuales.

Sentenciaron que conforme a sus atribuciones constitucionales, el Congreso de la Unión debe fincarle responsabilidades al “magistrad@” Ociel, por incurrir en la asociación delictuosa de Daño Moral, por atentar contra los usos y buenas costumbres de la comunidad mexicana, para deponerlo de su función pública, aun cuando se arme otro de los peores escándalos que México vive desde las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Según la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, en uno de sus estudios de criminalística forense, advierte que esta precaria sociedad que anda en el limbo de la perdición, es sumamente muy peligrosa porque se ha demostrado que los crímenes pasionales entre homosexuales, son mucho más dantescos comparativamente hablando de un asesinato entre parejas heterodoxas despechadas, agobiadas por la traición.