Morena perderá la elección del ‘24 y dejará a México muy crispado

. BLAS A. BUENDÍA. ………………………………

Como todo un líder de la kakistocracia, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya siente que su “ideología” emparentada con el engañoso proceso de la Cuarta Transformación, jamás funcionó.

En sus mañaneras se le ha visto desencajado y lleno de ira porque sabe a la perfección que ese pasivo México bronco ya despertó, porque asistirá a las urnas para darle la puntilla torera a fin de restaurar la gobernabilidad de la República, toda vez que Morena fue un modelo inservible con tendencias comunistas.

Lo anterior forma parte del despertar de un Día Después, ya que en lugar de gobernar, en todo este “sexenio” el Jefe del Ejecutivo federal sigue descalificando todo lo que ve a su alrededor, como es la capital del país, donde la ciudadanía que radica en la Ciudad de México, ya no ven con perspectiva de desarrollo el llamado narco-gobierno en el poder.

López calificó a la capital de la nación como “la capital de la manipulación”, pues afirmó que en los últimos años, pese a haber sido una ciudad de avanzada, se ha empanizando y derechizando ya que Morena jamás supo gobernar haciendo caer la infraestructura de la gran ciudad, la cual luce calles y avenidas saturadas de peligros por los hoyancos que se han hecho, poniendo en peligro la vida de miles de personas.

Obrador había referido que los habitantes de la capital —según sus mentiras sistémicas— están muy expuestos e indefensos ante campañas en contra de su gobierno y “aquí los tienen bien apergollados", pero Andrés se niega a ser realista pues la ciudadanía ve con recelo que en el 2018 equivocó su voto al elegir a un loco que se echó perder en el poder.

El político tabasqueño hizo un propio balance de sus políticas públicas, que por enésima ocasión, tropieza con sus simulaciones que no son nada empáticas.

"¿Y dónde tiene más efecto? —preguntó—. Aquí. Porque aquí están concentrados todos los medios y esta es la base principal, es lamentablemente la capital de la manipulación. Pero aquí en la Ciudad —y esto es un llamado para la gente de la capital— que no estaba así. Esta era una ciudad de avanzada, siempre lo fue y ahora se ha venido empanizando, hamburguesando, derechizando”, expresó.

Lo cierto es que dentro de sus mentiras que pretende hacer verdades, empleando un doble lenguaje, acusó a sus opositores a quienes les molesta que se utilicen las palabras “pueblo”, “corrupción”, “mafia del poder” o “conservadurismo”,

López —cuan cobarde— eludió aceptar su vinculación con el narcotráfico, toda vez que a nivel nacional e internacional, lo han etiquetado en redes sociales con el hashtag #NarcoPresidenteAMLO.

“¿Cómo les va a gustar escuchar que son clasistas, que son racistas?”, cuestionó en una interrogante de alto impacto que, para ese pueblo noble del que tanto habla y que engañosamente siente su respaldo, ya no le cree ningún céntimo porque día a día, falsifica la congruencia.

Frente a esta disyuntiva, Morena perderá la elección del ‘24 y dejará a México muy crispado entre una sociedad que clama justicia, pero el mal gobierno se encarga de no proporcionársela justamente.