Luz al final del camino, deberá enfrentar la herencia de conflictos laborales del SNTISSSTE

. LOBO NEGRO. ……………………………………………

El Sindicato Nacional Progresista de los Trabajadores del ISSSTE (SINAPTISSSTE), es una luz al final del camino para los trabajadores de ese instituto, aunque debe sacudirse a los oportunistas que sólo ven a esta organización como una tabla de salvación.

Se debe reconocer que tiene entre sus filas a integrantes experimentados con trayectoria política a toda prueba y otros que son líderes natos con largo camino dentro de las filas sindicales.

Sin embargo, le cuesta trabajo arrancar en su jornada de afiliación que anunció hace un par de meses su líder natural, Hilario Ramírez Chávez, quien se desempeña con excesivo cuidado político administrativo al grado de desesperar a los integrantes de su Comité Ejecutivo Nacional que ya quiere acción.

Sus “más leales allegados” durante la campaña de 2022 para buscar la dirigencia del Sindicato Mayoritario, hoy le dieron la espalda a cambio de frijoles con gorgojo. Les mostraron el oro y al escuchar su tintineo cambiaron su lealtad por lentejas.

Los espejitos que recibieron comenzaron a opacarse y se desquitan con los trabajadores que los llevaron al “poder”; ofrecen a los trabajadores de base a una explotación de jornadas de trabajo extras sin pago alguno; están abandonados a los caprichos de las autoridades abusivas del Instituto.

El “rompimiento de un convenio de hace 37 años” para firmar registro de asistencia y permanencia de forma discrecional de los médicos abusivos que estampaban sus rubricas adelantadas por semana, sin que los trabajadores administrativos y enfermeras chistaran, abrió una grieta entre los trabajadores médicos con la dirigencia nacional del SNTISSSTE.

Ninguno de los otros cinco sindicatos del ISSSTE, ya con una antigüedad mínima de cuatro años, han dado la cara en los temas de corrupción; falta de insumos, medicamentos, personal de base, medicamentos generando descontento entre sus afiliados de cartón como los del Mayoritario que no tiene ningún afiliado y opera desde hace 62 años sin que la autoridad laboral los llame a cuentas.

Hoy, los médicos faltistas llegan a tiempo, se retiran a sus horas y se dicen acosados por la supervisión que siempre debió estar presente; hay consultorios donde los pacientes son atendidos hasta por tres o cuatro médicos, cuando antes de obligarlos a registrar su asistencia, había uno que atendía solamente un par de horas de seis y media u ocho por jornada.

En el “emblemático” Centro Médico Nacional 20 de noviembre los médicos al considerarse de elite buscan acuerdos en lo oscurito para no perder ninguno de sus empleos alternos; muchos de ellos son mecenas electorales de una pandilla de apocados lideretes los que a su vez benefician a sus padrinos con favores sindicales como justificación de faltas, retardos, con insumos y equipo médico.

Las autoridades del CMN, en su conjunto, hoy se convirtieron en jueces de horca y cuchillo, pues no les permiten registrar asistencia pasados los 10 minutos de tolerancia, que por ley les corresponde y la supervisión hoy está presente como nunca antes; ya no van de chopin a los supermercados o tiendas departamentales en sus jornadas de trabajo; ya no van a sus consultorios de las Lomas, al Sur de la Ciudad de México.

Llama la atención la grilla que generan para salvar su “prestigio clínico” los potentados del CMN como el Jr. José Alfredo Merino Rajme, hijo del Charro-priista José Merino Castrejón; Enrique Gómez Álvarez, hermano de Pablo Gómez Álvarez, titular del Unidad de Investigación Financiera, (UIF), curiosamente cardiólogos que tienen bajo su custodia la salud de políticos encumbrados actualmente.

En este ramillete, de menor calado, destacan grillos ocasionales que buscan romper el cerco de la incompatibilidad de horarios como los ortopedistas Flora del Carmen Ojeda y Antonio Ceballos Ocampo, dupla que enfrentan conflictos de género, la primera víctima del segundo, que, según su dicho, fueron elegidos por “la mayoría de los médicos” y sólo un palero gritó el nombre de Ceballos y es uno más como representantes de los médicos disidentes a los que ya les respondieron que tienen que estar a tiempo y toda su jornada laboral para la que fueron contratados.

De los 600 médicos especialistas adscritos al CMN, sólo una veintena se niega a registrar su asistencia y permanencia a través de biométricos cuando no chistan en el Instituto Mexicano del Seguro Social y en las Secretaría de Salud Federal y de la CDMX por hacer lo mismo.

Tema “trendig topic” entre los trabajadores del ISSSTE es la afiliación a la Comisión Nacional de Auxilios, A. C. que tiene más de seis décadas de existencia a la nadie se afilió motu proprio, sobre todo porque nada más existía un sindicato con autoridades institucionales priistas, gobierno priista, hegemonía gubernamental; hasta hoy se preguntan ¿cómo es que les descuentan 84.81 pesos quincenales sin previa autorización?

Lo delicado del tema es que el ISSSTE forma parte de la Comisión Nacional de Auxilios (CNA), y no ha explicado desde cuándo es Asociación Civil, desde cuando dejó de serlo; ¿cómo es que el Instituto aporta la misma cantidad, de qué bolsa se traslada a los trabajadores en discapacidad o a los familiares en caso de fallecimiento de estos?

Lo peor de todo es que el capital está invertido en Bolsa de Valores, en bonos en empresas como Tiendas Comercial Mexicana, S.A. de C.V., que está en quiebra, hasta donde se sabe, la CNA sólo entrega el capital ahorrado por 30 años, luego de cinco años consecutivos para confirmar la afiliación, sin los intereses generados.

En la CNA están afiliados poco más de 85 mil trabajadores de base y de confianza del ISSSTE, con una aportación mensual de 169.62 pesos; dos mil 35 pesos al año por trabajador; 173 millones 012 mil 400 de pesos al año, en conjunto.

En los últimos 12 años se han acumulado 2 mil 076 millones 148 mil 800, pesos, sólo de capital, administrados por la familia de Juan Francisco García Culebro, hermanos e hijos, quienes en la docena de años no han dado a conocer el monto neto de los intereses generados y acumulados en ese lapso, sin considerar los 50 años anteriores.

Bajo esta nueva expectativa en las entrañas del ISSSTE, los trabajadores afiliados a la Comisión Nacional de Auxilios, A. C. se han dado a la tarea de demandar la devolución de sus montos personales con los respectivos intereses generados, sobre todo aquellos que cuentan con más de 30 años de antigüedad que aunque aporten más años sólo se les considera lo aportado en tres décadas que oscila entre los 42 mil pesos, por parte de la CNA y el otro 50 por ciento, otorgado por el ISSSTE para sumar 84 mil pesos.

De ser así, un trabajador con más de 40 años de servicio recibiría la cantidad de 85 mil 488.48 pesos por la CNA y misma cantidad por el ISSSTE, para sumar 170 mil 976.96 pesos, más los intereses generados.